logo azul

El chavismo va por el mundo

Categorías

Opiniones

El chavismo va por el mundo

El chavismo no es el mejor eslogan de campaña para Pablo Iglesia

El pasado sábado los simpatizantes de Podemos participaron en una concentración multitudinaria en Madrid. Al otro lado del Atlántico Diosdado Cabello, segundo al mando en el gobierno venezolano, celebró el ascenso del populismo en Europa. En concreto se refería a Syriza en Grecia y al partido que lidera Pablo Iglesias en España. El presidente de la Asamblea Nacional se mostró seguro de que «más temprano que tarde» el chavismo se instalará en la Madre Patria.

 

Cabello tiene motivos para creer que el modelo político que Hugo Chávez implantó en Venezuela en 1998 ahora puede triunfar en España de la mano de Podemos. Lo cierto es que hasta hace poco los dirigentes de este grupo radical de izquierdas tuvieron como preceptor ideológico al desparecido comandante. Incluso algunos de ellos han vivido temporadas en el país latinoamericano en calidad de asesores del chavismo.

 

Ahora bien, en estos momentos en los que Podemos ha suavizado su discurso a favor de un estado colectivista, lo que menos conviene es que Cabello diga a las claras que sus buenos amigos son abanderados del chavismo puro y duro. Porque por muy desilusionados que estén los españoles con los fallos innegables del bipartidismo tradicional, sin duda todos los días ven y leen noticias acerca de la grave crisis que atraviesa Venezuela.

 

Cuando Chávez murió, su revolución bolivariana comenzaba a caer en picado con una creciente escasez de los productos básicos, la inflación disparada, una ola represiva y la corrupción rampante de una boliburguesía chavista que se ha enriquecido a medida que el pueblo se ha hundido más en la miseria. Y ahora Nicolás Maduro, su sucesor, ni siquiera puede recurrir a las arcas semivacías de los petrodólares.

 

Los venezolanos que aún tienen medios están huyendo del desastre nacional
Desesperados, los venezolanos que todavía tienen medios están huyendo del desastre nacional. Es evidente que el chavismo del que tanto alardea Cabello no es el mejor eslogan de campaña para Pablo Iglesias y sus promesas de un futuro mejor a una sociedad que desea más prosperidad, una gestión transparente y mayores oportunidades de empleo.

 

A falta del mismísimo Hugo Chávez, hasta hace poco los dirigentes de Podemos tal vez habrían invitado a Diosdado Cabello a subirse a la tribuna de uno de sus mítines para hablar de las bondades delchavismo. Sin embargo, hacerlo ahora traería más sombras que luces a sus cantos de sirena populistas.

 

El militar Leasmy Salazar, que llegó a ser jefe de seguridad de Cabello, lo está acusando de ser el capo de uno de los carteles de la droga que supuestamente un sector de las Fuerzas Armadas venezolanas maneja con la ayuda de las FARC y con el apoyo del gobierno cubano. A pesar de que Cabello ha amenazado con demandar a los medios que difundieron esta información, las autoridades antinarcóticos de Estados Unidos han dicho que lo publicado es «consistente» y Salazar está colaborando con la DEA desde su exilio en Washington.

 

Es evidente que ni Cabello ni el propio Maduro son ahora los poster boys de ningún partido político que pretenda llegar al poder. Si los ideólogos de Podemos siguen creyendo en los atributos mágicos del chavismo, más les vale adorarlo en las catacumbas. Otra cosa es conseguir llegar a La Moncloa y sacar de la coleta el populismo del país de las maravillas. En vísperas de ganar sus primeras elecciones Chávez aseguró que no aspiraría a la reelección, que no confiscaría empresas privadas y que respetaría los medios independientes. Lo demás es historia.

 

Gina Montaner

Comparte esta noticia:

Contáctanos

Envíe sus comentarios, informaciones, preguntas, dudas y síguenos en nuestras redes sociales

Publicidad

Si desea obtener información acerca de
cómo publicar con nosotros puedes Escríbirnos

Nuestro Boletín de noticias

Suscríbase a nuestro boletín y le enviaremos por correo electrónico las últimas publicaciones.