La UC se respeta

Posted on: noviembre 20th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

 

Luego de las elecciones estudiantiles en la Universidad de Carabobo, creo necesario hacer algunas observaciones del interés universitario y nacional también.

 

 

 

La universidad salió fortalecida porque se hizo respetar a pesar del terror promovido por la Gobernación del estado Carabobo. Ganó el verdadero sentimiento universitario ante las sombras del mal que intentaban apoderarse de ella. Las ideas, los valores y los principios no son chantajeables por metros de cables, reparaciones de unidades odontológicas, por cortar el monte o colocar temporales flotas de transporte rotulados con un murciélago con claros fines proselitistas.

 

 

 

Los estudiantes sabían lo que querían y también supieron identificar el agente causante del desastre institucional. Los bachilleres universitarios no votaron por un nombre en particular, votaron por un sistema político democrático, libre y plural, esto es, votaron en contra de lo que representa el gobernador del estado Carabobo. Votaron en contra de su lenguaje, de sus mentiras y de sus acciones. Votaron por la decencia en contra de la procacidad. Votaron por la libertad en contra de la tiranía. También votaron por la libertad de Iván Uzcátegui y de Ramón Bravo. En efecto, los estudiantes develaron la mentira de Rafael Lacava que mantiene secuestrados y en inhumanos calabozos a Ramón y a Iván, los dos jóvenes artífices de la unidad estudiantil en la UC.

 

 

 

Ganar indulgencias con escapulario ajeno.

 

 

 

He leído con preocupación a varias personas de la “oposición” que quieren ganar indulgencia con escapulario ajeno respecto al tema de las elecciones estudiantiles. Dicen cosas como, los estudiantes se unieron y sin llorar por condiciones electorales se enfrentaron a la violencia de los rojos y aún así ganaron y no comieron el cuento de la abstención. Naturalmente, esos comentarios no solo sacan de contexto el significado y el proceso electoral interno de los estudiantes, sino que además busca manipular la opinión pública nacional para seguir haciéndole el juego a la dictadura, sobre eso debo decir:

 

 

 

1. En las elecciones estudiantiles de la UC no existe CNE manejado por Tibisay con las maquinas del fraude.

 

 

2. Tampoco dentro de la UC existe una espuria ANC con poderes extraplaneatrios y supremos.

 

 

 

3. Tampoco dentro de la UC existe un alto mando militar parcializado a un sector político.

 

 

 

Y, aun así, hay que resaltar que el sector que no cree en la democracia disparó bombas lacrimógenas y balas contra los electores, trataron de montar una comisión electoral estudiantil paralela y desconocieron los resultados. Hicieron todo eso sin estar en juego la presidencia de la nación, entonces, ¿de verdad van a comparar una elección nacional con una consulta interna universitaria y de estricto carácter estudiantil? A esas personas les pido que no manipulen el logro y esfuerzo de nuestros estudiantes, con el fin de congraciarse con el régimen que en mal momento usurpa el poder en Venezuela, abajo explico en detalle los hechos.

 

 

 

Terror en la UC.

 

 

Necesario que todos entiendan que las elecciones celebradas en la UC  esta semana que culmina, eran estrictamente estudiantiles. En ellas se renovaría la Federación de Centros Universitarios, los centros de estudiantes, la representación estudiantil ante los consejos de facultad y los consejos de escuela; nuestra función como autoridades y profesores era garantizar el desarrollo de las mismas, sin tomar partido en ninguna de las planchas; desde luego, no permitir injerencias foráneas ni tampoco que se vulnerara la voluntad de los electores. Eso fue lo que hicimos.

 

 

Desde muy temprano, el día 14 de noviembre estuve recorriendo varias facultades, y me quedé en el edificio de Ciencias Biomédicas, Facultad de Ciencias de la Salud, por ser este centro de votación muy numeroso con una gran cantidad de electores, y por lo tanto debía ser atendido y resguardado con especial cuidado. Allí votaban todos los bachilleres de los primeros años de la carrera de Medicina y los cursantes de las carreras técnicas. Más de 2.000 electores y, de acuerdo con los sondeos de opinión previos, representaban más de 90% con clara tendencia democrática. Por eso, la saña de la embestida de las hordas de Lacava en 2 oportunidades. La primera, a las 11:30 de la mañana con bombas lacrimógenas y, la segunda con un mayor número de delincuentes, esta vez con armas de fuego cortas y largas tapándose el rostro con pasamontañas.

 

 

 

Todo eso lo presencié junto a un grupo de profesores, estudiantes y el decano José Corado desde el tercer piso del edificio. Los videos que pude grabar están en mis cuentas de Instagram @pablo_aure y Twitter @pabloaure, visto todo lo que aconteció, nos correspondió calmar los ánimos, tranquilizar a los bachilleres. Era muy doloroso ver a niñas desesperadas que recién comienzan sus estudios en una universidad temblando de terror al sentir que se acercaba ese escuadrón de malvivientes encapuchados disparando y robando. Repito, lo vimos y lo vivimos, no me lo contaron; el profesor Daniel Aude, coordinador electoral de la Facultad de Ciencias de la Salud y asistente del decano, fue golpeado y robado por ese ejército irregular que penetró a la facultad para impedir que se siguiera desarrollando el proceso electoral, y de ese modo evitar la paliza que se le estaba propinando a Rafael Lacava.

 

 

 

Lacava responsable del terror.

 

 

 

Lo de responsabilizar a Lacava en estos actos terroristas no es ni capricho ni especulación. Claro que no. Funcionarios de la gobernación dirigían las operaciones de asalto. Secretarios de su gobierno estuvieron en las facultades de Educación y de Ciencias Jurídicas y Políticas, mientras que en Ciencias Biomédicas estuvieron otros funcionarios (video, fotos y testigos lo demuestran).

 

 

De todo esto destacan dos aspectos reprochables. El primero que debo denunciar fue la presencia de patrullas policiales custodiando a los irregulares en sus asaltos, y el segundo fue la complicidad por omisión de la Fuerza Armada Nacional a la que el Consejo Universitario de la UC, el día 10 de noviembre (con comunicación recibida por ellos el 12), le pidió colaboración para custodiar el campus Bárbula el día de las elecciones y la respuesta fue increíble: “Lo han debido pedir con más tiempo de anticipación”. ¡Alcahuetas! Señores, todo estaba planificado, asaltar las urnas; de hecho, se llevaron algunas: de Derecho, Ingeniería, Faces y FACE, pero las actas se firmaron a tiempo por los testigos y no pudieron invalidar el proceso.

 

 

 

El prontuario rojo crece.

 

 

Lo ocurrido el miércoles 14 de noviembre fue un palmario delito electoral, que es lo más suave, porque hubo violación de los espacios universitarios, actos terroristas, homicidios frustrados, atraco a mano armada, lesiones a decenas de estudiantes, empleados, obreros y profesores, daños a bienes públicos, y un sinnúmero de tipos penales por los cuales tendrán que ser castigados los responsables directos de tan abominables hechos. Encabezando la lista el capo del Capitolio de Carabobo. Que tarde o temprano la justicia tocará a su puerta, y junto a él sus adláteres genuflexos.

 

 

Pablo Aure

@pabloaure

No es paro, es desobediencia

Posted on: agosto 20th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

De nuevo se quiere hacer ver que, existe desunión en los sectores políticos del país que apuestan a la salida del régimen. No debemos escurrir el bulto y por lo tanto tenemos que aclarar términos.

 

 

 

Los anuncios que hizo el régimen la noche del viernes 17 de agosto en boca de Nicolás Maduro han provocado muchísimas reacciones, por esa razón es necesario que nos enfoquemos en el contexto de la situación. María Corina Machado, al día siguiente, fijó posición señalando acertadamente que esos anuncios se traducen en “…una devaluación brutal y el robo de los activos privados con el incremento de los impuestos y la decisión autoritaria de aumentar los salarios en proporciones que colocan a todas las empresas en condición de quiebra y cierre…Es un ataque final, desesperado y despiadado para el control político y social…”

 

 

 

Siendo esto así, como lo advierte María Corina, pues entonces, hay que hilar muy fino para no equivocar las estrategias de lucha. Me explico. Si el régimen quiere que las empresas estén cerradas y paradas: ¿cuál sería la finalidad de convocar un paro? Sin que nadie lo convoque ya el paro está cantado, porque será imposible mantenerlas abiertas después de ese torpedo que impactó en la línea de flotación a cada una de las empresas que todavía sobreviven en el país. ¿Cómo soportar un aumento de más de tres mil por ciento?, solo por hablar de sueldos y salarios. Es más, desde el mismo sábado, o sea, al día siguiente de los anuncios, observábamos bastantes establecimientos de comercio cerrados., luego, el domingo se sumaron otros tantos al cierre.

