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El PSUV y sus primarias

Posted on: junio 30th, 2015 by Laura Espinoza No Comments

 

El Partido Socialista Unido de Venezuela sale de sus elecciones primarias cantando victoria por los resultados, que según cifras dadas a conocer apuntan a una participación que sobrepasa los 3.100.000 personas.

 

 

Aunque surja la polémica en y torno a si esos resultados fueron abultados o no, la organización fundada por Hugo Chávez puso en tensión sus fuerzas hasta el máximo, a conciencia de que tiene en frente el reto político más difícil desde su fundación: conservar su mayoría parlamentaria en medio de la ausencia del líder fundador y en una coyuntura económica caracterizada por la escasez de productos fundamentales para los venezolanos y una inflación que arrasa con el mejor de los salarios.

 

 

Negar que el PSUV salió bien parado de estos comicios para elegir sus candidatos al Parlamento es pretender tapar el sol con un dedo. Movió su maquinaria, hizo un esfuerzo de calle en medio del descontento por la crisis económica y logró movilizar a su estructura en todo el país. Esto no le garantiza la victoria en las parlamentarias. Recordemos que el padrón electoral es de 19 millones de electores. Unas buenas primarias indican el estado de la organización, la capacidad de movilización y sobre todo fortalecen el espíritu de cuerpo, algo indispensable en circunstancias difíciles como la que se vive en el país. El PSUV que vimos el domingo es un partido que tiene intacto el instinto de conservación,  y ello por sí solo lo hace un rival de cuidado para la oposición venezolana agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática. Pero, insistimos, primarias exitosas no son sinónimo de triunfo.

 
Todavía el partido de gobierno tiene asuntos por resolver. Uno de ellos lograr que los candidatos y factores derrotados se sumen a la campaña. Otro, hacer una atinada escogencia de los aspirantes por lista y los suplentes de los electos el domingo. Y el asunto más difícil de todos, armar una alianza perfecta o casi perfecta con los aliados, quienes han esperado pacientemente a que el PSUV resuelva su elecciones internas y asuma, ahora sí, la discusión con sus compañeros de ruta en torno al espacio que deben ocupar en materia de candidaturas. Los aliados piden y van a seguir pidiendo, o mejor, exigiendo, una cuota proporcional al aporte electoral que han dado al hermano mayor. ¿Negociará duro el PSUV? ¿Aceptarán sus aliados un trato no acorde con su peso electoral?  Ya veremos.

 

 

Mujeres en todo

 

 

Fue la combativa dirigente adeca Isabel Carmona quien motorizó desde hace unos cuantos meses la iniciativa de ir al  Consejo Nacional Electoral a solicitarle a ese organismo la adopción de medidas destinadas a garantizar para las mujeres militantes de todos los partidos una participación en las listas de candidatos de al menos el 40%. Estaba cantado que el organismo electoral adoptaría una resolución de esas características. No se entiende entonces por qué la Mesa de la Unidad Democrática no tomó las medidas del caso. Ahora tiene que resolver y ello obliga a revisar los consensos para ceder el puesto a las damas en el complicado autobús de la unidad.

 

 

Las mujeres opositoras, aunque quizás no puedan decirlo públicamente, están de plácemes por esta decisión del CNE, que les reivindica un derecho por el cual vienen luchando desde hace tiempo.

 

 

Doris Francia

 

Esta valiente mujer venezolana falleció el pasado domingo. Doris siempre fue sinónimo de lucha, entrega a sus ideas y por ello sufrió en carne propia la represión durante los tiempos del puntofijismo. Junto a Douglas Bravo, Alí Rodríguez, Francisco Prada, Argelia Melet, Ángel Márquez y otros exdirigentes del PCV fundó el PRV, y luego el movimiento político Ruptura. Precisamente por publicar un reportaje en el periódico Ruptura sobre la fuga de varios presos políticos del Cuartel San Carlos fue detenida y sometida a juicio por rebelión militar. Nuestras condolencias para toda su familia, particularmente para mi amigo Néstor Francia, hermano entrañable de Doris.

 

Pedro Llorens

 

 

También falleció en días recientes el colega Pedro Llorens, con quien compartí varios años de trabajo en el diario El Universal. Nuestro pésame a todos los  sus familiares.

 

 

Vladimir Villegas

¿Legitimar la injerencia?

Posted on: junio 23rd, 2015 by Laura Espinoza No Comments

 

Más  allá de lo que realmente pasó la semana pasada en Maiquetía con el grupo de parlamentarios brasileños que no pudieron llegar a Caracas para cumplir su cometido de visitar a Leopoldo López y otros presos en huelga de hambre, soy siempre partidario de la transparencia, de despejar cualquier duda que pueda dar pie a acusaciones de violaciones de derechos humanos.

 

 

Creo, por ejemplo, que mejoraría muchísimo la situación de las cárceles venezolanas si se permitiera que los medios de comunicación social entren a ellas para recoger los problemas, las angustias y los temores de la población penal y mostrar las condiciones en las cuales viven o sobreviven.

 

 

De la misma manera, siendo celoso defensor de la soberanía nacional, frente a cualquiera que la violente o la mancille en nombre de la causa que sea, también permitiría que esos visitantes supuestamente interesados en los derechos de personas detenidas por razones políticas o afines las visiten. No importa que muchos de ellos, cuando fueron presidentes o estuvieron en altas posiciones de gobierno, actuaran de manera nada coherente con sus discursos y posturas actuales. Eso vale, por ejemplo, para un Felipe Calderón, de México, o un Sebastián Piñera, de Chile, quien nunca ocultó su filiación pinochetista.

 

 

Una democracia no tiene nada que perder si abre las puertas de sus cárceles para que el mundo sepa lo que allí ocurre. Todo lo contrario. Gana mucho, entre otras cosas la oportunidad de corregir los  entuertos que allí existan .Un torpe manejo de estas situaciones por parte del gobierno le da peso a los argumentos de sus adversarios.

