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2015, año de Unión y Cambio

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2015, año de Unión y Cambio

Sin lugar a dudas, el año que termina, ha sido uno de los más críticos en todos los niveles, porque las mentiras, la corrupción, los malos manejos y la ineficiencia, implosionaron en un gobierno que haciéndose pasar por revolucionario, estafó a la nación y a su gente, porque ni siquiera las necesidades básicas y los derechos fundamentales establecidos en la Constitución Nacional, nos garantizaron, y prueba de ello es la situación hospitalaria, la escasez, la inflación, el desabastecimiento, y la grave crisis política, económica, social y moral que hoy vivimos, catalogada como una de las experiencias más dantescas que haya conocido Venezuela.

 

En este año, los venezolanos pudimos ver el descalabro de una farsa y de una mentira, y lo más triste, es que nos han sometido a una mendicidad desde todo punto de vista. Tenemos que humillarnos para adquirir una medicina o un alimento, hacer largas colas, dejar que marquen en nuestro cuerpo la huella indeleble de la corrupción, estar a la intemperie y ante el abuso y atropello de un gobierno que se enjuagó la boca con las necesidades del pueblo, y nos han sometido a una tortura moral, sicológica y económica.

 

Sin embargo, esta ha sido una oportunidad para que la gente que aun apoyaba esta farsa, ese pueblo llano y de a pie, despertara y se dieran cuenta que fueron estafados en su buena fe y en su deseo de cambio, porque han sido las personas más perjudicadas con esta política improvisada y del horror a la que nos han sometido, valiéndose del control de todos los poderes del Estado para ejecutar estos planes malignos y manipuladores.

 

La gente despertó y se dio cuenta que en un país que tiene una constitución democrática y garante de derechos y libertades no se puede ser perseguido por exigir, reclamar, denunciar, y los diputados ni siquiera podemos hacer uso del artículo 199 que nos brinda inmunidad para señalar casos y personajes del alto gobierno involucrados en corrupción, estafas a la nación y de beneficios personales, que nos han perjudicados a todos los venezolanos, porque lo que recibimos por parte del gobierno es la persecución, el chantaje y el amedrentamiento.

 

Tocamos fondo en todos los sentidos, la inflación amenaza con llegar a más de 86% antes de cerrar el 2014, el precio del barril del petróleo descendió en niveles críticos, acabaron con la producción, los controles cambiarios nos han llevado a un dólar paralelo que amenaza llegar a 200 bolívares antes de finalizar el año, y un sinfín de calamidades que nos han llevado a la quiebra y al retroceso. Países latinoamericanos que en el pasado usaban el ejemplo de Venezuela para avanzar, hoy nos dan clases de progreso de economía y de cambio. Por lo tanto, ya sin dinero y sin recursos, no tenemos una carta de presentación para endeudarnos con los grandes colosos para tapar los huecos de la corrupción y la desidia, producto del mal manejo, y el gobierno en vez de sincerarse y hablarle claro al país, emprende su furia contra el pueblo, al aplicarnos paquetazos económicos e impuestos hasta por respirar. Pues ya basta, esto no da para más, ya no tienen a quién engañar ni a quién convencer de una política retrógrada y en extinción, cuya deuda interna y externa sobre pasa los 175 Mil Millones de Dólares.

 

No obstante, reconocemos que en la Mesa de la Unidad Democrática, hemos pasado por momentos difíciles, de diferencias de criterios, de interpretaciones y de posiciones que nos han hecho mucho daño. Sin embargo, nos hemos mantenido unidos porque hemos entendido que juntos podemos vencer todos los obstáculos puestos en el camino democrático del país. Es por ello, que el gobierno como no ha podido con la unidad venezolana, sólo les queda el camino de sembrar desesperanza y de la confusión, quieren hacer ver al pueblo que por la vía del voto no va a lograr sus objetivos, y yo alerto al país, que ese es un plan bien orquestado por el gobierno, dirigido por gente que piensa y hace estas políticas como lo han hecho en Cuba durante décadas, pero la esperanza puede vencer todo mal y todo plan macabro.

 

Por eso no me canso de insistir y de decir a los venezolanos, que el 2015, es un año de unión y cambio definitivo en el país, y por ello la importancia de las elecciones parlamentarias, porque sólo con la depuración del parlamento podremos conducir al país a una reestructuración profunda, y legislar en función del beneficio de la gente, porque son muchos recursos que se han aprobado en materia social, y es muy poco lo que se ha hecho, porque el dinero se ha dilapidado, malversado y usado para corrupción y beneficios personales. Es un compromiso que tenemos con el país, todos aquellos que queremos cambio y un futuro digno, donde no tengamos que mendingar un alimento o una medicina, o ser perseguidos por opinar. Ha llegado la hora de la dignidad de la patria y del pueblo humillado y arruinado. En nuestras manos está cambiar este panorama oscuro por un presente de progreso, de unión y de cambio para todos por igual, y tener claro, que cuando más oscura se pone la noche es porque ya va a amanecer. Venezuela, pronto tendremos un nuevo amanecer.

 

Ismael García
Diputado a la Asamblea Nacional

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