 

 

 

La trampa del régimen

 

 

Posiblemente habrá quienes el día martes digan que “el paro fue un éxito”. La pregunta que debemos hacer es: ¿éxito para quién? La respuesta tiene que ser: para el que lo provocó y no para quien lo convocó. Nada de lo que anunció Nicolás Maduro ha sido producto de la improvisación; tampoco la fecha que escogió para hacerlo, el 17 de agosto.

 

 

 

Espero no se mal interprete esta observación, ahórrense el calificativo de esquirol, ese mismo que suelen emplear para referirse a quien se opone o trata de “romper” una huelga. Muy lejos de la realidad. El paro se materializará, de eso tengan la seguridad. Lo que pasa es, que ahora los efectos de esas medidas, es decir “el costo” de su anuncio, el régimen tratará de compartirlo con “los convocantes”. Ya lo verán decir que: “las empresas están quebradas y cerradas por la política terrorista y desestabilizadora de Colombia en complicidad de la ultraderecha de fulanitos y menganitos”, esa es la trampa del régimen, que por cierto no es nada nueva, crear caos, fomentar violencia para luego culpar a los demás de sus propios delitos.

 

 

 

No hay que ser adivino para conocer los resultados, no del paro, sino del nuevo ataque que el chavismo hace a la economía de la nación: las pocas empresas que queden serán invadidas, saqueadas y ocupadas.

 

 

 

No hay tiempo que perder

 

 

 

Esta semana que termina estuvimos en los estados Anzoátegui, Bolívar y Monagas constatando la situación de comunidades enteras que están bajos las aguas por la crecida del rio Orinoco, las imágenes y los testimonios fueron devastadores, de todos ellos, lo que más me impresionó fue el absoluto abandono en que se encuentran esas personas, sin casas, sin comida, sin lugar a dónde ir, pero sobretodo sin nadie que los respalde. Así como lo leen, lo que sucede al sur de Venezuela demuestra que no hay Estado que cuide de sus nacionales, en cambio, hay una banda criminal que los extorsiona a placer. Ante eso, sería un verdadero crimen oxigenar al régimen en este preciso momento que se nota claramente que está en sus estertores.

 

 

 

Debo advertir que, en caso de suceder, ese oxígeno será por poco tiempo, porque es literalmente insostenible que la misma gente que hasta hoy ha devastado al país, siga en el poder luego del comienzo del año escolar. Niños sin colegios, padres sin trabajo y jóvenes sin futuro en el país. Si ya era difícil comprar comida, medicina, vestimenta, transportarse de un lugar a otro, imagínense como será a partir de este 21 de agosto. He allí la razón de escoger el mes de agosto para hacer los anuncios. Es un mes que históricamente ha sido de vacaciones en Venezuela. Maduro huye hacia adelante.

 

 

El régimen agoniza y en su agonía pretende llevarse a un gentío

 

 

 

Las protestas deben intensificarse. La desobediencia cada día debe hacerse más contundente. No es gritar un día para luego callar. La organización es imprescindible para lograr la salida definitiva de Maduro y sus cómplices. La coherencia y la perseverancia serán recompensadas. Los ciudadanos esperan acciones corajudas de sus líderes. El único cálculo que será aceptado, es el que garantice la correcta aplicación y ejecución de las estrategias para lograr el desalojo de la tiranía.

 

 

 

María Corina también le dijo al país: “…Ellos no pueden con nosotros, con nuestra fuerza; física, intelectual, moral y espiritual. No pueden. Todos estamos claros. Aquí no puede haber incertidumbre, ni confusión. Debemos, sin miedo, apegarnos a la verdad. Y la verdad es que esta tiranía agoniza cada día, con cada protesta, cada desacato, cada desobediencia. Agoniza cuando se enfrenta a la resistencia de ciudadanos que no se dan por vencidos, y que se oponen a bajar la cabeza ante el exterminio de sus libertades…”

 

 

 

Estamos en momentos difíciles y decisivos, todas las encuestas reflejan que el propósito de millones de venezolanos es salir de los tiranos y reconstruir este bello país y en eso, Venezuela está más unida que nunca.

 

 

 

@pabloaure

No será venganza, será justicia

Posted on: agosto 7th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

En los últimos días, y a propósito de las infamias y componendas entre gobernantes y aparatos judiciales en los cuales se fabrican expedientes con argumentos sacados del basurero de la infamia, y como resultado de eso, lograr que arbitrariamente un tribunal penal me prohíba la salida del país por retaliaciones dictatoriales en mi contra, no me viene a la mente sino la frase de Víctor Hugo cuando expresó: “Es una cosa rara la ligereza con que los hombres malos piensan que todo les va a salir bien”.

 

 

 

En efecto, las dictaduras y los gobiernos pasan, pero sus malas acciones quedan como tinta indeleble en la memoria de quienes la sufren. Perdón no es olvido.

 

 

 

Eso no quiere decir que al caer la tiranía debería haber venganza; pues no, lo que sí debe haber es justicia para juzgar y castigar esas perversas acciones de los hombres malos; es decir, para que sirva de ejemplo o de lección a todo aquel que en algún momento llegue al poder y le quede claro que sus cargos son efímeros y, en consecuencia, todas sus acciones serán escrutadas por la justicia.

 

 

 

Desde luego, para que eso ocurra se debe construir el andamiaje jurídico que garantice una sana y recta aplicación de justicia lo cual implica que el sistema judicial esté integrado por ciudadanos probos y capacitados, y que además no respondan a lineamientos partidistas sino a su conciencia y a sus conocimientos.

 

 

 

Para que haya perdón, primero debe haber justicia.

 

 

 

 

Tiempo de extradición

 

 

 

Resulta extraño que escriba de extradición en un país donde el éxodo es lo que está de moda, pero eso no será por mucho tiempo más. Desde hace varios años hemos visto cómo millones de ciudadanos venezolanos se han marchado del país en búsqueda de prosperidad o, mejor dicho, de oportunidades de empleo, de trabajo y de superación. No todos los que se han marchado se encuentran trabajando en el área para las cuales se prepararon. El exilio exige mucho sacrificio. El principal es el de tener que abandonar su país, sus costumbres y sus familias para huir de un régimen que persigue la inteligencia, la superación, la libertad y la independencia ciudadana.

 

 

 

Eso es lo que tenemos en la actualidad. Centenares de miles de hogares huérfanos por el exilio obligado de sus hijos, padres con sentimientos encontrados, el dolor de tener a sus hijos fuera del país, pero por otra parte, felices porque están echando raíces y superándose en otras naciones con el convencimiento de que les irá bien, se alimentarán bien, tendrán atención sanitaria en hospitales dotados con los mejores equipos y, además, gozarán de seguridad en la calle y no estarán expuestos al hampa como sí lo estarían aquí en Venezuela.

 

 

 

Eso es en cuanto a los que han emigrado o, mejor dicho, huido o echados por un régimen perverso. Sé que muchísimos regresarán al caer la tiranía lo cual, estoy seguro, será muy pronto. La mayoría de ellos volverá a sus orígenes y se reencontrará con sus familiares, esos seres queridos hoy llenos de canas y de arrugas, pero con el corazón palpitante al verlos llegar y poder besarlos y abrazarlos.

 

 

 

Como contraste a este hermosísimo panorama por el cual trabajamos, nos encontraremos al opuesto: al caer la caterva de sátrapas que hoy se sienten guapos y apoyados, estoy convencido de que como vulgares cobardes acorralados intentarán escapar y quizá muchos lo lograrán. Huirán de la justicia; los que mañana huirán lo harán atemorizados por la sospecha de que puedan ser presa fácil del arrebato de intenso dolor de un pueblo sufrido por sus atrocidades. En este particular tenemos que tener mucho cuidado. Como fiel defensor de los derechos humanos, jamás convalidaría ni permitiría hechos de venganzas. Estos individuos que hoy están en el poder le temen a eso, porque están conscientes del gran daño que han ocasionado. Han encarcelado, arruinado y despojado de sus pertenencias a familias; han asesinado, robado y destruido en lo material y moral a un país que fue centro de admiración para el mundo entero.