 

 

Lo ocurrido con los parlamentarios brasileños es el mejor ejemplo. No tengo dudas de que Aecio Neves y los otros congresistas del hermano amazónico venían con más preocupación por sus agendas políticas internas que por la vida de los huelguistas presos. Más les preocupa cómo meterle una zancadilla al PT que la situación venezolana. Era la oportunidad de introducir una cuña entre dos gobiernos aliados. Y en parte lo lograron, pese a la respuesta de la presidenta Dilma Rousseff. Ella dijo una gran verdad al aseverar que esos mismos parlamentarios brasileños no permitirían que diputados u otras figuras políticas venidos de otros países se inmiscuyan en asuntos internos.

 

 

Yo creo que la oposición venezolana gana poco legitimando la intervención de políticos de otras nacionalidades en asuntos internos del país. Si algún día, como perfectamente puede ocurrir, llega a ser gobierno, seguramente tampoco aceptará que extranjeros quieran meter sus manos en asuntos que no les  concierne. Sumemos a eso las escogencias. Dígame el caso de Calderón,  quien era uno de los elegidos para venir a Caracas a demandar respeto a los detenidos y a sus derechos. Su escardillazo gratuito contra nuestra gallarda selección Vinotinto lo retrató de cuerpo entero y provocó  un inusitado consenso: opositores y chavistas repudiaron sus  agresiones contra nuestra selección.

 

 

La intervención o participación de personalidades de otras nacionalidades en los asuntos del país tiene que ser para fines de intermediación, con el previo consentimiento tanto del gobierno como de la oposición. Aquí sigue haciendo falta diálogo. Y cada vez más. Quienes vengan de fuera a tomar partido, del bando que sea, poco ayudan. Incluso estorban. Esa es mi opinión. Vienen a profundizar la polarización, a hacer las veces de actores políticos, que los hay en suficiente cantidad en nuestro país. Los partidos de la MUD, sobre todo los que no se dejan atrapar por el radicalismo y la visceralidad, deberían reflexionar con cabeza fría sobre este planteamiento.

 

 

Y el gobierno tiene que abrir espacios al diálogo, a la búsqueda de acuerdos que permitan bajar la tensión política. Para ello hay que tomar decisiones que apunten a la reconciliación, al encuentro entre los venezolanos. Si se está logrando con Estados Unidos un pequeño avance que permite avizorar la normalización de relaciones, no hay razones para que a lo interno no se busque lo mismo, y se actúe en consecuencia. Estamos en vísperas de unas elecciones parlamentarias, que no tienen fecha establecida, pero que forzosamente tienen que realizarse este año. ¿No es lo lógico ir creando condiciones para un nuevo momento político, gane quien gane?

 

Vladimir Villegas

La visita de Felipe y la agenda electoral

Posted on: junio 9th, 2015 by Laura Espinoza No Comments

 

La presencia de Felipe González en Venezuela aviva la polémica  sobre los límites de la soberanía de un país. Hasta dónde un actor político venido de otras tierras puede ir más allá de opinar sobre la situación de una  nación y jugar  un rol de asesor en la defensa de detenidos por razones políticas o conexas.

 

Ese tema lo abordé en días recientes con el periodista español residenciado en Francia, Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique. Le preguntaba sobre la diferencia entre su visita a Venezuela y la de Felipe González. Ambos, obviamente, opinan políticamente sobre un país que no es el suyo. La diferencia, argumentó Ramonet, es que una cosa es opinar y otra es actuar. Es un hecho que González no podrá participar formalmente de la defensa de López  y Ceballos ni siquiera en calidad de asesor técnico.

 

El Tribunal Supremo de Justicia, por intermedio de su presidenta, Gladys Gutiérrez, ha declarado que el ex  jefe de gobierno de España no tiene cualidad para participar en la defensa de Leopoldo Lopez y Daniel Ceballos en calidad de abogado , ni podría actuar  como asesor de asesor técnico porque no ha documentado ante los tribunales venezolanos poseer  «especiales competencias técnicas».

En ningún caso es saludable la interferencia en los asuntos internos de un país, porque invariablemente se deriva hacia el doble discurso. Aceptamos como buena la intervención que nos simpatiza y condenamos la que nos produce alergia.

 

La cuestión va más allá de los formalismos técnicos. Es un asunto estrictamente político, donde cada factor juega sus cartas a conveniencia, como debe ser. La oposición, y particularmente el sector de Leopoldo López agrupado en Voluntad Popular y secundado por otros grupos tan o más radicales, apuntan a la presión internacional para forzar la toma de decisiones que se traduzcan en la liberación de todos o de la mayor cantidad de detenidos o cuando menos en la mejora de sus condiciones de reclusión. También es parte, obviamente, de la campaña electoral de cara a los comicios parlamentarios. De eso no cabe duda.

 

El gobierno, por su parte, aprovecha la llegada de González para activar su estructura político-electoral bajo el argumento de la defensa de la soberanía y contra cualquier forma de intervencionismo.  Eso lo haría el  gobierno de Rajoy en España si algún dirigente del chavismo pretendiera asumir un rol como parte de la defensa de algún detenido por razones políticas o conexas. Obviamente, ningún gobierno aceptaría de buena gana una visita con el objetivo que tiene la de esa prominente figura de la política española.

 

A propósito de la molestia manifestada por el chavismo ante la visita de Felipe, ha circulado en estos días una fotografía del encuentro que sostuvo el fallecido presidente Hugo Chávez con González. Eran momentos distintos. La finalidad de la visita del político español no era la que hoy se propone. Lo que la foto deja como mensaje es el conocido refrán según el cual lo cortés no quita lo valiente.  Cuando Felipe se vio con Chávez vino en otra tónica, aunque ya era un crítico del entonces mandatario venezolano.

