Como me enseñó un amigo margariteño, de cosas que yo no sé, razones que yo no doy
Cría cuervos y te sacaran los ojos», es, quizás, una de las frases más antiguas, pero de mayor vigencia en el mundo de hoy. Está atribuida a una anécdota vivida durante una cacería, por don Álvaro Luna.
Cuentan que el Condestable de Castilla, Gran Maestre de Santiago y válido del Rey Juan II de Castilla, se encontró con un pobre hambriento al que le habían sacado los ojos y herido su rostro por todas partes, e impresionado el noble, le requirió explicación de lo acaecido. El mendigo le explicó que había criado un cuervo desde pichoncito, tratándolo con mucho cariño y amor, y así fue creciendo. Un día, dándole de comer, ya grande el ave, le saltó sobre sus ojos, y, siendo inútil su defensa, el pájaro córvido lo dejó ciego.
Socorrió don Álvaro al mendigo y le dijo a sus nobles compañeros de caza la frase en cuestión, que, de allí en adelante, y por todo el mundo, se comenzó a aplicar para indicar la ingratitud de todo aquel, que debiendo favores, los pagan con acciones injustas o palabras molestas. Lo peor es que sigue teniendo perfecta vigencia y aplicación.
Un buen ejemplo sería Al Qaeda, que es un grupo paramilitar, yihadista, al que comúnmente se le señala como un grupo terrorista internacional. Muchos investigadores y analistas afirman que su difunto fundador, Osama bin Laden, de origen saudí, era un multimillonario que estudió Ciencias Económicas en la Universidad del Rey Abdul Aziz, fue financiado por la CIA para las luchas contra las tropas de la Unión Soviética en Afganistán, y el apoyo brindado, además de económico, incluyó el entrenamiento para combate hasta la entrega de armamento.
Dicen que su organización está basada en células militantes y contactos clandestinos, de manera semejante a los carteles de la droga. No hay duda que se convirtió en un cuervo para los estadounidenses, a quienes les tumbó las dos torres del World Trade Center, que era el símbolo del imperio económico del mundo.
En nuestro vecino país no está claro el origen de los paramilitares, pues suelen confundirse en el discurso público sus motivaciones y comportamientos. Es habitual escuchar conceptos que, sin ser falsos del todo, son incompletos. Algunos afirman que se trata de delincuentes comunes; otros que fueron o son esforzados campesinos que tuvieron que alzarse en armas contra los desmanes de la guerrilla y muchos dicen que son creación de la derecha, para defenderse de la guerrilla y el narcotráfico ante la incapacidad del Estado colombiano. El tiro salió por la culata, y Colombia se hizo de un cuervo inconveniente, que les ha sacado más de dos ojos.
Y ahora, pareciera, le llegó el turno a nuestra querida Venezuela, pues algunos de los colectivos, no todos, están fuera de control de quienes los criaron y amamantaron. Como ejemplo, podemos citar lo ocurrido hace algunos días en el propio centro de la capital, cuando el CICPC practicaba unos allanamientos. Resultado: tres policías secuestrados, y del lado de los colectivos, cinco muertos, aparentemente, dos líderes de colectivos, entonces ¿quién le pone el cascabel al gato?
Pero como me enseñó un amigo margariteño, de cosas que yo no sé, razones que yo no doy.
Reinaldo Gadea Pérez
gadeaperez@cantv.net