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Asamblea Nacional y Fuerza Armada Nacional

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Asamblea Nacional y Fuerza Armada Nacional

El 14 de octubre de 2016, la Asamblea Nacional hizo público un trascendente comunicado dirigido al pueblo venezolano con el título Acuerdo sobre el Rescate de la Democracia y la Constitución, en el cual se señalan las graves y permanentes violaciones de la Constitución nacional cometidas por el Poder Ejecutivo y el Tribunal Supremo de Justicia, y se desconoce –de conformidad con lo dispuesto en los artículos 7 y 333 de la Constitución– la autoridad y vigencia de los actos del Poder Ejecutivo y de las sentencias del TSJ “que contraríen los valores, principios y garantías democráticos y lesionen los derechos fundamentales”. Este importante llamado de la Asamblea Nacional, la máxima representación de la voluntad popular, obliga a todos los venezolanos a reflexionar sobre la forma en que cada uno de nosotros puede contribuir activamente al restablecimiento del Estado de Derecho, la democracia, el derecho al voto y el respeto de los derechos humanos.

 

 

 

Un aspecto de suma importancia en el mencionado documento es el exhorto que se le hace a la Fuerza Armada Nacional para que le exija al presidente de la República y al Consejo Nacional Electoral que garanticen el ejercicio de los derechos políticos de los venezolanos y el respeto de la voluntad del electorado, especialmente del referendo revocatorio y de las elecciones regionales. También se insta a la FAN a coadyuvar en el restablecimiento del Estado de Derecho, de la vigencia de los derechos fundamentales y de los principios democráticos, invitándola a acompañar a los venezolanos en las exigencias tendentes a hacer efectivo el ejercicio de esos derechos y velar por el sometimiento de los representantes del Poder Público a la Constitución, así como a desconocer los actos del Ejecutivo Nacional y del TSJ que la lesionen. El contenido de esos dos párrafos del acuerdo parlamentario refleja, de manera clara y terminante, que Venezuela enfrenta una situación nacional de inmensa gravedad.

 

 

 

Esta inmanejable situación debe ser analizada por los integrantes de la Fuerza Armada Nacional con inteligencia, prudencia, serenidad y firmeza. El tiempo es un factor fundamental que se debe tomar en cuenta. Mantener a Venezuela en el equivocado camino trazado por el gobierno de Nicolás Maduro nos conduce a un suicidio colectivo. No es posible seguir esperando que surja una solución mágica en medio de la tragedia que vive Venezuela. Nuestro país está totalmente quebrado. Todas las políticas oficiales han fracasado estruendosamente en medio de la ineficiencia y la corrupción. Es inaceptable, por ejemplo, que el presupuesto nacional de 2017, aprobado inconstitucionalmente, fije un gasto público de 8 billones 479 mil 302 millones de bolívares cuando el presupuesto de este año era apenas de 1 billón 479 mil 574 millones de bolívares, y coloque el barril de petróleo a 30 dólares, mientras el año pasado se calculó a 40, y Petróleos de Venezuela está en una situación de insolvencia que no le permite ni siquiera cancelar los bonos que se vencen en estos próximos meses.

 

 

 

Observen lo que está ocurriendo con el referendo revocatorio. Esa figura legal es de suma importancia por haberse establecido en la Constitución de 1999 un período presidencial de seis años. Es posible que un gobierno electo por el voto popular cuya gestión administrativa haya sido eficiente y honesta no despierte el interés del pueblo para revocar su mandato, pero ese derecho lo tienen los ciudadanos, ellos deciden si lo ejercen o no. Eso es justamente lo que está ocurriendo en nuestro país. Un pueblo desesperado por el hambre, la aguda escasez de alimentos y medicinas, la inseguridad y la inflación desea un cambio político que permita rectificar un rumbo que ha demostrado, hasta la saciedad, ser extremadamente pernicioso. Nicolás Maduro, en lugar de aceptar y respetar la soberana voluntad popular, ha utilizado múltiples artimañas para impedir que se realice un referendo revocatorio planteado desde el mes de marzo. El colmo han sido las más recientes decisiones de jueces penales en algunos estados. En definitiva parece ser que no habrá referendo revocatorio. Esa ilegal e injusta decisión puede conducir a Venezuela a la violencia. La responsabilidad histórica de Nicolás Maduro en la arbitraria negación de los derechos ciudadanos es indiscutible.

 

 

 

Estamos ante el peligro de padecer tiempos cargados de violencia y de odio. Si llegara a ocurrir lo que yo temo, por la perversidad de Nicolás Maduro y su camarilla de mantener el inmenso desastre que vive nuestro pueblo, será necesario que la Fuerza Armada Nacional dé un paso al frente para apoyar a los amplios sectores nacionales que aspiran a un profundo cambio que permita orientar a Venezuela por la senda del pluralismo político, de la alternancia republicana y del desarrollo económico. Eso sólo es posible si la Fuerza Armada Nacional entiende que una de sus más importantes obligaciones es cumplir y garantizar el respeto a la Constitución nacional. Esa frase, que parece un eslogan más, tiene una profunda vigencia y podría ser el factor fundamental que permitiría unificar a Venezuela y recuperar su prestigio y credibilidad. Repito lo que dije en mi anterior artículo: Nuestro pueblo siempre ha tenido fe en la Fuerza Armada Nacional. No lo defrauden.

 

 

 

Fernando Ochoa Antich

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