 

Creo  que mejores resultados le daría al gobierno un recibimiento a González en Miraflores, donde tanto Maduro como el visitante se escuchen y se digan lo que se tienen que decir. Y también pienso que al propio González  y  a quienes lo convencieron de venir a Venezuela les habría sido de mayor provecho enmarcar su visita en la promoción del diálogo y no en la interferencia en procesos judiciales.  El problema es cuando las agendas políticas privan por sobre lo que manda la sensatez y la política con P mayúscula.

 

Resultado previsible de esa visita: en la práctica ninguno, salvo que cada bando insistirá en su discurso. No olvidemos que más allá de cualquier circunstancia estamos en campaña electoral. Y ninguno de los actores de este complicado  teatro que es Venezuela mueve una pieza sin hacer los respectivos cálculos de cara a un proceso que, pese a no tener fecha, va porque si, salvo que lo impida algún cataclismo.

 

Roberto Hernández W.

 

El pasado viernes falleció el doctor Roberto Hernández Wonsiedler, ex ministro del Trabajo, ex vicepresidente de la Asamblea Nacional. Durante muchos años fue dirigente del PCV, hasta que abandonara sus filas para sumarse junto a un grupo de comunistas al PSUV.  Roberto asumió la defensa de presos políticos en los años sesenta y también tuvo mucha actividad ligada a la defensa de los derechos de los trabajadores. Fue  compañero de nuestro padre y un gran amigo de la familia Villegas. Nuestras condolencias a toda su familia, especialmente a su hija Taynem, colega y amiga muy querida.

 

Vladimir Villegas

 

Un estudio sobre la nueva Globovisión

Posted on: mayo 26th, 2015 by Laura Espinoza No Comments

 

Prácticamente al cumplirse dos años de la adquisición de Globovisión por su actual propietario, Raúl Gorrín, el Centro para los Estudios Latinoamericanos y Latinos de la American University, que tiene su sede en Washington DC, ha producido un extenso informe luego de una exhaustiva investigación en torno a la programación del canal, y a su línea informativa, y ha llegado a la conclusión de que la nueva Globovisión tiende a ser neutral, y que «el sesgo a favor del gobierno no es más probable que el sesgo a favor de la oposición.

 

 

El estudio, realizado por varios investigadores encabezados por Michael S. Danielson, Michael M. McCarthy y Paula Orlando, con el asesoramiento del director del Clals,  Eric Hershberg, y el acompañamiento de varios asistentes de investigación,  fue realizado en un periodo particularmente complejo y “evalúa el grado en que la estación Globovisión realizó una cobertura equilibrada de los acontecimientos políticos y sociales en Venezuela durante el polarizado periodo que abarcó de del otoño de 2013 hasta el verano 2014”.

 

 

En la investigación se hace un detallado análisis de la cobertura de las elecciones municipales de 2013, de las manifestaciones callejeras de factores opositores a inicios de 2014, así como de las iniciativas internacionales en favor del diálogo político y social en Venezuela en mayo de 2014. La cobertura de la escasez de productos básicos en los meses subsiguientes también fue motivo de observación. “El estudio se centra en sí la cobertura de Globovisión fue imparcial en término del acceso dado a los representantes del gobierno y de la oposición, de la favorabilidad de la presentación y representación de individuos y organizaciones  prominentes , y de la elección de temas y perspectivas que recibieron cobertura”.

Este estudio, divulgado por el National Press Club, en Washington, y por diversos medios estadounidenses, incluye el análisis de contenido de más de 88 transmisiones de una hora de duración , incluyendo al rededor de 600 segmentos de noticias o entrevistas con más de 1.000 individuos y la discusión de 36 temas diferentes.

 

 

El informe de la investigación, tan extensa como exhaustiva, expresa que durante el periodo evaluado “Globovisión no favoreció fuertemente la posición del gobierno, proporcionando significativamente más visibilidad a voces gubernamentales no presentándolas bajo una luz más positiva que a sus oponentes”.

 

 

Los investigadores señalan que “esto contradice el consabido sentir de la oposición durante este periodo en relación con la supuesta captura de los medios de comunicación de Venezuela por el gobierno”.

 

 

También el documento hace una consideración con respecto al tema de la polarización, que tiene su reflejo, obvio y más que evidente, en el comportamiento de los medios de comunicación.

 

 

“Dado que  el país experimenta altos niveles de polarización  al menos desde 2002,  y que la línea editorial anterior de Globovisión tenía un pronunciado sesgo antigubernamental,  gran parte de la audiencia del canal inevitablemente tiene puntos de vista sobre la línea editorial, en el marco del cambio de propiedad que experimentó en junio de 2014. Sin embargo este estudio revela con un análisis empírico riguroso que no hay evidencia que respalde la creencia de que los nuevos propietarios favorezcan fuertemente al gobierno”.

 

 

Otra conclusión del estudio indica que la programación de la nueva Globovisión “a menudo logra un grado de neutralidad con su cobertura de noticias, a la vez que proporciona  un espacio para el gobierno, la oposición y las voces neutrales en los momentos importantes. Esta conclusión es especialmente importante para la evaluación del  equilibrio”.

 

 

Ahí les dejo eso a quienes se empeñan en desconocer el aporte que la nueva Globovisión viene haciendo a diario para cumplir con su objetivo de promover un periodismo responsable y veraz. No ha sido ni será una tarea fácil. ¿Que se  ha podido hacer mejor durante todo este tiempo? Seguramente. Pero es indudable que hoy el canal es más plural, abierto diverso y equilibrado que durante el tiempo que permaneció bajo el control de sus antiguos propietarios. Los cambios en la planta, y no me cabe ninguna duda, han sido para bien.

 

 

Y es allí donde uno se pregunta quien responde por los daños que durante largo tiempo y con gran intensidad se llevó a cabo para acabar con el canal y su esfuerzo de promover un periodismo responsable, oportuno, equilibrado y veraz, y para someter al propietario del canal, Raúl Gorrín, y a su presidente, Gustavo Perdomo, al escarnio público. El estudio de la American University habla por sí solo.