 

 

 

 

Los crímenes no quedarán impunes

 

 

 

Nunca abogaré por la venganza, esos sentimientos son reminiscencias de la barbarie. Si queremos construir un país distinto, lo primero que tenemos que apartar de nuestras mentes es la figura vengativa. Repito: sé que es muy difícil por el daño que estos bárbaros han causado, pero debemos ser distintos y dejar que ellos sean juzgados por los órganos de administración de justicia, que sí funcionarán, porque no estarán al servicio ni de los gobernantes ni de ningún partido político. Serán autónomos e independientes.

 

 

 

Les decía que muchos de los que hoy están cometiendo tropelías, mañana serán prófugos de la justicia y se irán del país; pensarán que disfrutarán de lo robado y quedarán sin castigo sus latrocinios e infamias. Pues no. En Venezuela tendremos la tarea de hurgar en cada rincón hasta recuperar el último centavo de lo que se han robado y también extraditar a los que se han fugado con las alforjas repletas del dinero mal habido. Tengan la seguridad que en eso nos empeñaremos, porque los crímenes no quedarán impunes porque sería un muy mal mensaje para el futuro.

 

 

 

No será venganza sino justicia. En ese sentido, se respetará a los familiares de los hampones que hoy gobiernan, siempre y cuando no hayan tenido nada que ver con el atraco, porque de haber sido cómplices de sus padres, tíos o hermanos, también deberán ser juzgados por el delito de complicidad o receptación de bienes provenientes del delito. Esto debe quedar muy claro: a los familiares que nada tuvieron que ver con las perversidades de sus padres, ni con el pétalo de una rosa.

 

 

 

Muy pronto veremos a los malandros que hoy están en el poder desde otras naciones exhibiendo distintos pasaportes de distintas nacionalidades, aduciendo que ya no están regidos por nuestras leyes. A ellos les digo: ni que se disfracen ni que renuncien a la nacionalidad venezolana se salvarán de la justicia que se fortalecerá en Venezuela.

 

 

 

El país que reconstruiremos será de justicia, de educación y de prosperidad, donde valga por su trabajo y sus conocimientos, que se premie el talento, donde existan oportunidades para todos, donde quien más trabaje tenga derecho de ganar más, donde ningún gobierno compre favores con bolsas de comida o con cajitas de medicinas; que estas sean adquiridas por el trabajo digno que desempeñe cada quien. Que en el país que tendremos al caer la tiranía nadie se quiera ir, sino que muchos desearán venir. Donde todos digamos con orgullo: yo también ¡Soy Venezuela!

 

 

Pablo Aure

@pabloaure

¿Qué mantiene al régimen?

Posted on: abril 30th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

Mientras tengamos personeros que se presentan ante la comunidad internacional como emisarios de la oposición planteando en algunos casos sanciones contra los funcionarios del régimen y en otros, condiciones electorales, les aseguro nada lograremos.

 

 

 

Con sanciones aisladas no pasará absolutamente nada. Bien que los sancionen, pero esas medidas no harán que salgan del poder. Ellas deben ir acompañadas con otras acciones acá en el país.

 

 

 

Pedimos injerencia humanitaria, pero los que viajan a entrevistarse con los altos jerarcas de la comunidad internacional, lo hacen como turistas, pensando que la injerencia se logrará con los ciudadanos en Venezuela inactivos. No amigos. Aquí no habrá intervención mientras no construyamos las condiciones indispensables para que esa intervención se pueda dar. Por ejemplo, protestas planificadas y organizadas que hagan desestabilizar al régimen y que una vez más quede en evidencia su talante tiránico. Que es riesgoso, pues claro que lo es. Solución pacifica no habrá y, de eso que no quede la menor duda. Estos tipos saldrán pero a la fuerza.

 

 

 

 

Incoherencia

 

 

 

La comunidad internacional nos observa, nos ve que estamos divididos y confundidos, y lo peor del caso es que esa confusión muchas veces suele ser inducida por quienes han asumido mediáticamente un rol de vocería opositora. Ellos, mientras el país se desploma, sacan recursos no sé de dónde y comienzan interminables periplos internacionales, pidiendo sanciones y condiciones electorales. Eso es confuso y por tal razón ya poco le están parando.

 

 

 

Me late que han surgido otros actores oficialistas encubiertos, que con nada de propaganda han tendido puentes con la comunidad internacional, especialmente con EEUU y Europa. Rodríguez Zapatero, guste o no, ha resultado el mejor canciller del régimen. Se reestablecieron las relaciones con España y lo mismo con Panamá.

 

 

 

Cambio del bacalao

 

 

 

No olviden que los EEUU juegan duro y con un pragmatismo extraordinario al momento de tomar decisiones. Enseñan los dientes y luego se transan para garantizar sus intereses. No se extrañen que a Nicolás Maduro lo estén cocinando para cambiarlo con un gallo tapado proveniente del sector que han querido presentar como el “chavismo puro”.

 

 

 

Maduro es negativo para el régimen y para la oposición. Es un bacalao demasiado pesado que los “Castro” han tenido que cargar. Aunque lo hayan exprimido hasta más no poder ya están convencidos de que en cualquier momento puede reventar este berenjenal. Si esa explosión llegare a ocurrir de manera no controlada sería difícil recomponer el entuerto. Por eso se barajan posibilidades de sucesivos gobiernos de transición donde quizá veamos figuras inimaginables pero que gozarán del visto bueno de los gringos.

 

 

 

Los capitostes del régimen intentarán negociar su impunidad o alargarla hasta más no poder. Por ejemplo, al cabo de un tiempo entregarle el mando a otra gente con apariencias opositoras siempre y cuando se comprometan a no perseguirlos durante algunos años. No digo que no los perseguirán, sino que les den un tiempito para reacomodar su huida.

 

 

 

Dos flancos enemigos

 

 

 

En este particular les confieso que me preocupan más algunos partidos de oposición que los que se identifican con el oficialismo. Aquí luchamos contra dos flancos enemigos. El régimen claramente identificado y los que los sostienen disfrazados de opositores y que con el tiempo se han erigido como voceros de la democracia en el exterior.

 

 

 

Tener esto claro y actuar en consecuencia es vital, porque para que la comunidad internacional intervenga hay que involucrarlos. Ellos no forman parte de la congregación de “las Carmelitas descalzas”. Manejan sus intereses y se suman a la opción que les de mayores garantías. A ellos hay que ofrecerles que trabajen desde aquí y con nosotros para que sientan nuestro compromiso, porque es mentira que con ellos a la distancia podremos salir de esta tragedia.

 

 

 

Inexplicables peticiones

 

 

 

El espectáculo que ha dado “nuestra oposición” en el ámbito internacional ha sido horrible. Van por todas partes como pedigüeños sin ofrecer resistencia en el país. Piden que sean otros los que solucionen nuestros asuntos pero sin que nos arriesguemos a nada, eso, lamentablemente no existe.

 

 

 

Lo más triste de todo es que asumen una posición de ‘lucha’, desde la debilidad, y prácticamente sin ninguna fortaleza. Así, es muy extraño, por no decir sospechoso, que aspiren a tener éxito.

 

 

 

Hay que hablar sin ambages. La intervención norteamericana es indispensable para que podamos avanzar. Pero la tenemos que provocar y condicionar su participación. Son necesarios, no con el propósito de asesinar sino para evitar que asesinen a quienes exigimos respeto a los DDHH. Por eso vuelvo al principio, para el gobierno de los EEUU y la comunidad internacional en general, se torna como algo fastidioso el temita de buscar sanciones y condiciones electorales sin que aquí asumamos compromisos.

 

 

Ellos ven a esos que lo piden como irresponsables porque piden que los extranjeros le resuelvan todo, sin involucrarlos en las acciones y planificaciones. Pregunto ¿y después de desalojar este régimen de oprobio qué? No hay nada que ofrecer.

