El Partido Socialista Unido de Venezuela sale de sus elecciones primarias cantando victoria por los resultados, que según cifras dadas a conocer apuntan a una participación que sobrepasa los 3.100.000 personas.
Aunque surja la polémica en y torno a si esos resultados fueron abultados o no, la organización fundada por Hugo Chávez puso en tensión sus fuerzas hasta el máximo, a conciencia de que tiene en frente el reto político más difícil desde su fundación: conservar su mayoría parlamentaria en medio de la ausencia del líder fundador y en una coyuntura económica caracterizada por la escasez de productos fundamentales para los venezolanos y una inflación que arrasa con el mejor de los salarios.
Negar que el PSUV salió bien parado de estos comicios para elegir sus candidatos al Parlamento es pretender tapar el sol con un dedo. Movió su maquinaria, hizo un esfuerzo de calle en medio del descontento por la crisis económica y logró movilizar a su estructura en todo el país. Esto no le garantiza la victoria en las parlamentarias. Recordemos que el padrón electoral es de 19 millones de electores. Unas buenas primarias indican el estado de la organización, la capacidad de movilización y sobre todo fortalecen el espíritu de cuerpo, algo indispensable en circunstancias difíciles como la que se vive en el país. El PSUV que vimos el domingo es un partido que tiene intacto el instinto de conservación, y ello por sí solo lo hace un rival de cuidado para la oposición venezolana agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática. Pero, insistimos, primarias exitosas no son sinónimo de triunfo.
Todavía el partido de gobierno tiene asuntos por resolver. Uno de ellos lograr que los candidatos y factores derrotados se sumen a la campaña. Otro, hacer una atinada escogencia de los aspirantes por lista y los suplentes de los electos el domingo. Y el asunto más difícil de todos, armar una alianza perfecta o casi perfecta con los aliados, quienes han esperado pacientemente a que el PSUV resuelva su elecciones internas y asuma, ahora sí, la discusión con sus compañeros de ruta en torno al espacio que deben ocupar en materia de candidaturas. Los aliados piden y van a seguir pidiendo, o mejor, exigiendo, una cuota proporcional al aporte electoral que han dado al hermano mayor. ¿Negociará duro el PSUV? ¿Aceptarán sus aliados un trato no acorde con su peso electoral? Ya veremos.
Mujeres en todo
Fue la combativa dirigente adeca Isabel Carmona quien motorizó desde hace unos cuantos meses la iniciativa de ir al Consejo Nacional Electoral a solicitarle a ese organismo la adopción de medidas destinadas a garantizar para las mujeres militantes de todos los partidos una participación en las listas de candidatos de al menos el 40%. Estaba cantado que el organismo electoral adoptaría una resolución de esas características. No se entiende entonces por qué la Mesa de la Unidad Democrática no tomó las medidas del caso. Ahora tiene que resolver y ello obliga a revisar los consensos para ceder el puesto a las damas en el complicado autobús de la unidad.
Las mujeres opositoras, aunque quizás no puedan decirlo públicamente, están de plácemes por esta decisión del CNE, que les reivindica un derecho por el cual vienen luchando desde hace tiempo.
Doris Francia
Esta valiente mujer venezolana falleció el pasado domingo. Doris siempre fue sinónimo de lucha, entrega a sus ideas y por ello sufrió en carne propia la represión durante los tiempos del puntofijismo. Junto a Douglas Bravo, Alí Rodríguez, Francisco Prada, Argelia Melet, Ángel Márquez y otros exdirigentes del PCV fundó el PRV, y luego el movimiento político Ruptura. Precisamente por publicar un reportaje en el periódico Ruptura sobre la fuga de varios presos políticos del Cuartel San Carlos fue detenida y sometida a juicio por rebelión militar. Nuestras condolencias para toda su familia, particularmente para mi amigo Néstor Francia, hermano entrañable de Doris.
Pedro Llorens
También falleció en días recientes el colega Pedro Llorens, con quien compartí varios años de trabajo en el diario El Universal. Nuestro pésame a todos los sus familiares.
Vladimir Villegas