 

 

Libro de Cruz Villegas

 

 

Mañana miércoles 27 de mayo, en la Librería del Sur , ubicada en el  Teresa Carreño, a las 5:00 pm, será presentado el libro Cuando yo tenga mis manos, una compilación de poemas y escritos políticos e históricos realizados por nuestro padre Cruz Villegas. La compilación fue hecha por mi sobrina Alejandra Teijido Villegas, la portada diseñada por mi sobrina Karen Cortés Villegas.  El prólogo es de Perfecto Abreu Nieves, amigo y compañero de Cruz,  y mi hermana Tatiana también escribe una nota introductoria al libro. Abreu y mi hermana Alicia tomarán la palabra en el acto. La invitación es abierta.

 

Vladimir Villegas

 

La oposición y sus primarias

Posted on: mayo 19th, 2015 by Laura Espinoza No Comments

 

Poco más de 7% del electorado acompañó las primarias de la oposición el pasado domingo, en un evento que tuvo un techo limitado porque solo se eligió una parte de los candidatos a las elecciones parlamentarias que deberían realizarse al menos en el último trimestre del año.

 

No fueron unas  primarias como para que la oposición lance cohetes y haga fiesta. Por decisión política que en la Mesa de la Unidad Democrática evaluaron como la correcta, pese a la inconformidad de algunos de sus actores, se privilegió el consenso entre los partidos por encima de la posibilidad de convocar a un gran evento que seguramente habría concitado mayor interés en el “mercado” electoral adverso al gobierno. Apostaron por lo seguro, por garantizar un importante nivel de acuerdos que no pusiera en riesgo una unidad difícil de consolidar, sobre todo en medio de las diferencias que aún persisten con respecto a las estrategias para enfrentar al gobierno.

 

 

¿Si se hubiesen realizado primarias opositoras en todos los circuitos, e incluso para los votos lista, otro habría sido el panorama, en cuanto a motivación y participación de los electores? Seguramente sí. El tema es el costo no solo económico para encarar un proceso de esas dimensiones, sino también el riesgo de que se pusieran de manifiesto, incluso pasionalmente, las grietas que existen entre el sector que el domingo acaparó el mayor número de candidatos, encabezado por Primero Justicia y Acción Democrática, frente al eje radical que integran Voluntad Popular y el grupo de María Corina Machado, acompañado con intermitencia por La Causa R.

 

La MUD, o mejor dicho, la amplia mayoría de sus integrantes, evitó con las primarias limitadas del domingo las secuelas de un proceso que, si bien ha podido ser de mayor impacto, pudo haberse traducido en secuelas que afectaran gravemente la cohesión de cara a las elecciones parlamentarias. Al final, y eso vale  también para el Partido Socialista Unido de Venezuela, lo determinante no será si un candidato es elegido o no en primarias, sino su mensaje, su propuesta y la evaluación que los electores hagan de él y los movimientos que lo respaldan.

 

 

Las primarias no deciden elecciones, son un hecho democrático que ciertamente estimula la participación pero no garantizan de por sí un resultado exitoso. Recordemos aquellas primarias socialcristianas en las cuales Oswaldo Álvarez Paz derrotó a Eduardo Fernández. Muchos lo daban como presidente. Pero Rafael Caldera, aclamado por el “chiripero” se le metió por los palos. En política, como siempre se dice, dos y dos no siempre son cuatro

 

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Como en toda elección, en estas primarias hubo ganadores y perdedores. Primero Justicia, Acción Democrática, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo fueron los partidos que obtuvieron más triunfos en las primarias. Mientras que Copei, Proyecto Venezuela  y el movimiento Vente, de María Corina Machado, fueron los grandes perdedores. En el ámbito regional, el movimiento Cuentas Claras, de Enzo Scarano, se reveló como un factor emergente que logró barrer los vestigios del “salismo”. También se produjo la derrota de líderes políticos regionales como Walter Márquez en Táchira, Henrique Fernando Salas Feo en Carabobo, y Morel Rodríguez hijo en Margarita. Si bien el partido Alianza Bravo Pueblo, de Antonio Ledezma, perdió con sus dos únicos candidatos, no es de descartar que el alcalde metropolitano ocupe un puesto prominente en las listas por Caracas.

 

 

Como dijo Ramos Allup, y como seguramente dirán los dirigentes del PSUV después de sus primarias en el mes de junio, lo importante son las elecciones parlamentarias. Allí es donde se sabrá realmente si descontento popular es exactamente igual a voto opositor. O si maquinaria mata descontento. Esta carrera apenas comienza.

 

 

Conan Quintana

 

 

La muerte, terrible como elemento inevitable de la existencia, es más terrible aún cuando se lleva a un joven. Sobre todo cuando es producto de la violencia desatada por una delincuencia que nada a sus anchas en la impunidad, y trunca  vidas como las de Conan Quintana, delegado estudiantil al Consejo Universitario de la UPEL.

 

 

Esto de ver caer muchachos a manos del hampa ya se ha hecho demasiado común y cotidiano. Es peligroso que nos acostumbremos, que nos insensibilicemos y sustituyamos la persona, la historia de vida, por una cifra fría, por una estadística. Que sean atrapados los culpables. Es lo que primero se pide en estos casos, que haya justicia. Pero de nada sirve que se atrape a un asesino si seguimos sin políticas adecuadas para reducir la delincuencia y para hacer prevalecer la vida como valor superior.

 

 

 Nora Castañeda

 

 

Se ha ido una venezolana de excepción. Nora Castañeda, ucevista de toda la vida, luchadora por los derechos de la mujer, tuvo una vida de entrega a las ideas en las cuales creyó. Fue una docente muy querida en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de nuestra primera casa de estudios, pero no se limitó a la academia, sino que se vinculó a la lucha política y en particular a la reivindicación de la mujer venezolana. Y desde esa perspectiva actuó al frente del Banco de la Mujer. Nora, una mujer sencilla, de una inmensa humanidad, descansa ahora junto a su esposo, el profesor Jesús Rivero, otro investigador social que también supo cosechar grandes afectos. Y también descansa junto a su hijo Vladimir, que ya debe haberla recibido con el son que siempre lo acompañó. Nuestras condolencias a sus hijos y demás familiares.