 

 

 

Amigos, luego de que Maduro y todo lo que él representa se vayan, habrá que establecer un verdadero “Plan Venezuela” con presencia militar extranjera para sofocar cualquier intento de sublevación contra las instituciones que debemos fortalecer.

 

 

 

A los americanos y a la comunidad internacional hay que convencerla de que vale la pena ayudarnos porque estamos dispuestos a ser parte de la solución y no del problema.

 

 

 

Desde ahora

 

 

Cambiemos el lamento del ¡hasta cuándo!, por la frase ¡desde ahora! Sí, desde ahora, seamos cada uno de nosotros parte de la solución. Apartemos a los que se han aprovechado de la tragedia e involucrémonos en la transformación del país. Ya sabemos que hay quienes se visten de opositores pero lejos de provocar la salida del régimen, lo atornillan con sus acciones.

 

 

 

@pabloaure

¡Hasta cuándo! Fractura militar

Posted on: febrero 19th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

Lo que hoy plasmaré es el resumen de largas tertulias que he sostenido con una amiga que es especialista en temas militares y que se encuentra en el exilio. En estas líneas que escribo con humildad y asumiendo la responsabilidad que cada uno de nosotros debemos asumir en esto, resumiré parte de lo que es nuestra mayor tragedia: el miedo y la falta de unidad de propósito. La unión cívico-militar nunca ha sido el propósito de este gobierno, todo lo contrario, han buscado y logrado que la mayoría de los civiles expresen odio ante la presencia militar.

 

 

 

Ya es un secreto a gritos que dentro del estamento militar existe un gran descontento, pero que no se atreven a exteriorizarlo por temor a ir a parar sin formula de juicio a Ramo Verde.

 

 

 

Los sapos han proliferado en cada cuartel. Detrás de cada uniformado hay un informante que lo persigue como su sombra, constantemente les revisan sus celulares para ver con quienes mantienen contacto vía Whatsapp. Si encuentran un mensaje dudoso inmediatamente encienden las alarmas y los someten a despiadados interrogatorios. Ellos también sufren pero callan.

 

 

 

No solamente los militares de cuadros medios y bajos junto a la tropa pasan hambre, sino que también sus familiares, pero por pavor prefieren guardar silencio. Sienten temor a que les descubran sus sentimientos. Dirán muchos: “pobre fuerza armada”.  Y es verdad, pobre hombres y mujeres uniformados que se encuentran presos en su soledad. Algo debe faltar, que los civiles no hemos podido detectar. Más abajo transcribiré lo que creo es la razón de ese comportamiento, para poderlos comprender. No digamos que ellos son cobardes y los civiles representan la cuna de la valentía, porque eso tampoco es verdad. Hay miedo en el mundo militar como también hay miedo en los civiles. Ha faltado la conexión. Y no se ha logrado por desconfianza entre ambos sectores que en definitiva es el mismo pueblo, pero con roles distintos.

 

 

 

Militares no actuarán sin organización civil

 

 

 

A medida que pasan los días, es más difícil no repetir mensaje parecidos de cualquier índole y para cualquier público.

 

 

 

Todo lo hemos dicho. Esta vez quiero unir el mensaje para los civiles y para los militares. En efecto, si partimos de la premisa que todos somos un solo pueblo: civiles y militares y, que ambos estamos padeciendo por igual las consecuencias de esta desgracia llamada revolución, entonces, cada mensaje debe ser dirigido por igual a ambos sectores.

 

 

 

No nos cansamos de pedir de viva voz a los militares que actúen, pero nosotros, la sociedad civil, estamos absolutamente paralizados, como esperando que llegue la superpotencia del planeta y acabe de forma selectiva con los enemigos que nos separan de una vida normal y, esto termina por inhibir a quienes dentro de los cuarteles luchan por sobrevivir no solo a la cruda situación económica, sino a la presión de una persecución descarnada que los catapulta directo a Ramo Verde o a otro penal junto a los peores delincuentes.

 

 

 

Que nadie se equivoque: esa injerencia (ayuda) humanitaria que está en la frontera no entrará a Venezuela mientras estemos tranquilos sin provocar acciones conjuntas y organizadas, tampoco penetrará mientras no exista un canal de comunicación entre los civiles y militares de aquí.

 

 

Los extranjeros vendrán y entrarán a Venezuela cuando estemos organizados y sepan con quién entenderse. Cuando no existan mensajes ambiguos, por ejemplo: “estamos soportando una cruenta tiranía pero estamos estudiando la posibilidad de participar en unas eventuales  elecciones para salir de esto”. ¡Por Dios! Si sospechamos que la salida será violenta, entonces necesitaremos la ayuda de otros países. Todo el mundo dice esto en privado pero nadie se atreve a decirlo en público porque el miedo se ha apoderado de todos nosotros.

 

 

¡Basta de traición a la patria!

 

 

Llegó la hora de las definiciones. Aquí que no vengan con falsos nacionalismos, porque para sacar un ejército de ocupación, de malandros y de extranjeros que se ha apoderado de Venezuela para cometer sus fechorías, necesitaremos de una fuerza muy poderosa que nos ayude a conquistar la libertad y la democracia.

 

 

 

Los traidores a la patria son los que le han entregado las riendas del país a la delincuencia de distintas nacionalidades.

 

 

 

Como ven, miedo y falta de unidad de propósito vuelven a ser nuestros peores enemigos, y a eso debemos sumarle la desorganización. Hay que empezar ya a tender las conexiones (puentes) con el mundo militar. ¿Cómo? Dando el mensaje adecuado. No de repulsión sino de organización y bienvenida cuando decidan actuar para restablecer el orden constitucional, que está roto desde hace bastante tiempo, mucho más del señalado por Luisa Ortega o por la propia Asamblea Nacional.

 

 

 

Ruido en las fronteras.

 

 

 

Todos parecen hacer oídos sordos a los mensajes que, desde esa superpotencia y otros países del planeta que hoy nos ayudan, nos indican que debemos planificar el momento de la tormenta perfecta y aun cuando lo perfecto es enemigo de lo bueno, podríamos hacer el intento de acercarnos.

 

 

 

Me he preguntado tantas veces ¿a qué sector de la oposición darían los militares el control del país si decidieran de forma unilateral desalojar al régimen?

 

 

 

¿Se han preguntado alguna vez si el desmadre que tenemos dentro de la oposición y la absoluta confusión del ciudadano podría suponer una de las razones fundamentales por las que no se llega a un acuerdo entre civiles y militares?

 

 

 

Y si llegara la injerencia humanitaria, se han preguntado ¿de la mano de quién, dentro del país, actuarán esas fuerzas para identificar a buenos y malos, a colectivos de grupos vecinales, y en manos de quién pondrán el control de la nación una vez que hayan sido detenidos o corrido espantados los malos?

 

 

 

Hay tantos cabos sueltos y estamos tan mal acostumbrados a que terceros decidan por nosotros, que perdemos de vista las consecuencias de no tener claro, ni siquiera a quien o a quienes reconocemos como nuestro liderazgo natural. Pues lo mismo pasa dentro de la Fuerza Armada Nacional y quizá debamos preguntarnos también, ¿Por qué si esa ruptura que desde hace tiempo se ha producido dentro de los cuarteles, no se ha materializado en el cambio de régimen tan necesario para el país?

 

 

 

Esto debería ser suficiente para que todos reflexionemos y tomemos una decisión.

 

 

 

Y de nuevo, miedo y falta de unidad de propósito vuelven a ser dos conceptos claves que retienen el cambio.

 

 

 

@pabloaure

Estado de necesidad

Posted on: febrero 7th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

Ha llegado el momento de hablar sobre el estado de necesidad que estamos presenciando y que se acentuará en los próximos meses como una dimensión más oscura del ya sombrío panorama.

 

 

 

Regresamos a la ley de la selva donde el más fuerte sobrevive. En eso han convertido a nuestra amada Venezuela.

 

 

 

La doctrina nos dice que el estado de necesidad se da cuando los intereses legítimos de un sujeto se encuentran en un estado de peligro, y solo pueden ser salvados mediante la lesión de los intereses legítimos de otra persona.

 

 

 

¿Qué significa esto para los venezolanos en la actualidad? En primer lugar, debido a que el interés y al mismo tiempo derecho natural y legítimo de toda la población de alimentarse, se está viendo seriamente amenazado, llegará un terrible momento donde muchos (más de lo que ya hemos visto) tratarán de conseguir alimentos como sea, sin importar que lesionen los derechos de otras personas.

