A ver. Dice el señor Nicolás Maduro: “A las universidades nunca les han faltado recursos”.
Esa es su manera de reaccionar frente a los múltiples paros, protestas que se han dado desde hace ya un buen tiempo, pidiendo salarios justos para los profesores y los recursos para que las universidades puedan funcionar como es debido. Porque, se entiende, una universidad es un centro de investigación, básicamente, además de un centro de enseñanza. Y para esa investigación hacen falta recursos. Recursos que no existen.
Maduro ha descartado la protesta de dos maneras. En primer lugar, ha dicho que “esto forma parte del plan de sabotaje de la derecha fascista, etcétera, etcétera. Maduro ve en todo una intención de sabotaje. Luce como una de esas personas un tanto nerviosas, quizá paranoicas, que cualquier ruido cercano les sobresaltan. Teme que le vayan a envenenar, teme que se fragüe el magnicidio, y protestan los profesores con el respaldo de los estudiantes y dice que “eso es parte de un plan de sabotaje”. Pero la frase que no le va a perdonar nadie es que diga esto: “A las universidades nunca les han faltado recursos”.
Eso lo único que evidencia es que él nunca pasó por una universidad. Es decir, no tiene la menor idea de lo que es una universidad, ni para qué es una universidad. Pues haber fallado la universidad o el estudio superior, quizá sea lo que de pie para este manejo del poder o del Gobierno tan lleno agujeros, tan endeble, tan aparatoso. Quizá el no haber pasado por una universidad sea lo que explique, por ejemplo, que Maduro destituya de Corpoelec al hermano del presidente Chávez, Argenis, en un momento donde había toda clase de sospechas, dudas sobre su manejo del asunto eléctrico, para ponerlo ahora al frente de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura.
En otras palabras, Argenis Chávez ahora va a manejar los jueces. El ingeniero que le apagó la luz al país pues ahora se va a encargar de manejar la DEM. ¿Qué les terminará apagando?
A todas estas, dicen que ya llegó la comida. Y Últimas Noticias, en una manera muy peculiar de observar la realidad, nos da hoy en su gran titular de primera página: “La compradera vacía anaqueles”. Las ventas se han disparado 30% en la red pública y hasta 20% en la privada.
Es decir, los anaqueles están vacios no por falta de producción, sino porque a usted, querido oyente, le ha dado por comprar nerviosamente de todo, además, se entiende que usted tiene mucho real, mucho dinero para poder comprar de todo.
Una última referencia dedicada a la señora Isabel Iturria: Ministra, Venezuela tiene la tasa más alta de muertes por AH1N1 en América Latina. Escuche esta referencia que trae hoy El Nacional: “En Brasil, el país más grande América del Sur, murieron 61 personas en cinco meses”. Pues bien, 61 en cinco meses, en 17 días en el país han fallecido ya 46. Pero no hay epidemia. Hay patria.
Por César Miguel Rondón