 

Vladimir Villegas

Tiempos de cambio

Posted on: mayo 12th, 2015 by Laura Espinoza No Comments

 

Una de las ventajas de no estar en el activismo político es que uno se debe básicamente a sus propios puntos de vista, sin tener que atender al criterio de un colectivo que se crea la potestad de imponer determinada manera de ver las cosas. No reniego de la militancia política. Todo lo contrario, pero en mis circunstancias actuales me tomo la libertad de expresar lo que pienso, sin detenerme mucho en los radicalismos de oficio.

 

 

Y desde esa libertad trato de construir mi tono personal de decir las cosas, en una Venezuela que vive en medio de grandes dificultades. No nos anima sino la esperanza de ver al país superando sus problemas y tomando el rumbo de crecimiento, desarrollo, inclusión y justicia que todos esperamos. Lo lógico es que en un escenario como el que vivimos no impere el deseo de estimular confrontaciones que, como se ha demostrado a lo largo del tiempo, aquí y en otros lugares del mundo, no dejan sino un saldo de mayor agravamiento de nuestros males como nación.

 

 

Esta visión desagrada a mucha gente. Lo entendemos perfectamente. Pero como no andamos en busca de votos seguimos animados a exponerla, con el convencimiento de que tarde o temprano será inevitable llegar al escenario de promover acuerdos para sacar adelante a Venezuela. A quienes creen que todo va bien, que no hay que corregir rumbos, les decimos que es tiempo de revisar la historia. A veces la rectificación es la mejor manera de preservar un proyecto político, un legado o como quieran llamarlo. Insistir en mantener la marcha sin detenerse en los baches del camino escogido puede representar la perdición de un movimiento político, aunque se haga en nombre de preservar sus ideas y planteamientos fundamentales.

 

 

La lógica económica, por ejemplo, no puede estar atada a prejuicios ideológicos que intenten someterla o moldearla. No se trata de rendirse irresponsablemente al “sálvese quien pueda” del extremismo neoliberal, pero tampoco de creer en la visión voluntarista de que el Estado por sí solo puede dar respuesta a los desafíos de la sociedad. No tiene sentido creer que la superación de los problemas económicos de la Venezuela de hoy pasa por desmantelar totalmente al Estado o por pasarle la aplanadora al sector privado. Ambos son necesarios y se pueden y deben complementar. Esa discusión está más que resuelta en el modelo económico que recoge la carta magna de 1999. El legado del constituyente es precisamente lo que nos puede ayudar a salir adelante. Por eso no cabe otra cosa que buscar acuerdos entre el gobierno y el sector empresarial, sin que cada quien deje de ser lo que es y defender sus criterios.

 

 

En días recientes voceros de la Mesa de la Unidad Democrática han alertado sobre el agravamiento del desabastecimiento, mientras que el gobierno asegura que en poco tiempo se superará el problema, a partir de las decisiones que están tomando. El asunto es que no existe ningún espacio en el cual unos y otros puedan escuchar al contrario y verificar en qué están equivocados o donde están sus aciertos. Mientras tanto, el ciudadano de a pie sigue a la espera de respuestas concretas que no terminan de llegar, y con la sensación de que las cosas pueden ir para peor.

 

 

En estas líneas no existe la intención de dar consejos a nadie y menos a quien no los está pidiendo. Solo registramos con angustia que el sendero que nos puede conducir a dejar atrás el rentismo, a estimular la producción nacional, a generar empleos productivos, a sanear las empresas públicas y a consensuar una política económica para salir de la emergencia que vivimos no es por el cual nos dirigimos. Unos demandan cambio de piloto. Otros esperamos cambio de rumbo.

 

 

David Rodríguez

 

El pasado sábado en horas de la noche recibimos la infausta noticia sobre el fallecimiento del cineasta venezolano David Rodríguez, un hombre bueno, un excelente amigo con quien compartimos diversas tareas en distintos escenarios públicos. David fue uno de los impulsores de la Villa del Cine. Siempre apostó por el fortalecimiento del cine nacional. Lamentablemente, una terrible enfermedad, a la cual se enfrentó desde hace varios años, terminó por ganarle la partida. Nunca perdió el optimismo ni los deseos de vivir. Por no estar en Caracas no pudimos acompañarlo en su despedida, pero nos queda la satisfacción de haber conversado con él extensamente. Inmensa es la satisfacción de conocerlo y contar con su afecto y amistad permanentes, por encima de diferencias eventuales, que para nada tienen importancia frente al vínculo solidario que nuestra familia siempre mantuvo con ese extraordinario ser humano. Paz a sus restos.

 

Vladimir Villegas

Revolcón o golpe de timón

Posted on: mayo 5th, 2015 by Laura Espinoza No Comments

 

 

Recuerdo lo ocurrido en Miraflores el 14 de febrero de 2014. El presidente Nicolás Maduro convocó a la instalación de la llamada Conferencia de Paz, a la cual asistió una amplia gama de representantes de la sociedad, entre ellos figuras del sector empresarial venezolano como Jorge Roig, presidente de Fedecamaras, y Lorenzo Mendoza, presidente del grupo de empresas Polar.

 

No fue fácil para el presidente Maduro invitar a ambos ciudadanos.  Ni para ellos asistir a un encuentro en Miraflores que tenía un alto costo político en vista de la situación de confrontación y violencia que se vivía en el país. Tiempos de guarimba, detenciones, endurecimiento de posiciones. Y sin embargo Miraflores se convirtió en el epicentro de un hecho que ha podido representar un salto cualitativo en la búsqueda de la superación de nuestras dificultades como nación.