 

 

 

Y no hay ninguna institución que ponga orden, pues los poderes públicos desaparecieron y se transformaron en cuevas o escondites concebidos para planificar cualquier tipo de aberración inimaginable en un mundo civilizado.

 

 

 

Convocar o planificar protestas contra este régimen salvaje no tiene ninguna acogida en este momento. La gente manifiesta su descontento de manera espontánea, por desgracia hemos llegado a esta situación. Cada quien actúa de acuerdo a sus necesidades. Claro que creo en las protestas, pero también sé que lo que veremos en las próximas semanas no serán de la misma naturaleza a las que hemos participado en el pasado.

 

 

 

Veremos saqueos más intensos, algo que es incompatible con la conducta de los demócratas, pero ese debate de lo que está bien y lo que está mal, pasa a un segundo o tercer plano cuando el ciudadano de a pie ve en peligro su vida por hambre. Por eso es imposible que podamos evitarlos. No debe llamarse revolución, sino canibalismo del siglo XXI aupado por la plaga roja.

 

 

 

Si medianamente alguien tiene resueltas sus necesidades básicas estará tranquilo y evita salir a la calle para no correr un peligro adicional al que corre sin protestar. En estos tiempos ser protagonista en una actividad en contra del régimen representa casi un suicidio. Es exponerse a muchas cosas: juicio, cárcel y hasta a la muerte. Lo veo de esa manera. Venezuela está dominada por una especie de “pranato” dividido en espacios o regiones, en los cuales los “gobernantes” se reparten -y respetan- el dominio, si alguien distinto a ellos se le ocurre invadírselos o quitárselos vienen los enfrentamientos.

 

 

 

Vendrán momentos más difíciles

 

 

 

Decir esto no es sencillo, especialmente después del año 2017, donde vimos cosas inimaginables. Hemos llegado a lo peor y si tenemos intenciones de ser solidarios con el necesitado, pues entonces, seamos inteligentes, pensemos en ellos y en nosotros. Es momento de hacer lo que está en nuestras manos, planificar para hoy y para el mañana.

 

 

 

Unámonos a las iglesias, a las casas de ayuda y de beneficencia. Vendrán momentos más difíciles que los que padecemos, todo seguirá complicándose y descomponiéndose.

 

 

 

Basta de continuar con la jugarreta electoral. Quien no quiera ver la realidad que no la vea, pero la decisión o el poder de imponer el orden no está en los civiles porque estamos apuntados por criminales. No es fácil aceptar lo que escribo, pero es como lo siento. Sin reacción militar -porque son ellos quienes tienen el monopolio de las armas- es imposible sospechar en restituir el orden constitucional.

 

 

 

Es más, también se requeriría la ayuda de fuerzas extranjeras que entiendan la situación. Que conste: jamás apostaría por un ejército de ocupación, aunque sí con la humanitaria e indispensable colaboración.

 

 

 

El capítulo final

 

 

 

Este es el último capítulo de esta trágica y tenebrosa película cuyo guión está basado en la doctrina del “Socialismo del Siglo XXI” y ese final puede ser triste o muy alegre, todo dependerá de nuestra comprensión e inteligencia.

 

 

 

Lo primero que tenemos que tener claro es que no podemos hacer algo para lo cual no estamos preparados. En esos asuntos de emplear la fuerza bruta, no tenemos nada que buscar. Absurdo y demencial seguir repitiendo lo mismo que hemos realizado durante casi dos décadas para tratar de salir de esta tiranía. La estrategia debe ser otra. Organización, inteligencia y coherencia.

 

 

 

Los que hasta ahora nos hemos quedado en el país, sobrevivimos y nos resistimos a darnos por vencidos. Por eso el trabajador sigue yendo a su trabajo a sabiendas que el sueldo no le alcanza para nada, el comerciante sigue abriendo su negocio entendiendo el peligro al que se somete. Los estudiantes con dificultades y con muchas deserciones van a las universidades a pesar del oscuro panorama que se vislumbra en los campus. Vivimos en una preocupación permanente, nos preguntamos ¿hasta cuándo aguantaremos?

 

 

 

Estas líneas no deben ser entendidas como un lamento sino como una fotografía de la situación nacional.

 

 

 

Tampoco es un llamado a la resignación, mi intención es transmitir una preocupación, pero a la vez, también es un grito sobre la advertencia de que aquí debe pasar algo. Eso sí, nada pasará si no se provoca. Pongan a correr su imaginación para que ese algo se materialice y recuerden, cada quien a lo suyo, infórmenle a los militares cuál es el rol que deben cumplir cuando el hilo constitucional se rompe y la delincuencia se desborda.

 

 

 @pabloaure

El carro de Drácula

Posted on: noviembre 20th, 2017 by Laura Espinoza No Comments

Mientras sigamos con mentalidad populista y nos entusiasmemos aplaudiendo shows de gobernantes, estaremos condenados a permanecer sumergidos en este barrial de corruptelas y atraso.

 

 

 

El famoso “carro de Drácula”, popularizado por el humorista Emilio Lovera con el cuento del malandro caraqueño que fue para Birongo (estado Miranda) y ahora, utilizado como símbolo de persecución contra el hampa por el gobernador de Carabobo Rafael Lacava, demuestra lo mal que estamos como país.

 

 

 

Lo lamentable de esto, es que esa pobre perspectiva la observamos en diversos sectores. De hecho, muchos que hasta ayer les parecía Rafael Lacava como un ser despreciable por su alocada campaña electoral, ahora, convertido en gobernador, le elogian sus espectáculos, le hacen carantoñas, lo ven de lo más simpático y lo demuestran saltando de emoción para tomarse selfies o deleitándose con miradas embelesadas. El día trece de noviembre, el Forum de Valencia fue testigo de lo que aquí escribo. Eso es una palmaria demostración de la incoherencia de la cual hemos hablado y escrito muchas veces.

 

 

 

Volvamos al “carro de Drácula”. Circula por las redes un video que muestra una carroza fúnebre que transporta una jaula, y en ella van encerrados dos presuntos “bachaqueros”, lo que más asombra de ese video es que el vehículo con los detenidos lo maneja el excéntrico gobernador de Carabobo. Varios se han alegrado porque sienten que alguien se está ocupando del enojoso asunto que significa los “bachaqueros” ¡Cuán equivocados están! Esa no es la solución para abaratar los precios. Esos sujetos “enjaulados”, por cierto, sin el debido proceso, son humildes buhoneros, son mulas que cometen delitos de bagatela (si es que acaso eso es delito). Acá todos sabemos que a los “bachaqueros” que generalmente detienen son de poquísimos recursos económicos. Algunos son choferes, otros tienen tarantines de comida o, trabajadoras de casas de familia, que escudriñan la manera de rebuscarse algunos “churupitos” para poder subsistir.

 

 

 

Esos “bachaqueros” que inhumanamente exhiben como trofeos, y expuestos al escarnio público nada tienen que ver con que el carton de huevos esté en ochenta mil bolivares, el kilo de carne cerca de los cien mil, el queso blanco y la pechuga de pollo a setenta mil bolivares. Asi como lo leen, apresar a esas personas no hará que el salario alcance para adquirir la canasta basica, ni para comprar los estrenos de diciembre y quizá tampoco sean suficientes para el detergente con el que se lavará la ropa vieja, porque el kilo de Ariel ya ronda los cincuenta mil bolivares.

 

 

 

Lo que hace Lacava con ese carro, son acciones estudiadas por el derecho penal simbólico, porque pretenden dar la sensación que se combate la delincuencia cuando la realidad es otra.

 

 

La culpa es del socialismo

 

 

 

En efecto, los “bachaqueros” son el último eslabón de una larga cadena de corrupción, y son ellos los que tienen la menor responsabilidad en ese crimen (si es que están cometiendo algún crimen). El asunto es que ellos son los que dan la cara frente al consumidor necesitado. Que conste, no estoy defendiendo ese tipo de conductas asumidas por los “bachaqueros”, lo que trato es de exponer, que ellos son la consecuencia y no la causa del encarecimiento de los productos. Cuando hay tantos controles se generan ideas para burlarlos o lograr provecho de ellos. Es común que eso ocurra en este tipo de regímenes socialista/comunistas. Los mercados negros son los primeros en proliferar cuando se instauran los controles. Los cubanos pueden darnos mayores explicaciones sobre esa modalidad.

