Catorce candidatos de la primaria de oposición democrática disputarán el contingente electoral de más de veinte millones de venezolanos registrados para votar. Veamos ahora algunos detalles, no los únicos o más importantes, del escenario de esa disputa: electores en el exterior, centros y mesas de votación.
Electores en el exterior
La Comisión Nacional de Primaria siempre sostuvo que la primaria es un ejercicio de derecho, el ejercicio de un derecho constitucional, el derecho al voto, el derecho a elegir representantes, el derecho a darse una forma de gobierno, y todo lo que contempla el derecho al voto como un derecho político y un derecho humano. Y ese ejercicio del derecho cobra mucho más significado con los venezolanos en el exterior, con los que han tenido que abandonar el país buscando una oportunidad que consideran que aquí se les niega.
La Comisión Nacional de Primaria (CNdP) dijo desde el primer día que los venezolanos en el exterior tendrían derecho a votar en la primaria, que se buscarían “los mecanismos viables” para hacerlo —como ordena el artículo 5 del Reglamento Marco— y por eso se planteó restituir ese derecho, negado por disposiciones legales, establecidas en legislación de la Asamblea Nacional, no restituidas por el Tribunal Supremo de Justicia, y ratificadas en prácticas del CNE reglamentando como condición, inconstitucional, pruebas de residencia regular en el exterior y al no permitir que cerca de 1 millón de jóvenes venezolanos se puedan inscribir en el registro electoral en el exterior.
Con la actualización del registro electoral (RE) para los venezolanos en el exterior la CNdP —desde el 7 de junio y hasta el 9 de julio— abrió la posibilidad de que cualquier venezolano en cualquier parte del mundo pudiera actualizar su registro para votar en una de las 81 ciudades escogidas para ello. En esas 81 ciudades, de acuerdo con la información disponible, viven más de 6 millones de venezolanos y se calcula que tienen derecho al voto más de 3 millones, que están registrados para votar en Venezuela y que no han podido actualizar su registro porque el CNE y el gobierno a través de las sedes consulares no les han dado esa oportunidad.
Al momento de cerrar este artículo el número de venezolanos que pasaron por el proceso de actualización del RE supera los 250.000 y los que lo lograron con éxito superan los 230.000 y aún falta la revisión de varios casos pendientes. Es decir, en tan solo 32 días la CNdP ha logrado actualizar un registro electoral para la elección primaria que es el doble de lo que ha logrado registrar el CNE en los últimos 10 años. Desde luego que la CNdP hubiera deseado actualizar a los más de 3,5 millones de venezolanos en el exterior, para que pudieran participar desde todos los rincones del mundo en la elección primaria del 22 de octubre, pero sabemos que esa tarea, primero de registro y luego de votación, es imposible. No voy a abundar más en los argumentos.
Haber logrado más de 230.000 actualizaciones, a las que se deben sumar los casi 108.000 venezolanos que están en el RE en el exterior, en tan corto tiempo, es un éxito que nadie puede desconocer. Vendrá ahora el análisis de esta situación, dadas las expectativas que algunos tenían, y que tendremos que afrontar de manera profunda.
Centros y mesas
La CNdP está ahora en la tarea de dividir ese RE, nacional e internacionalmente, en centros y mesas de votación, para que los venezolanos puedan ejercer su derecho al voto y elegir al candidato unitario de la oposición democrática, que la representará en la elección presidencial de 2024.
La CNdP, con sus juntas regionales y las fuerzas políticas y sociales que apoyan a los candidatos están, desde mediados del mes de mayo, en la tarea de ubicar centros electorales en todos los municipios y parroquias del país, para instalar en ellos las mesas de votación, en la que puedan ejercer su derecho al voto los venezolanos. En una elección normal se instalarían 14.000 centros y más de 33.000 mesas. Desde luego que nadie ha pensado que eso se pueda hacer en una elección primaria, en la cual por definición participa solo una parte de la población; por ello la CNdP ha definido una banda de entre 2.500 y 3.500 centros en los que se podrían instalar más de 5.000 mesas, para que puedan ejercer su derecho al voto los más de 20 millones de venezolanos, si así lo desean, pues en los cuadernos electorales de las mesas que se instalen estarán todos los venezolanos inscritos en el RE.
Como bien sabemos, una “mesa electoral” es algo más que un tablón con una caja encima en la que se depositan los votos; esa caja va acompañada de un “cuaderno electoral”, donde aparecen los nombres y cédulas de identidad de todos los que tienen derecho de depositar los votos en ella. Para que eso ocurra hay que saber cuántas mesas hay que poner para que todos puedan votar y hay que saber el número de posibles votantes en cada mesa para disponer de boletas en cantidad suficiente para que todos lo puedan hacer. Saber el número de centros y mesas es también importante para saber con cuántos miembros de mesa hay que contar, además de los testigos de los candidatos y los coordinadores de centros y los monitores, encargados de recoger la información de los resultados y llevarla a los centros de cómputos.
No sabemos cuántos electores finalmente concurrirán a votar en los centros y mesas en Venezuela, pero gracias al proceso de actualización del RE de los venezolanos en el exterior, sabemos que allí posiblemente concurrirán cerca de 300.000 electores en las ciudades seleccionadas y corresponde ahora, hasta finalizado el mes de julio, constituir en esas ciudades los Comités Locales que se encargarán de desarrollar la actividad necesaria para que esos 300.000 venezolanos puedan votar el 22 de octubre.
Apenas empieza la tarea de los venezolanos que queremos un cambio político en el país; toca ahora terminar de ubicar los centros de votación, comenzar el proceso de selección y capacitación de más de 3.000 coordinadores de centros y monitores, la selección y capacitación de más de 20.000 miembros de mesa, constituir más de 80 Comités Locales en el exterior, con sus correspondientes coordinadores de centros y monitores y más de 300 miembros de mesa.
Ismael Pérez Vigil