 

Ese era el mejor momento para que el gobierno y el sector privado fuesen más allá de la superación de una que otra traba administrativa. Las largas reuniones de empresarios y gobierno que se realizaron después de la instalación de la Conferencia apenas sirvieron para repetir las mismas quejas y las mismas respuestas sobre permisos y otras penurias burocráticas. Desde el gobierno hubo una clara resistencia a tocar los temas de fondo de la economía: el sistema cambiario, la lucha contra la inflación, el sistema de precios, la sobre valuación de la moneda, etc.

 

Ese momento era el ideal para la toma de grandes decisiones económicas, para un consenso que nos permitiera evitar las penurias que hoy estamos padeciendo. El gobierno no lo aprovechó.

 

No hubo la decisión política de tomar el toro por los cuernos, de entrarle de lleno a la corrección de los desequilibrios macroeconómicos, y hoy, lamentablemente, tampoco existe.

 

En ese entonces, hace un año y tres meses, ya era imperativo tomar decisiones.  Ya se hablaba de lo inevitable, por ejemplo, del aumento de la gasolina. Y hoy sigue sin terminar de deshojarse esa margarita. Y no era tan apremiante resolver el rompecabezas del desabastecimiento. Algún economista dijo el año pasado que en 2015  extrañaríamos a 2014. En eso andamos y apenas culmina el primer trimestre. Y seguimos sin tener una ruta clara para desenredar la maraña de problemas y contratiempos que nos complican la vida.

 

La carta de Lorenzo Mendoza al presidente Nicolás Maduro, publicada en días recientes en la prensa nacional, recoge en buena medida el espíritu de su intervención en la Conferencia de Paz. No fue poca la batería de ataques que recibimos en aquel entonces quienes nos decidimos a asumir el camino del diálogo. Mendoza y Jorge Roig llevaron lo suyo. Hoy están nuevamente en el foco pero por las afirmaciones que sobre ellos ha hecho el jefe del Estado.

 

No hay que pretender ser fiador ni serlo  de Jorge Roig o de Lorenzo Mendoza para insistir en la conveniencia de que el presidente opte por el diálogo con ellos y lo que representan  en lugar de tomar la opción de la confrontación. En primer lugar no lo necesitan. No se trata de salvarle el pellejo a nadie en particular sino de evitarle mayores contratiempos al país.

 

Necesitamos acuerdos para garantizar el abastecimiento de bienes esenciales, para alcanzar un funcionamiento sano de la economía y eso no se logra sino con acuerdos con todos los actores económicos, sin exclusiones.

 

Un revolcón o como se llame, que implique tensar aun más la cuerda puede provocar peligrosos escenarios que el gobierno debe evitarse a sí mismo y a todos nosotros. El revolcón que se necesita, en todo caso, es para dejar de creer que la solución de los problemas pasa por confrontar, o por reducir o doblegar, a un adversario o enemigo con el cual no hay manera de llegar a mínimos acuerdos.

 

Pesa mucho en todo esto la coyuntura electoral, que por si sola ya se convierte en una barrera para impedir entendimientos que  el país reclama. Pero lo lógico, lo responsable, es mirar más allá de ese evento comicial y de una buena vez pensar en el impacto que a lo largo de años va  a dejar la postergación de medidas necesarias para recuperar la economía nacional.

 

No es tiempo de tomar empresas sino de tomar decisiones. No es momento de revolcar sino de ordenar, de rectificar. Si en alguna ocasión tiene sentido hablar de golpe de timón es ahora. Y el timón lo tiene usted, señor presidente.

 

Vladimir Villegas

Tiempos de cambio

Posted on: abril 28th, 2015 by Laura Espinoza 1 Comment

 

Maduro-Roig ¿diálogo imposible?

 

Hay momentos en los cuales las circunstancias obligan, ordenan, mandan, marcan la pauta. Hay que saber leerlas, entenderlas, y asumir que no se les puede ignorar, porque el costo terminaría siendo muy elevado.

 

Ese es el caso venezolano. La actual situación del país, marcada por severas dificultades económicas, no obliga a otra cosa que a buscar el mayor entendimiento posible para hacerle frente con éxito. Desde hace bastante tiempo un grupo de venezolanos, desde distintas perspectivas políticas y ocupaciones, hemos venido insistiendo en que el diálogo es el camino, y que el gobierno debe tomar la iniciativa nuevamente.

Las circunstancias indican que tenemos un escenario económico complejo, que tiende a agravarse, que podemos ir a escenarios aún más complicados. Y lo peor es que no termina de aparecer una ruta, una estrategia económica que, más que agradar a los inversionistas, a los mercados internacionales, le brinde a la población la certeza de que estamos en el camino de la corrección de los desequilibrios que nos mantienen en medio de una inflación que mete cada vez más miedo, un desabastecimiento que no da señales de mejorar y una intensificación del llamado bachaqueo. Y las colas nada que ceden.

 

Sinceramente no creo que la solución a los problemas sea una intensificación de la confrontación entre el gobierno y el sector privado. No estamos para batallas épicas, para escenarios de tensión, de medición de fuerzas sino para encontrar alternativas que impidan el colapso de la economía.

 

El día que dio su mensaje anual ante la Asamblea Nacional, el presidente Nicolás Maduro encomendó a Miguel Pérez Abad, presidente de Fedeindustria, la tarea de reunirse con el sector productivo y sus gremios, con Fedecámaras y con economistas de pensamiento diverso para recoger ideas y propuestas. No hemos tenido noticias de los resultados de esas consultas y si el primer mandatario ya tiene en sus manos algunas propuestas derivadas de esa responsabilidad asignada a Pérez Abad. Esa era una buena vía, pero una de mayor efectividad es que el presidente y los representantes del sector privado se reúnan, tengan una encerrona tan larga e intensiva como el tamaño de las diferencias que los separan.