 

 

 

 

No habría “bachaqueros” si no existiesen tantos obstáculos para la producción o, si los productores y comerciantes tuvieran plenas garantías y seguridad jurídica. Esa dañina práctica la ha generado este régimen con sus políticas que han destruido la economía del país. Los “bachaqueros” no son los culpables de que todo esté caro, ni tampoco de la escasez de algunos rubros. Detrás de ellos están los militares que son los que deciden hacia cuál zona van los productos. A los “bachaqueros” los surte algún “chivo rojo rojito”, bien sea uniformado o civil, pero lo cierto es que ese capo está enchufado en el guiso de la distribución.

 

 

 

Si es cierto que el gobernador Rafael Lacava quiere combatir a esas mafias puede dar una vueltica por las instalaciones militares, son ellos quienes tienen mucho qué aclarar porque poseen el monopolio de la distribución de alimentos. Hace quince días trató de hacerlo con el exgobernador de Carabobo pero desde Caracas le halaron las orejas, porque pisó unos cayos en el alto gobierno ¿o no?

 

 

 

Desde esta trinchera exhorto al gobernador Rafael Lacava a cumplir con la Constitución, no tengo por qué dudar de sus buenas intenciones, pero debo decirle que cuando una intención va acompañada por un mal procedimiento, pues entonces no es tomada con seriedad. En este particular le transcribo lo que establece el artículo 46 de la CRBV:

 

 

 

“Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral; en consecuencia: 1. Ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o tratos crueles, inhumanos o degradantes…2. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano…” Esto se traduce en que lo que hace el gobernador con el carro de Drácula es una flagrante violación del texto constitucional. Y escribo solamente esto para no referirme a la “ley contra el odio” porque es un instrumento “odioso” ya que fue elaborado por un ente fraudulento.

 

 

 

Drácula es esclavitud

 

 

 

Venezuela comenzará a reconstruirse cuando el capital privado se sienta seguro, cuando se premie el trabajo de los ciudadanos, el día que se entienda que quien más trabaja tiene derecho a ganar más, y que quien más estudie y se prepare es de suponer que tendrá más responsabilidades y en consecuencia mayor será su remuneración. De esto no saldremos con ridículos carros de Drácula sino con incentivos a la producción y al empleo. Cuando se acabe el nefasto estilo de hacer política mediante ofrecimientos populistas, si señores, desde ese momento podremos hablar de prosperidad. El día que los gobernantes se dediquen a lo básico de la función pública esto es, que dejen de meter sus narices en empresas o en asuntos que solo deben ser manejados por entes privados veremos avances hacia el bienestar. Pero mientras sean los gobiernos quienes definan los precios de la comida, el precio del dólar o de todo lo que se le ocurra y no sea la Ley de la oferta y la demanda quien lo haga, seguiremos camino a la consolidación de la esclavitud.

 

 

 

@pabloaure

El día después

Posted on: octubre 16th, 2017 by Laura Espinoza No Comments

Ya son las ocho de la noche del domingo 15 de octubre y no tengo ninguna información veraz sobre determinada proyección de posibles resultados electorales. He leído lo que se envía por los chats y lo que escriben de manera irresponsable algunos actores políticos, pero la experiencia me ha dicho que nada de lo que se diga a esta hora es creíble, ni siquiera los niveles de abstención, por eso prefiero omitirlos y centrarme en el país que nos encontraremos después del anuncio oficial por parte del descalificado Consejo Nacional Electoral; es decir de los boletines. Tenemos que recordar que esta fue una campaña muy insípida, ya que no se conoció el programa de gobierno de ninguna de las opciones y todo se limitó a incentivar la participación y a demostrar que la oposición es mayoría, todo con esquemas publicitarios dirigidos a la promoción de una especie de voto castigo contra la nefasta gestión del régimen que ha empobrecido a nuestro país.

 

 

 

Siendo esto así, de ayer a hoy, aún, luego del anuncio de los resultados oficiales, absolutamente nada cambiará. Por eso le pido a los venezolanos no desgastarnos en discusiones pasajeras, ni tampoco en la asignación de responsabilidades. Lo que ocurrió ya pasó y punto, que si de algo nos debe servir que sea de experiencia y nunca para alimentar rencores, ni mucho menos escuchar a nadie decir “yo te lo dije”

 

 

 

El lunes volverá a amanecer, repito: indistintamente del número de gobernaciones que se obtengan o, como algunos prefieren denominarlo, el número de espacios que se hayan recuperado, los problemas seguirán siendo los mismos y no tengan ninguna duda se le sumarán muchísimos más. Por eso pregunto a modo reflexivo ¿Por qué seguimos haciendo lo mismo y esperando resultados diferentes?

 

 

 

Los venezolanos gastamos la vida

 

 

 

Pasamos de disfrutar la vida, con sus dificultades, como es natural, a gastarla. A eso nos arrastró el huracán chavista junto a la criminal complicidad de muchos que se dicen demócratas.

 

 

 

El desespero es enorme en todos los sectores. Nos hemos empobrecido a niveles insospechables; el terror a enfermarnos es alarmante. No solamente por no poder pagar la clínica o no tener una cama o falta de insumos en los hospitales, sino que aunado a esas calamidades han aparecido enfermedades pavorosas que habían sido abolidas desde los primeros años luego del derrocamiento del dictador Marcos Pérez Jiménez. Por ejemplo hay brotes de difteria, enfermedad transmitida por una bacteria que en esta Venezuela de la destrucción “madurista”, se dice que quien la contraiga prácticamente está sentenciado a muerte porque no hay los antibióticos para combatirla. De hecho, en la Ciudad Hospitalaria Enrique Tejeras de Valencia hay una especie de aislamiento o cuarentena, la semana pasada se produjo un deceso por esa terrible enfermedad y me informan lamentablemente, que hay otro paciente que la padece.

 

 

 

Navidad sin hallacas-

 

 

 

Los días pasan y los circos se multiplican, llámense electorales o de otras modalidades. Lo que sí ha desaparecido es el pan. Ya no existe esa consigna de pan y circo, nuestro país solo quedó para el circo. El hambre se apodera de la gente, todos los días vemos a más personas hurgando de la basura para buscar comida, y es entendible. El desempleo y el alto costo nos ha llevado a ver esos tristes espectáculos callejeros. Qué alguien me explique cómo puede alimentarse una familia con el sueldo mínimo por más que lo aumenten mensualmente. Soy de los que visito los mercados y hago las compras para mi casa y es casi imposible hacer las compras que solíamos hacer meses atrás. El tomate a veintisiete mil bolívares, la carne a cuarenta mil el kilo, el queso a cincuenta mil o el cartón de huevos a cuarenta y siete mil. ¿Cómo podemos mantener un poder de compra con estos precios? Y estos son apenas algunos rubros, porque todos los alimentos seguirán en franco aumento.

 

 

 

Por otro lado, las medicinas no aparecerán, el dinero tampoco aparecerá y si aparece no alcanzará para comprar la canasta básica, el pobre continuará siendo pobre y el rico mantendrá su riqueza, mientras que la clase media irá desapareciendo a paso de vencedores.

 

 

 

Muchas veces lo hemos dicho, el problema de Venezuela no se resuelve con gobernadores que no gobernarán ni podrán desarrollar políticas que generen prosperidad. Esto es un problema estructural, más allá del maquillaje que le pueda prometer cualquier gobernador. Estamos sumergidos en un barrial. Ese mismo charco de estiércol que ha empobrecido y quebrado la moral del pueblo cubano hoy destruye a los venezolanos.

 

 

 

 

Podrán seguir vendiéndonos y tratándonos de conquistar con los espejitos de las elecciones, pero tal y como van las cosas la desesperación ciudadana se pronunciará antes de que llegue ese ficticio desenlace o cambio, vía pronunciamiento electoral. Ni el CNE ni mucho menos la FANB serán los que organicen la sustitución de los empobrecedores, no podemos ponerlo en duda que será la auténtica expresión ciudadana la que se pronunciará, en su terreno natural: ¡la calle!

