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Estado comunal

Posted on: enero 31st, 2021 by Laura Espinoza No Comments

La Asamblea Nacional monocolor ha recibido la orden del Golem gobernante de aprobar antes del 24 de junio las Leyes de Parlamento Comunal y Ciudades Comunales. Proyectos seguramente ya precocidos en Miraflores que profundizan el propósito del Estado comunal o república de soviets, que fuera rechazado por voluntad popular en el referéndum de reforma constitucional de diciembre de 2007. Burlando ese rechazo y violando la Constitución Nacional, Chávez y la Asamblea Nacional, entre 2008 y 2012, aprobaron, entre otras leyes orgánicas, la creación de consejos comunales y comunas.

 

 

El poder comunal es una ficción que lejos de otorgar soberanía al “pueblo”, es la fachada de un estado autocrático que controla todos los poderes públicos tutelados por un Partido-Estado, que en nuestro caso sería el PSUV. Un remedo del arcaísmo ideológico comunista, el mismo que sembró miseria en Rusia y China. Recordemos que las comunas chinas, la manifestación más patente de esclavismo del SXX, desparecieron en 1978 a partir de las reformas orientadas a la economía de mercado emprendidas por Deng Xioaping para rescatar a los chinos de la condena de muerte por hambre.

 

 

Esas nuevas leyes, gestadas en el PSUV, que ya se arroga ser el único partido político en Venezuela, propenden a la liquidación de cualquier forma democrática que aún perdure en el país, a la desaparición de toda pluralidad que no concuerde con el estamento oficialista. Lo único novedoso en estas piezas de la arqueología comunista sería la de un socialismo militarista, dado el poder de los uniformados en el sanedrín que hunde a la República en la miseria.

 

 

En las deliberaciones sobre estos oscuros proyectos legislativos no habrá, por supuesto, representantes del 80% de los venezolanos que repudiaron la escogencia de esta Asamblea Nacional. Correspondería a la dirección de la oposición democrática, asumir la representación de las mayorías ignoradas y conducir el rechazo combativo frente a este nuevo despropósito.

 

 

Ramón Peña

A la deriva

Posted on: enero 25th, 2021 by Laura Espinoza No Comments

 

 

Arranca el año económico en la misma penumbra que reina desde hace siete años. No hay una decisión o promesa oficial que la alumbre. La única medida significativa que podemos vislumbrar este nuevo año, es la de rasurarle otros seis ceros al agónico Bolívar. Es lo que podemos esperar del cenáculo de nuestra política económica, de su llamado “estado mayor”, cuyas torpezas se imponen con estilo castrense. La desaparición en curso del Bolívar y la hiperinflación, que cerró en 6.500% en 2020, son los emblemáticos signos de una economía que navega como barco que perdió el timón en medio del océano. Es así desde 2005, cuando Chávez se autoproclamó comandante en jefe del Banco Central de Venezuela.

 

 

La dictadura se escuda en la peregrina excusa de las sanciones del imperio como causa de nuestros padecimientos. Veamos qué cuenta la memoria. En estos 22 años, el país recibió ingresos por más de un billón (con doce ceros) de dólares. Pero entre expropiaciones, confiscaciones y asedio a la producción privada, devastación de la PDVSA de 3.2MMBD, ocaso de las “socializadas“ empresas de Guayana, control de cambios como botín de millardos para marrulleros públicos y privados, financiación de la economía cubana, gigantescos negocios turbios con progres latinoamericanos y corrupción a manos llenas, se despilfarró ese billón, esos años de vacas gordas, de desmesurados precios petroleros. Anclados en ese despropósito, el tamaño de nuestra economía se ha reducido hoy a 25% de lo que era en 2014. Algo solo imaginable en un país en guerra

 

 

Si hiciéramos el ocioso ejercicio de reponerle los ocho ceros que festivamente le han quitado al Bolívar, y comparamos la tasa de cambio actual con la de finales de 1998, el valor de nuestro signo monetario sería unos 290 millardos de veces inferior al de hace 22 años. Aún no se han inventado sanciones que tengan el poder de provocar semejante debacle.