 

Un camino en la dirección opuesta va a traducirse en mayores penurias para la población, en más retórica y menos productos de primera necesidad a la disposición de los consumidores de todos los sectores sociales. En cambio, si  se produjera ese encuentro estoy seguro de que se limarían importantes diferencias y se llegaría a fórmulas que permitan resolver los nudos que entorpecen la marcha de la economía.

 

Si se buscó la vía diplomática para aliviar las tensiones con el gobierno de los Estados Unidos, si Maduro y Obama se reunieron por varios minutos e incluso ya se avizora la designación definitiva de embajadores, no entendemos por qué no puede haber espacios para el diálogo con el sector privado nacional.

 

Si Venezuela y España no permitieron que la sangre llegara al río y van camino a la normalización de las relaciones, no hay argumentos de peso para alegar que ello no es posible hacerlo con el empresariado, y particularmente con Jorge Roig, un líder empresarial con criterio político, a quien conozco desde La Causa R. Allí tuvimos diferencias y cada quien tomaría su camino,  él con el sector de Andrés Velásquez y nosotros en tienda aparte con el PPT.

 

Estoy convencido de que si Maduro y Roig se reunieran, a solas o con sus respectivos equipos, algo positivo para el país saldría de ese encuentro. No se trata de que el uno convenza al otro, es de llegar a acuerdos que se traduzcan en beneficios para todos. No se trata de que gobierne Fedecámaras, pero obviamente tampoco que desaparezca o sea un cero a la izquierda. Ningún gobierno  pierde si promueve el diálogo para buscar soluciones. Todo lo contrario.

 

Sabemos que el hecho de que estemos en un año electoral conspira contra las posibilidades de diálogo efectivo entre el gobierno y los sectores productivos. No obstante, insistimos. No es para que se tomen la foto y aparenten una falsa armonía. Es para que cada quien diga sus verdades y escuche con respeto, atención y apertura las del otro. Y a partir de allí abordar una agenda concreta. ¿Para qué tomar una vía más complicada?

 

Vladimir Villegas

¿Y las buenas noticias?

Posted on: abril 21st, 2015 by Laura Espinoza No Comments

 

En Venezuela hay escasez de una importante cantidad de rubros de consumo masivo, muchos de ellos de primerísima necesidad. Eso lo verificamos diariamente, no sólo por las extensas colas que se observan en abastos, supermercados y otros expendios, sino también porque el eje de las conversaciones cotidianas no es otro sino ese. Lo difícil que fue conseguir papel higiénico, la extensa cola para el detergente o la frustración que produce el llegar al momento d e comprar y encontrarse con la mala noticia de que se acabó lo que se vendía, bien sea aceite, carne o una pechuga de pollo.

 

 

Esa es la escasez que resentimos a diario y que parece de nunca acabar, al menos mientras no se corrigen de manera correcta y terminante los errores, los desatinos y las carencias de  la política económica, tema ya recurrente, repetitivo y tal vez poco original, pero de una innegable pertinencia.

 

 

Pero hay otros productos escasos, como las buenas noticias. Queremos que aparezcan, no ya en los anaqueles sino en la realidad. El país está ayuno de noticias que nos levanten el ánimo como nación, que reactiven el optimismo, que conduzcan a nuevas conversaciones sobre temas que son esenciales para salir adelante.  Ya hay una sobre producción de malas noticias en el ámbito de la seguridad, por ejemplo. Nuestros policías son cada vez más vulnerables frente a una delincuencia que tiene desprecio por la vida y se solaza sembrando muerte y terror, en medio de la mayor impunidad. ¿Vendrá una buena nueva al menos en ese aspecto de nuestra cotidianidad?

En el ámbito petrolero tampoco aparecen buenas perspectivas ni en el corto ni en el mediano plazo. Al parecer, salvo milagro en contrario, la caída de los precios vino con ganas de quedarse durante un buen rato. Y allí radican buena parte de las malas noticias que nos persiguen. Al caer los precios se debilita la gallina de los huevos de oro y  es una de las razones por las cuales comienza  a sentirse en forma drástica la escasez de divisas.

 

 

Entonces viene la mala nueva de la reducción de la asignación de divisas para viajes, mientras continúa el viacrucis de los estudiantes venezolanos en el exterior que no reciben la buena pro para poder pagar sus semestres y su manutención. Ellos también necesitan con urgencia buenas noticias, en medio de tantas dificultades por las que están pasando.

 

 

De igual manera el sector salud también espera noticias positivas. Que se acabe el desabastecimiento de medicinas, que mejore la atención en los centros públicos, que sean sancionados los responsables de tantos desatinos en el sector. Pero sobre todo que se acabe el ruleteo de pacientes.

 

 

Y así vamos de sector en sector y de tema en tema.  El reclamo  es el mismo.    No quiere decir que no haya razones para el optimismo, o que no estén pasando cosas buenas, como por ejemplo, lo que se ha logrado en materia de vivienda o los éxitos del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles. El problema es que el peso fundamental en la balanza lo llevan las dificultades y las contrariedades en dos rubros como la economía y la seguridad. Y poco hacemos,  principalmente el gobierno, pero también, oposición y  el resto del país upara tratar de tomar otros rumbos  que nos  permitan  recuperar el espacio perdido frente a la delincuencia, la inflación, la corrupción, el sectarismo, el dogmatismo, la pugnacidad, la mediocridad, el facilismo, la prepotencia, y sobre todo la creencia de que una vez más el oro negro siempre estará allí para sacarnos la pata del barro.

 

 

Otros países lo han logrado. Han podido bajarle el copete a  las dificultades económicas y a la delincuencia organizada, por mencionar dos problemas que s si se resuelven o se aminoran sensiblemente pueden llevarnos a un panorama diferente, de confianza, optimismo, ganas de emprender proyectos de desarrollo, y sobre todo le brindarían a las nuevas generaciones, a esa juventud que no imagina su futuro en esta tierras, unas perspectivas totalmente atractivas para llevar a cabo sus sueños en territorio nacional.