 

 

 

Preocupa la Universidad

 

 

 

Pasada la página electoral, necesariamente debo volver a pensar en mi Universidad de Carabobo, en mis estudiantes y en todos mis compañeros de trabajo. También pienso en los aspirantes a ingresar a la centenaria casa de estudios superiores.

 

 

 

Es común que el régimen nos impulse a desviar la mirada hacia otros asuntos bajo la creencia que desde esos asuntos podemos resolver la grave crisis del país. Siento decir que esas acciones gubernamentales son precisamente las que han contribuido al deterioro de nuestras instituciones. Nos ahogan presupuestariamente y eso nos conduce hacia lo incierto.

 

 

 

Con el corazón arrugado pienso en mi UC, esa que me ha visto crecer y ha sido testigo de mis tiempos juveniles como estudiante y desde hace más de tres décadas, de mi vida profesional. La he contemplado en su época boyante cuando nada faltaba, en esos momentos de los gobiernos que veían el conocimiento como herramienta indispensable para la prosperidad, conocí las residencias estudiantiles y los autobuses que suficientes y en buen estado; ahora, me ha correspondido ser parte de su gerencia en estos tiempos de carencias materiales.

 

 

Es menester repensarla para redefinirla. De no hacerlo, será imposible mantener esta barca a flote. Por lo pronto es urgente buscar el camino y disposición para lograr acuerdos con instituciones públicas y privadas con la finalidad de alargar su vida o evitar el definitivo colapso. Todas las universidades públicas hacen aguas porque navegan en aguas tormentosas. Nos azota un monstruo que persigue las casas del saber. Ese monstruo es el Socialismo del Siglo XXI y, para acabar con esa bestia no hay un modo distinto al del método que se utiliza contra las culebras: ¡hay que darle en la cabeza! En tal sentido, el compromiso de todos los universitarios tiene que ser definir estrategias, bajo una perspectiva unitaria, entendiendo que el enemigo es el régimen que la ha venido interviniendo a través del recorte presupuestario. Quiero que sepan que lo que se le ha asignado a nuestra UC para el año 2018 apenas alcanza al 12% de lo indispensable para mantenerla operativa, sin entrar a considerar que la inflación prevista para el próximo año superará el 1500%. Imposible mantenerla abierta si la comunidad entera no asume el compromiso de defenderla.

 

 

 

¡Defender la UC es tarea de todos!

 

 

@pabloaure

Acta de defunción del régimen

Posted on: julio 31st, 2017 by Laura Espinoza No Comments

Si algún oficialista tenía duda sobre la verdadera aceptación del régimen en la población, ella quedó suficientemente aclarada en ese circo llamado “elección de la constituyente”. El Consejo Nacional Electoral no encontraba la manera para disimular el megafracaso del régimen que se evidenciaba en la soledad de los centros de votación, aunque se le ocurrió “nuclearlos” para que se vieran más concurridos, y no lo pudieron lograr.

 

 

Es imposible convertir a una microminoría en mayoría. Las encuestas oficialistas e independientes así lo determinaban. Menos del diez por ciento (10%) apoyaba la convocatoria, no solo por ser fraudulenta, sino porque los ciudadanos están muy claros que el problema aquí no es la Constitución sino el sistema hambreador que ha devastado el país.

 

 

Desde el sábado cuando ya era un hecho la materialización de ese evento electoral, muchas personas entraron en depresión, en desesperanza, en angustia. Creo que esos amigos, algunos familiares que los notaba nostálgicos, les decía lo que yo pensaba, y hoy quiero hacerlo público. Entiendan que Maduro se montó en una bicicleta y tenía dos opciones: dejar de pedalear y caerse, o seguir pedaleando hacia el precipicio. Eso último fue lo que ocurrió este domingo. No se bajó de la bicicleta.; y ahora será cuestión de semanas, no creo que llegue a meses, para que Maduro abandone Miraflores.

 

 

Nicolás Maduro recurrió a la Constituyente como herramienta para negociar un intento equivocado para calmar las calles, sin darse cuenta de que ya nadie puede negociar en nombre de los ciudadanos, que no responden a ningún liderazgo. A Maduro lo empujó Disodado Cabello, quien se imaginaba que una vez instalada la Asamblea Constituyente él podría gobernar o erigirse jefe supremo de Venezuela. Lo intentará, pero no lo logrará. El daño que el régimen ha provocado al país, pudiéramos decir, parafraseando a doña Tibisay, es de tendencia irreversible. Nadie podrá sostener por mucho tiempo a este agónico régimen opresor.

 

 

Ahora bien, el asunto se complicará muchísimo más dentro de algunas horas. Así como lo leen, dentro de algunas horas. Porque crecerá de manera exponencial la conflictividad y la represión. Es aquí donde nuevamente tenemos que invocar los tratados internacionales y gritar a todo pulmón un SOS a esos organismos, porque como hemos dicho con anterioridad, no se trata de una simple dictadura, sino de un centro de crimen organizado con alcance mundial. Este escenario que aquí exponemos, aunado a los anticipados anuncios de varios países del continente americano de no reconocer los resultados de la elección de la ANC por tratarse de un proceso espurio, nos da la idea del escenario inédito por el cual atravesará la dictadura que por intentar fracturar lo que aún quedaba de república, derivará en sanciones petroleras e inclusive en una posible intervención de fuerzas militares extranjeras para proteger los DDHH de los venezolanos con la finalidad de evitar se comprometa la seguridad de la región.

 

 

Provocación o desesperación

 

 

Nicolás Maduro fue víctima del desespero de Diosdado Cabello y de Tareck El Aisaime, que son los más entusiasmados en perpetrar ese fraude constituyente. Tienen mucho que perder. El mundo entero les tiene en la mira, y quizá han pensado en que asumiendo el poder plenipotenciario que ellos imaginan les dará el fraude constituyente, serían quienes podrán negocia si es que acaso le dan oportunidad. No creo que se la den. Es un hecho comunicacional hay oscuros negocios por los cuales son sindicados ambos, y siendo esto así, ellos también serán victimas de sus jefes clandestinos que tienen presencia en casi todo el planeta. Nada fácil para ese par de caballeros. Recordemos lo que ocurre en esa clase de carteles, o en las mafias. El que entra no sale.

 

 

Constituyente el acta de defunción

 

 

Esta semana el país amaneció con un fraude constituyente. Olvidan aquel pensamiento de Montesquieu que nos dice que “Una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe ser ley porque es justa”. Ya sabemos cuál fue el origen y cómo Maduro se hizo del TSJ para interpretar un artículo Constitucional, confiriéndole poderes para cambiar de manera arbitraria e injusta el pacto social contemplado en la Carta magna.

 

 

La ausencia de pueblo en estas fraudulentas elecciones demuestra que a Maduro solo lo sostiene el grupete de militares y de mercenarios armados (colectivos) que siembran el terror.

 

 

Nada que se haga en contra de la voluntad de la inmensa mayoría de los ciudadanos puede ser justa. Al contrario, ese fraude constituyente le pretende arrebatar el verdadero deseo nacional, que pasa por salir de Maduro y todo lo que él significa, que no es otra cosa que hambre, miseria y destrucción.

 

 

La Constituyente adelantará la partida de Maduro, él tenía perfectamente constituido un régimen milico judicial. Gobernaba a su antojo desde el TSJ y esas decisiones eran ejecutadas con el apoyo militar. Por eso pienso que Diosdado Cabello pensó en asumir el poder para ser él quien maneje directamente su estabilidad o permanencia en libertad, creyendo que eso se cumplirá con la Constituyente, cuando el resultado serán totalmente al contrario.

 

Ya verán.

 

 

De Pérez Jiménez a Maduro

 

 

Aunque a algunas personas no les gusta la comparación, porque defienden a Pérez Jiménez diciendo que si bien es cierto era un corrupto, también es verdad que su régimen construyó muchos hospitales, centrales hidroeléctricas, carreteras, viviendas y no tenía vínculos con el narcotráfico, mientras que Maduro ha sumido en una terrible miseria al país sin obras que exhibir, pero sí mucho que escribir con tienta de sangre en esta dolorosa historia venezolana.

