“¿Estás enfermo o es que quieres amargar mi vida?”, pregunta y reza una vieja canción aplicable a ti que no das pie con bola, desciendes en las encuestas en caída libre, “cuesta abajo en tu rodada”, por tu ineficiencia y la corrupción del cogollo del régimen que se enriquece glotonamente y sin freno alguno, con la absoluta complacencia de la Contraloría, la Fiscalía, la AN y el Poder Judicial, que solo sirven para acatar las órdenes del amo que llegan de Cuba contra la alternativa democrática.

¿Qué te pasa Nicolás?, hasta Giordani, Rodríguez Araque y Ana Elisa Osorio parecieran estar dándose cuenta ahora de la tragedia económica que estamos padeciendo, iniciada con los desaciertos de Chávez y agravada trágicamente con tus errores manifiestos, que hasta los venezolanos con menos conocimiento ya perciben.

¿Qué te pasa Nicolás?, ¿qué has hecho con la salud del pueblo? Los hospitales están destruidos y el Hospital Militar que todavía medio funciona, por orden tuya “dejará de atender a pacientes civiles”, lo que hacía abiertamente desde 2003, cuando dejó de ser exclusivo para oficiales de la FANB.

No sé si te has enterado, Nicolás, de que ya van más de 50 muertos en los hospitales por falta de insumos. “Hay inventarios cero de fármacos para cáncer y corazón”. Nicolás, esto significa muerte, probablemente no te enteras porque si la Primera Combatiente, uno de tus hijos o tú requieren de medicinas, las recibirías de inmediato venidas de cualquier parte del mundo, para eso sí hay dólares y aviones del gobierno que gustosos harían el viajecito.

¿Qué te pasa Nicolás? ¿Es que no sabes gobernar o desde Cuba te piden destruir nuestras empresas y calidad de vida, para que nos vayamos y te dejemos el camino libre, como lo hicieron millones de cubanos permitiéndole a los Castro reinar en la miseria? La seguridad que te rodea te impide saber cómo roban y asesinan al pueblo, y cómo el miedo se apoderó de las calles.

¿Qué te pasa Nicolás? ¿Cuándo te vas?, se pregunta la gente.

Paciano Padrón

 pacianopadron@gmail.com

 @padronpaciano

Hay vida prometedora para la alternativa democrática, vista en la perspectiva de los días próximos a venir; no hay vida larga para la corrupción y la podredumbre del diosdadomadurismo, que ya está agotado y genera rechazos no solo en el campo opositor, sino en las bases del chavismo decepcionado por un comunismo impregnado de perversidades contra el patrimonio público, lo que ha creado una boliburguesía multimilmillonaria y una burocracia que se enriquece groseramente, al mismo ritmo en que empobrecen al país. Vida para el cambio, fin para lo agotado y podrido.

Son numerosos los venezolanos preocupados por los conflictos en la Mesa de la Unidad, que ya son hecho público. Por supuesto que hay razones para la preocupación, cuando deberíamos estar ocupándonos de atender la Venezuela preterida por quienes debiendo gobernar no hacen otra cosa que robar, robar esperanzas y calidad de vida, robar bienes públicos.

A mí no me agradan estos conflictos y la pérdida momentánea de la brújula, pero entiendo que es algo políticamente inevitable y pasajero, de lo que ha de salir una alternativa fortalecida. Es una crisis coyuntural y, en consecuencia, una oportunidad para crecer. La fuerza de la alternativa democrática tiene claridad del objetivo medido en dos tiempos: primero, salir del desgobierno ineficiente y corrupto, violador de derechos humanos y sepultador de instituciones constitucionales; segundo, marchar juntos como alternativa democrática para la reconstrucción del país y siembra de esperanza.

Soy profundamente optimista frente al devenir de la unidad de las fuerzas del cambio, frente a la acción contundente y no lejana de la alternativa democrática. No queremos aborto, pero si un parto próximo, el nacimiento de una fuerza entusiasta para luchar a fondo contra la opresión, por la democracia y la libertad.

pacianopadron@gmail.com

@padronpaciano