 

Ramón Peña

Mentiras y otras imposturas

Posted on: enero 18th, 2021 by Laura Espinoza No Comments

“¡La vida ha mejorado, camaradas, la vida es más alegre!”
Stalin, mensaje al pueblo, 1935

 

 

La mentira es la tercera pieza, junto con la propaganda y el terror, de la estrategia comunicacional que, por igual, han practicado fascistas y comunistas. De variadas modalidades: explícita, encubierta, subliminal, su importancia e intensidad aumentan cuando es necesario esconder fracasos y miserias.

 

 

En el horizonte del régimen no figura el superar fracaso y miseria, la farsa comunicacional es por tanto prioritaria. En la presentación de memoria y cuenta, el Golem gobernante afirmó que la pobreza en el país es de 17% y la extrema de apenas 4%. Esto no cabe ni siquiera en aquella clasificación de Mark Twain cuando incluía a la estadística como la tercera forma de mentir, porque no existe estadística, por marrullera que sea, que pueda sustentar tan grotesca aseveración. Según el Banco Mundial la pobreza en Venezuela compite con la de Yemen, Zambia y Zimbabue. Hace rato dejamos atrás a Haití en dígitos de miseria. Mejor ni comentar la afirmación, en el mismo evento, de que nuestro consumo alimenticio está cercano al autoabastecimiento.

 

 

La mentira también viene entreverada con el cinismo. Notable ese difundido video oficial en el que el mismo personaje, desde la altura del Ávila, se vale de la obra de redecoración del hotel y el lujoso casino para exclamar un sentencioso “¡Sí se puede!”. Una manera insolente de crear la ilusión de que el desafío es el lujo y lo ornamental, porque ya lo básico: hospitales, escuelas, servicios, está resuelto.

 

 

Concomitante con esta fabricación de imagen, es el glamour de los nuevos supermercados de lujo árabes e iraníes, pero todavía más sublime, la reciente apertura en Caracas de un concesionario de exquisitos autos Ferrari. Un remedo de monarquía africana, en esta Venezuela sin gasolina, de pavimentos ahuecados, en la que, en 2020, apenas se produjeron 87 vehículos…

 

 

Ramón Peña

La pobreza reclama respuesta

Posted on: enero 12th, 2021 by Laura Espinoza No Comments

 

“Lo imposible solo tarda un poco más”.

Grafitti en una calle de Buenos Aires

 

 

Fruto de la farsa rechazada por 80% de los venezolanos y por casi sesenta democracias, se instaló el pasado 5 de enero el sanedrín del odio. No encontramos otro calificativo para esa parodia de jurisdicción legislativa, que arrancó desde el primer día profiriendo indiscriminadas amenazas contra venezolanos dentro y fuera del territorio nacional. En sus más altos cargos directivos han quedado juntos: la maestría en el cinismo y la patología del resentimiento. Un tándem que rememora aquella ocurrencia del Duque de La Rochefoucauld, cuando en 1815, viendo a Talleyrand caminar ayudado por Fouché, comentó “allí va el vicio apoyado en el brazo del crimen.”

 

 

No hay sorpresas. Acoso, represión, mentiras, propaganda y control es cuanto puede esperarse de este nuevo poder ilegítimo. Un coro de comisarios del partido gobernante, adornado con la dócil segunda voz de opositores tailor-made.

 

 

Entre tanto, la pobreza, en todos los terrenos del acontecer nacional, crece sin tregua. Todos los días, en pequeños pueblos y ciudades, la miseria grita, pero en descampado, sin encontrar eco alguno. El régimen, sordo e inconmovible les da la espalda. Pero también prevalece en la mayoría escepticismo y desconfianza en la capacidad y voluntad de la oposición democrática para acompañarlos en sus reclamos.