 

 

Hace aproximadamente 60 años Pérez Jiménez, el 15 de diciembre del año 1957, quiso hacer lo mismo que Maduro el 30 de julio. En el 57 se celebró un plebiscito no contemplado en la Constitución del 53 (y Maduro convocó una Asamblea Nacional Constituyente, violando la Constitución del 99). Pérez Jiménez al igual que Maduro contaba con todos los poderes, incluida la Fuerza Armada. Sin embargo, a las seis (6) semanas de consumado el fraude, aquel dictador tuvo que escaparse del país. Aquí hay que hacer una aclaratoria: en épocas del dictador Marcos Evangelista no existía la presión internacional que actualmente arrincona a Maduro. Y con todo y eso, tuvo que huir. Saquen ustedes sus conclusiones para que luego levanten el ánimo.

 

 

 

Hoy, quiero despedir esta columna con algo que he dicho muchas veces: tengan la seguridad, de esta tiranía vamos a salir, pero para ello debemos dejar los necios nacionalismos, porque necesitaremos ayuda extranjera y, tendremos que aceptarla como está establecido en los tratados y pactos internacionales.

 

 

No podemos afligirnos, así sintamos que se nos mueve el piso o que el techo se nos caiga, porque millones de venezolanos tenemos las alforjas repletas de coraje y de dignidad. No nos van a doblar. Debemos aprender de estos errores y respetar el sentido común. Dejar de ver espejismos que nos puedan desilusionar al poco tiempo. Tengamos fe que ese país de nuestros sueños y que lo merecemos, lo construiremos con la cabeza y con el corazón; repito, es menester buscar ayuda en otras latitudes, y tenemos que decirlo sin complejos. Tenemos la inteligencia pero necesitamos una fuerza para desmontar a la delincuencia que hoy mantiene el poder en el país. La fuerza no es para asesinar sino para prevenir.

 

 

Pa’lante Venezuela.

@pabloaure

Horas finales

Posted on: abril 25th, 2017 by Laura Espinoza No Comments

 

Nunca antes me había sentido tan optimista como en estos últimos días. Desde luego han sido momentos trágicos, difíciles, sumamente dolorosos para quienes creemos en el derecho a la protesta y en el respeto de los derechos humanos. He visto la represión muy de cerca. He olido “gas del bueno”, escuchado el accionar de las armas de los organismos represores –léase, de los contemplados en la ley– y de los paramilitares, que involucran a los colectivos y milicianos. No me lo han contado, lo he vivido. Me solidarizo y me uno al duelo que aflige a la familia de los caídos por esas manos criminales patrocinadas por el régimen del oprobio. Esas muertes no quedarán impunes. Ningún ser humano con principios y valores puede ser indiferente ante lo que ocurre. Me siento orgullosísimo de los estudiantes. De esa juventud valiente que con arrojo defiende sus derechos. Que no le tienen miedo ni a “animal ni policía”, que desgraciadamente, con contadas excepciones –los represores del régimen–, se confunden o dejan mal parado al reino animal, que nunca atacan sin motivo. No puedo dejar de comentar la actuación encomiable de nuestros alumnos de medicina de la Universidad de Carabobo que, sin estar en las protestas de manera activa, han conformado un equipo de socorro situados muy cerca de donde se desarrollan las protestas, para atender a los que son víctimas de la brutal represión. Para ellos nuestro eterno agradecimiento.

 

 

Inmensamente optimista.

 

 

A pesar de la brutal represión (bueno, no esperemos algo distinto de la naturaleza de los represores), nadie retrocede, al contrario, cada día son miles los ciudadanos que se unen a las manifestaciones y movilizaciones. Ya no hay diferencias odiosas entre clases sociales. Somos un solo país, los del norte y los del sur, los del este y los del oeste. Ricos y menesterosos gritan ¡libertad!

 

 

Somos optimistas. Quizá por primera vez en estos largos 18 años vemos el sentimiento venezolano que le hace honor al himno nacional, Gloria al bravo pueblo. Quienes hoy protestan lo hacen convencidos de que si no es ahora no será nunca. Los laboratorios del régimen pretenden confundir con falsos audios y bolas de rumores, los cuales son opacados o desmentidos –a pesar del cerco mediático– por lo que vemos a diario con nuestros propios ojos. Todos los rincones del país están alzados. Así como lo leen: alzados contra la tiranía, y están dispuestos a no abandonar las calles hasta verla caer. Muchos pensaban que los ciudadanos no aguantarían tantos días en la calle, pero se equivocaron esos pronósticos, pues en una suerte de inspiración natural se multiplican y están dispuestos a todo. Luchar hasta vencer, con las únicas armas que son la fortaleza espiritual y la inspiración de miles de jóvenes literalmente en el campo de batalla. Por cierto, una batalla espiritual la que motiva a nuestra gente: la batalla del bien contra el mal.

 

 

 

Y los militares qué.

 

 

La gran pregunta es esa. Siempre he dicho y lo mantengo que sin el apoyo de la Fuerza Armada Nacional es imposible desalojar a estos vagabundos del poder. Muchos me han respondido que no contemos con ellos, porque todos están muy bien. Les contesto: ¡falso de toda falsedad! No son todos, apenas es un mínimo porcentaje de los cuatro componentes. Sobre todo de la Guardia Nacional. Pero ya las cosas están cambiando. Porque al igual que lo decían cuando Pérez Jiménez, también recuerdan, como lo dijeron la víspera del 23 de enero del 58, que: “El pescuezo no retoña”.

 

 

 

Transición sin elección.

 

 

Aquí no es el momento de estar pidiendo elecciones, ni mucho menos de pretender apagar las calles ante un eventual anuncio de doña Tibisay de un cronograma electoral. Amigos, el tema ya dejó de ser electoral para convertirse en una estrategia de cambio, distinta a esa modalidad. Con responsabilidad de lo que veo en las calles y de mi convencimiento, que algún sector opositor intente aceptar esa sugerencia de quienes siempre han estado a espaldas de los ciudadanos, será tildado de entreguista. Por eso mucho cuidado. Cierto, Venezuela reclama unidad, pero nuevamente recurro a lo que he dicho siempre, esa unidad es de propósito y no de alcanzar parcelitas de poder. Es la hora de los ciudadanos y los ciudadanos gritan ensordecedoramente ABAJO LA DICTADURA. Les digo a los que se pudieran ver tentados a aceptar ir a elecciones, los ciudadanos están ganando la batalla, y no me refiero a la batalla de haber vencido el miedo, sino la más importante: haber vencido la indiferencia, no se equivoquen con burlarse del sentimiento popular, pues este también los arrollará.

 

 

 

Presencia en la calle es indispensable.

 

 

Tengan la plena seguridad de que de esto vamos a salir, y muy pero muy pronto. Los muñecos se mueven más rápido de lo que se imaginan. Maduro está rodeado porque no cuenta con pueblo que lo proteja. Solo le queda una caterva de mercenarios, un grupete muy reducido de guardias nacionales, y uno que otro infante de marina. Sabe que en los cuarteles hay un ambiente de insubordinación general, que únicamente están esperando el momento adecuado para hacerlo. Créanme que estamos en las horas finales, habrá transición, y si somos sensatos debemos actuar con sentido de la oportunidad manejando escenarios difíciles para los radicales (me cuento en ese lote, con el entendido de que ser radical no es ser irracional). No es cuestión de pactos irresponsables, sino para la tranquilidad del país. No nos sorprendamos de una eventual huida de Maduro y de sus principales colaboradores y luego de un breve gobierno de transición donde la Asamblea Nacional, no como la que quería Maduro, con él en Miraflores, sino una que sustituya los poderes constituidos (incluido Nicolás Maduro), convoque un proceso constituyente como vía jurídica y ciudadana de reinstitucionalizar el país. Uno de los acuerdos deberá ser, luego del fin de la tiranía, nombrar una Comisión de la Verdad para atender el resarcimiento a las víctimas de esta cruenta dictadura y desde luego para hacer justicia, porque la justicia siempre comienza con conocer la verdad de los hechos sin disfraces mediáticos. Esa Comisión de la Verdad debe estar conformada por personas creíbles y de elevada condición moral.

 

 

 

Finalmente, hay que tener claro algo: NO PODEMOS ABANDONAR LAS CALLES. Hoy más que nunca es muy importante que estemos activos. La calle ha sido factor determinante para lograr que el régimen esté en sus estertores. Solo falta darle la estocada final.

 

 

Pablo Aure

@pabloaure