Las divisas son para el sector de la producción y para importar, lo poco que dejen de producir
El Comandante Chávez, con el arrojo y la sabiduría política que lo caracterizó, insistió, a pesar del fracaso de Allende, en implantar en Venezuela, un modelo socialista a través de una democracia representativa, que siempre hubo de brindarle satisfacciones a través del voto. No así, en el comportamiento de la extrema derecha que nunca descansó en su deseo y acciones para derrocarlo, y hoy pretende lo mismo con el presidente Maduro.
Por qué. Sencillamente porque se les privó del manejo de la industria petrolera, y como dice el Presidente, no perdonan a la revolución por haberle escamoteado más de medio billón de dólares para reorientarlos hacia la inversión social, y calmar una sed y hambre de centurias. Esa golpista derecha de insaciables deseos de divisas, se ha resistido al necesario y rápido desmontaje del modelo rentista. Simplemente, es más fácil succionar los dólares del pueblo que producir.
Nuestra respuesta será sencilla, las divisas son para el sector de la producción y para importar, transitoriamente, lo poco que maléficamente dejen de producir.
Cuando se produce sobrefacturación, se engaña a Cadivi, se escamotean o se contrabandean alimentos o bienes subsidiados o gasolina, se está atentando contra bienes del patrimonio nacional, por lo que es procedente adecuar la norma punitiva al mandato constitucional para aplicar penas de confiscación.
La sustitución del modelo económico pasa por el fortalecimiento del Poder Popular como única vía de desmontaje efectivo de los peajes y alcabalas que encarecen las actividades privadas a través de la exagerada cantidad de permisos que se exigen en los diferentes niveles de la Administración Pública.
Nuestro paradigma ha de estar en el establecimiento de un baremo o reglas previas, todas en capacidad de ser fácilmente conocidas, y en la consiguiente libertad de acción con sujeción a aquéllas.
Eso implica un desmontaje del control previo y severas sanciones a los infractores, pero habremos dado un golpe noble a las estaciones de la corrupción. Para lograrlo requerimos de la participación del Poder Popular, y desde sus urbanizaciones o barrios ser elementos de planificación, ejecución, fiscalización y supervisión de todo cuanto les atañe. Todos a apoyar irrestrictamente a nuestro presidente Nicolás Maduro.
José Gregorio Vielma Mora
Jgvielmamora.opinion@gmail.com
@vielmaestachira