 

 

Los venezolanos olvidados, que son casi todos, no solo los pobres en el umbral de la indigencia, sino también los industriales y productores del campo que generan inversión, producción y empleo, los educadores, los trabajadores de la salud, los empleados públicos, son huérfanos de una fuerza política que, sin mayor retórica, se convierta en su voz y guía y le dé peso a sus reclamos específicos. Una exigencia a la que debe responderse con propósito concreto cuando, libre de apetencias partidistas y personales, se reedifique el hoy debilitado y poco unitario liderazgo de la oposición democrática.

Ramón Peña

 

Al cierre del año

Posted on: diciembre 27th, 2020 by Laura Espinoza No Comments

Se va este 2020, ojalá sin billete de regreso. Para el mundo entero, fue el año de un fantasma llamado pandemia, para los venezolanos, además del virus, fue otro año de devastación económica sin pausa ni retroceso.

 

 

En estos doce meses, el acopio de arbitrariedades, corrupción y desatinos llevó finalmente al Bolívar a su agonía y muerte. Desvalorizado, ya nuestro signo monetario había dejado de ser instrumento de ahorro, luego fue insuficiente como medio de pago y ahora ni siquiera es unidad de cuenta. El precio de las mercancías y los servicios se denomina en dólares. Los salarios perduran en bolívares pero no son más que un relato de ficción. Tan irreal como las fantasmales emisiones de circulante del Banco Central. No existe registro en la historia económica contemporánea de país alguno con una brecha tan abismal entre salario y precios.

 

 

La que fuera la manifestación más sólida de bienestar en nuestro país durante la segunda mitad del SXX, la clase media, se ha reducido a un irrisorio segmento de nuestra sociedad. Venezuela exhibe hoy un índice de desigualdad social y económica atroz, el peor del hemisferio, en el que despunta, por contraste, la ostentación de riqueza asociada al poder político.

 

 

La devastación de nuestros recursos naturales, el desmantelamiento de las empresas básicas, la desindustrialización y la pérdida crítica de la capacidad de producción de alimentos, configuran un perfecto símil con un país que ha sido invadido y arrasado por fuerza foráneas.

 

 

Porque este desastre no es explicable como resultado de un enfrentamiento entre coterráneos. Somos víctimas de un poder criminal ajeno a nuestro gentilicio, manipulado por los ya viejos hilos castrocubanos, a los que se sumó este año la injerencia, y por supuesto el aprovechamiento, de las peores satrapías asiáticas. Más allá de recuperar democracia y justicia, la de Venezuela es una lucha por la liberación.

 

 

 
Ramón Peña

Esparanza

Posted on: diciembre 20th, 2020 by Laura Espinoza No Comments

Queridos y consecuentes lectores de “En pocas palabras”:

 

 

En vísperas de Navidad, hace una pausa esta breve crónica con la que molesto vuestra atención cada domingo desde hace ya diez años. Este 2020 ha sido de nuevo un año rudo para el bienestar, la libertad y la justicia de los venezolanos. Calamidades acrecentadas por la presencia de la pandemia. Concedamos a nuestros espíritus la oportunidad de disfrutar de la paz que acompaña estas fechas de epifanía, para olvidar por un instante los momentos amargos y reencontrarnos serenos y en armonía con nuestros seres queridos.

 

 

Que la esperanza marque este encuentro pascual. Que no palidezca el fervor ni se enfríe la fe en lograr la Venezuela que todos deseamos.

 

 

Mi afectuoso abrazo para todos. ¡Feliz Navidad!

