El camino difícil

El camino difícil

Qué cantidad de análisis del domingo 8 a esta parte! La verdad es que los resultados dan para todo, parecen un chicle.Cada quien los estira y los encoge de acuerdo a su parecer. Los rojos dicen que obtuvieron mayor número de votos y que le ganaron a la oposición en cantidad de alcaldías. Necesitan sacar partido de estos números para de allí sentirse con licencia para avanzar en la instauración de su proyecto autoritario y minimizar todo asomo de disidencia.

 

Maduro no cesa de comentar que «ganó el plebiscito» con el que se entrampó la propia oposición, mientras a esta le ha faltado contundencia para responderles que tampoco pueden considerarse una mayoría atronadora porque si se suman lo votos de la MUD más «los otros» que no votaron en su tarjeta quedan en franca minoría. En todo caso se trata de juegos matemáticos de los cuales cada quien está haciendo uso según su conveniencia.

 

Hay otras fotografías de esa realidad como los triunfos «emblemáticos» para la alternativa democrática en Barinas y Maturín y tener consigo las ciudades más pobladas del país. Sin embargo, si se quiere hacer «honor a la verdad» la gran realidad es que voticos más voticos menos Venezuela esta «partida por la mitad» y lo está desde hace mucho tiempo sin que el proyecto de alguno de los bandos termine de arrebatarle una tajada importante al contrario.

 

En un país normal (que no lo somos) se tratarían de tender puentes para intentar un necesario diálogo que haga «viable» a esa nación, pero a la luz de los hechos con la designación de «los protectores» y la medida de arrebatarles recursos y competencias a los alcaldes queda claro que ese no es espíritu del régimen.

 

Vienen tiempos duros para todos y en especial para quienes no estamos del lado rojo de la vida, pero aún así, votos más votos menos la mitad del país ha preferido transitar el camino empinado, de espalda y con el viento en contra al querer un proyecto plural, productivo, de oportunidades para todos, de democracia, libertad y progreso a sabiendas que la vida en medio de esta lucha puede ser bastante difícil. Hay que ver que de nada han valido amenazas, dádivas de todo tipo, hegemonía de medios y cualquier clase de táctica disuasiva o propagandística; aún sigue existiendo una mitad que es «irreductible».

 

«La mano en el pecho» para que no se concrete un Estado autoritario sigue fuerte. El régimen intentará avanzar pero tendrá que romper muchas muñecas en esa puja. La mitad del país ha optado por el camino difícil y eso es mucho decir. La mala noticia para el gobierno es que continúa teniendo de frente a ese gentío, o lo reconoce (poco probable) o seguirá dándose cabezazos contra el mismo muro …

 

mariaisabelparraga@gmail.com

Por María Isabel Párraga

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