 

 

Ese giro hacia la superación de los escollos que nos sumen en una  atmósfera negativa bien puede darlo el gobierno. Es cuestión de voluntad política, de apostar por el entendimiento y el logro de consensos con todos los sectores. La pugnacidad en tiempos de crisis no lleva a ningún buen puerto. La dimensión de los problemas que vivimos los venezolanos obliga a tomar decisiones duras y difíciles, es cierto, pero serán más duras y difíciles las consecuencias si creemos que  no hay nada que rectificar, que todo marcha sobre rieles. Cambiar esa manera de ver las cosas ya sería en sí misma una buena noticia.  Por algún  lado se tiene que empezar.

 

Vladimir Villegas

 

Dólar viajero y Cumbre de Panamá

Posted on: abril 14th, 2015 by Laura Espinoza 1 Comment

 

Mientras el presidente Nicolás Maduro visitaba el barrio El Chorrillo, emblemático sector popular panameño que sufrió en carne propia la invasión norteamericana de 1989, aquí en Caracas corría como pólvora la información contenida en una resolución de Cencoex, “gracias” a la cual se redujo el monto en dólares para viajeros al exterior y el cupo para compras en Internet, y se reduce a la banca pública la tramitación de divisas con tarjetas de crédito.

 

Uno imagina que tal decisión no pudo haberse adoptado sin el consentimiento del jefe del Estado. Y al menos es lo último que podemos pensar, por el impacto inmediato de esa medida y sus inmediatas y futuras consecuencias. Pero no deja de llamar la atención que se adoptara o se anunciara mientras el presidente Maduro cumplía el compromiso internacional más importante de toda su gestión como primer mandatario nacional. ¿Fue una estrategia deliberada dar a conocer la resolución de Cencoex para que pasara inadvertida en medio de la supernoticiosa Cumbre de las Américas, o sencillamente no obedeció a una estrategia preconcebida? Esa respuesta no podría darla este cronista, le corresponde, si es su deseo, a quienes la anunciaron y a los encargados de la política comunicacional del gobierno.

 

En todo caso, eso forma parte del anecdotario en torno a un tema que genera mucha sensibilidad en una sociedad que ha ejercido el derecho de viajar al exterior aun en los peores momentos de crisis. El fondo del asunto es que la decisión de Cencoex causó en buena parte de la población más tristeza que otra cosa.

 

No faltarán quienes atribuyen a los “raspa cupos” o incluso a la asignación de divisas preferenciales para viajes al exterior parte de las causas que han generado los problemas económicos en Venezuela. Una medida como esa tal vez era inevitable en vista de la drástica caída de los precios del petróleo, pero no deja de ser percibida como injusta, sobre todo cuando reina la impunidad en torno al caso de los 20.000 millones de dólares asignados a empresas de maletín que se esfumaron como por arte de magia. Los raspa cupos deben ser castigados según las leyes, pero aquí no tendría por qué caber aquello de que justos pagan por pecadores.

 

También cabe preguntarse si no había otras alternativas distintas a las medidas que restringen los dólares para viajeros y el cupo para compras en Internet. Por ejemplo, si se hubiese adoptado a tiempo el aumento de la gasolina, en torno al cual prácticamente existe un gran acuerdo nacional, ello habría producido un ahorro de divisas al país tal vez muy superior a lo que espera ahorrarse con las decisiones de Cencoex. Por cierto, con el tema del cupo para viajeros no hubo una campaña como la que se venía haciendo para preparar a la población de cara al aumento de la gasolina. Se hizo de golpe y porrazo…

 

Comentario aparte merece la decisión de que solo los bancos públicos podrán tramitar los dólares para viajeros, con lo cual al menos 2 millones de tarjetahabientes de bancos privados tendrán que migrar hacia instituciones financieras estatales para poder ejercer ese derecho. Ya imaginamos el dolor de cabeza que va a producir intentar obtener una tarjeta de crédito en un banco público. Ojalá estemos equivocados, pero resulta cuesta arriba creer que esas instituciones públicas podrán atender en breve plazo la masiva solicitud de tarjetas que se avizora.

 

Ya existía una situación de desigualdad cuando se le negaba y se sigue negando el dólar preferencial para viajeros que carecen de tarjetas de crédito. Ahora se suman quienes no poseen el mencionado plástico en bancos públicos. Lo razonable es que al menos este aspecto de la resolución sea derogado, porque genera contratiempos, daños materiales y hasta familiares para quienes ya tenían comprados sus pasajes para ir al exterior y se les hace tarde para obtener divisas por los mecanismos legales. El daño que genera ese cuello de botella tiene que ser ponderado responsablemente.

 

Seguramente tampoco faltará quien argumente que ese tema de los viajes al exterior solo preocupa a un sector reducido de la población. Ese es un cálculo absolutamente desubicado. El venezolano, de todos los sectores sociales, siempre ha tenido y seguirá teniendo la aspiración de viajar al exterior.

 

Es un tema que no se puede despachar con retórica simplista, porque la medida en sí misma habla de las graves dificultades que presenta nuestra economía. Y es allí donde se evidencia la necesidad no solo de políticas económicas que señalen un rumbo cierto, sino también de una vocería que transmita claramente cuál es ese rumbo, y el porqué de medidas que de una u otra forma golpean a la población.

 

Lo cierto es que el desempeño del presidente Maduro en Panamá, exitoso en cuanto a que su posición recibió apoyo de la mayoría de los gobiernos del continente frente al decreto del presidente Barack Obama, no será de un mayor provecho en el plano interno porque la reducción del dólar para viajeros y del cupo para compras por Internet le robaron buena parte del show. ¿Fue una coincidencia o fue deliberado el anuncio mientras Maduro librara su batalla en Panamá? Ni idea.

 

Vladimir Villegas

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