 

 

Ramón Peña

De la escuela al cuartel

Posted on: diciembre 13th, 2020 by Laura Espinoza No Comments

 

 

En la elección parlamentaria del pasado 6/D no había nada que pronosticar. Las encuestadoras estuvieron casi totalmente calladas. Entre el oficialismo y adláteres habían configurado una nueva Asamblea Nacional y el reparto de curules ya estaba dibujado y coloreado por el poder usurpador. Lo que no estuvo al arbitrio del régimen fue la participación de los electores. Las amenazas de hambre, de despido, de desalojo de viviendas, el acarreo militar o las esmirriadas bolsas de comida, de poco le sirvieron. En contraste con la votación nacional en las parlamentarias de 2015, cuando 3 de cada 4 electores concurrieron a las urnas, esta vez la participación se encogió a 1 de cada 4. Se registró para la historia la mayor abstención en todas las elecciones celebradas desde el reinicio de la democracia en 1958.

 

 

El episodio más revelador del alicaído evento del pasado 6/D, no fue el grosero ventajismo oficial ni tampoco la farsa urdida desde el inicio mismo del proceso electoral, violatoria de la Ley Orgánica de Procesos Electorales. Quien le puso colorido a la gris jornada fue el propio Usurpador. Como a cualquier ciudadano, el Registro Electoral lo situaba como votante en el Liceo Bolivariano Miguel Antonio Caro en la popular parroquia de Catia. Pero en la mañana de la votación, al informarle sus confidentes que en Catia no había votantes haciendo cola y temiendo que lo que podría recibir de los parroquianos sería un ruidoso abucheo, sus servidores en el CNE, violando toda regla, lo transfirieron de manera instantánea al cuaderno de votación de un centro localizado en el Fuerte Tiuna.

 

 

Son conocidos su escasez de atributos para gobernar, su carencia de magnetismo popular, su grisáceo intelecto. Preferir un cuartel a una escuela le hizo el retrato de cuerpo entero.

 

 

Ramón Peña

Presagio cumplido

Posted on: diciembre 6th, 2020 by Laura Espinoza No Comments

Curiosa esta campaña electoral para elegir una nueva Asamblea Nacional, en la que, más que votar por determinados candidatos o partidos, se exige votar por quien sea, pero votar, porque el propósito llano es hacer bulto. Por estar al descubierto la trapisonda violatoria de la Ley Orgánica de Procesos Electorales y de la propia Constitución de la República, las democracias más significativas del planeta, incluida la Unión Europea en pleno, no reconocen la legitimidad de este proceso. El Usurpador trata por cualquier medio, además de las discrecionales facultades del CNE, de poder exhibir ante el mundo una alta concurrencia a las urnas.

 

 

No les quedan ofrecimientos creíbles a quienes a lo largo de dos décadas han devastado la capacidad del país para generar riqueza y lo han convertido en una sociedad de menesterosos. Al no encontrar audiencia para más promesas, se sirven de amenazas. Un apparatchik, sobresaliente por la patanería de su actuación pública, ha comprimido los mensajes de la campaña oficialista en una frase mefistofélica: “¡aquí el que no vote no come!”.

 

 

En 2002, Chávez clamaba: “¡Todo ser humano, incluso desde antes de haber nacido, tiene derecho a la alimentación!”. En 2007, premonitoriamente, lo ajustó a: “¡No importa que andemos desnudos, que no tengamos para comer, aquí se trata de salvar la revolución!”. Hoy, el bravucón portavoz, quien por cierto luce cada día más rollizo, confirma cumplido el presagio de Chávez. Llegamos a la fase superior de la revolución, la de penuria alimenticia. La comida, por su disponibilidad y precio, no está al alcance de las grandes mayorías. Lo que era un derecho en 2002 es ahora una llave de control. Comerán quienes se dobleguen ante la revolución para la que, no olvidemos, la comida también ha sido un negocio. En todo su contenido, esta farsa electoral del 6/D es otra evidencia sustancial que alimenta el dossier criminal del régimen.

 

 

Ramón Peña

Solidaridad proscrita

Posted on: noviembre 29th, 2020 by Laura Espinoza No Comments

 

Dar de comer al hambriento dejó de ser bíblica misericordia, ahora es un delito. La ONG Alimenta La Solidaridad, que dirige el joven activista Roberto Patiño, es objeto de persecución, allanamientos y orden de captura contra Patiño. El hecho punible: preparar diariamente comida para 25 mil niños, madres embarazadas y ancianos en comedores populares de Caracas y 13 estados del país. El supuesto crimen es agravado porque también han cocinado miles de almuerzos para humildes trabajadores sanitarios de hospitales públicos durante los meses de la pandemia.

 

 

Hace más de un año, Naciones Unidas calificó las críticas condiciones de vida en Venezuela como Emergencia Humanitaria Compleja, comparable a la situación de países en guerra o sufrientes de terribles desastres naturales. Desplegó, en consecuencia, el Plan de Respuesta Humanitaria, cuyo propósito es atender la calamidad alimentaria y sanitaria que afecta a una inmensa mayoría de ciudadanos. Es en este marco que se inscribe la razón de ser y la acción de la ONG Alimenta La Solidaridad, hoy en la mira de la policía del régimen.

 

 

La realidad que subyace en la vindicta pública contra ésta y también otras ONG’s como Caracas Mi Convive, Acción Solidaria, Cáritas, todas de reconocida solidaridad social, es que contrastan y ponen de relieve la insensibilidad y la incapacidad del Usurpador para atender los estómagos vacíos y la salud postergada de las grandes mayorías. Vemos cómo las llamadas bolsas Clap, ese torvo medio de control político de los necesitados, escasean cada día más y, cuando llegan, apenas contienen arroz, harina y pasta. Solo buenas para agregarle anemia al hambre colectiva.

 

 

La inseguridad alimentaria afecta a 73% de los venezolanos. Condición propicia para que candidatos a la farsa electoral parlamentaria hoy hagan campaña repartiendo sardinas y mortadela. Al régimen y sus adláteres, no les conviene la solidaridad de las ONG’s, les estorba para su propósito de administrar demagógicamente el hambre.

 

Espíritus malignos

Posted on: noviembre 22nd, 2020 by Laura Espinoza No Comments

La parodia de revolución socialista, cada día acumula méritos para reconocerla por hacer lo diametralmente opuesto a sus promesas y banderas. Esta semana, los Yukpas, una de nuestras etnias aborígenes, luego de penosa travesía, se presentaron a las puertas de Miraflores para protestar por el abandono oficialista y la condición miserable de su existencia en la Sierra de Perijá. Indignados ante las desgastadas mentiras del régimen, no vacilaron en usar arcos y flechas contra la amenaza represiva, con la que los esbirros del Golem gobernante respondieron a su reclamo humanitario.

 

 

Nos vienen a la memoria las bravuconadas de Chávez, hace veinte años, cuando se ungía como reivindicador de nuestros indígenas y vengador de las matanzas que atribuía “al genocida Cristóbal Colón y sus huestes de ex presidiarios”. Su promesa de dignificarles la vida sufrió rápido la amnesia adjunta a su charlatanería. Han reaparecido enfermedades endémicas controladas en el pasado, como malaria y sarampión, la mortalidad infantil, en el caso de los Yanomami, ya alcanza a 50% de los niños antes de los tres años, Pemones y otras etnias de Guayana sufren los abusos de la fuerza militar y son victimas de la irracional explotación minera, Waraos huyen a Brasil espoleados por el hambre y las condiciones insalubres…

 

 

En 2015, la reacción de estos pueblos se plasmó en elegir a la Asamblea Nacional a los tres indígenas representantes de partidos de oposición. Para evitarlo en la próxima elección, el CNE oficialista, arbitrariamente, les ha eliminado a los indígenas el Constitucional voto secreto y lo ha reemplazado por elección a mano alzada, en asambleas controlables por el oficialismo. Esa es la única respuesta que puede dar esta dictadura a la miseria indígena.

 

 

En la mitología pemona, los terribles espíritus malignos de Mariwitón y Tramán Chitás habitan en lo alto del Kerepakupai Vená. Los chamanes de los Yukpas descubrieron que su domicilio real está en Miraflores.

 

 

Ramón Peña

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