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Venezuela será pronto grande, útil y plural

Posted on: julio 13th, 2020 by Super Confirmado No Comments

 

Hay que trabajar para lograrlo. Dependerá del esfuerzo que se realice desde ahora y para siempre. No olvidemos que Dios nos creó a su imagen y semejanza. En consecuencia tenemos la fuerza que se deriva de esa condición. Lo que Él desea para nuestra Patria depende de cuánto hagamos en su nombre, animados por los principios fundamentales de nuestra condición humana.

 

 

Incluyo en esto a compatriotas de otras religiones creyentes en el mismo Dios, aunque con doctrinas distintas pero coincidentes en lo fundamental. Incluso existen algunos casos famosos de “ateos gracias a Dios”, con vida íntegra al servicio de los demás y sin hacerle daño a nadie. Todos están convocados para la lucha que condicionará el futuro inmediato.

 

 

Esta Nación tiene como hacerlo. Tiene ideas, proyectos, programas y hombres y mujeres capacitados para llevarlos adelante. Errores y torpezas políticas de muy contados dirigentes opositores no pueden disminuir la esperanza de un mañana mejor. No somos lo mismo, ni nada parecido a quienes han destruido al país en estas dos décadas infames. Nosotros tenemos dificultades a la vista, pero ellos están en un círculo cerrado que se hace cada día más estrecho nacional e internacionalmente. Los acechan peligros graves entre ellos mismos, producto de la pervertida ideologización comuistoide del olvidado “socialismo del siglo XXI”. Todos andan cuidándose las espaldas y los lados. Las traiciones están a la orden del día.

 

 

Las disidencias opositoras están identificadas. Las caretas cayeron. Nadie se engaña con el electoralismo agudo que abandona la lucha por el fin de la usurpación, la salida de Maduro y su combo, la formación de un gobierno de emergencia nacional y, cuando existan las condiciones, elecciones presidenciales para hacer realidad la voluntad de un pueblo que quiere el cambio con urgencia. Molesten lo menos posible y traten de disfrutar lo recibido mientras puedan. Con claridad y sin más engaños.

 

 

El capital humano domina las áreas fundamentales. Los negocios del petróleo y la minería, la productividad del campo y de las ciudades en todos los aspectos industriales y comerciales, la educación y la salud, la protección integral a la familia, a las personas y a las empresas dentro de un sólido ordenamiento jurídico que debe ser formulado.

 

 

No volveremos a la época mirandina del “bochinche, puro bochinche”. Haremos de Venezuela un país federal y descentralizado. Habrá que municipalizar la vida pública y hacer realidad aquello de “tanto mercado como sea posible y tanto estado como sea indispensable”.

 

 

Quisiera continuar, pero el espacio no lo permite. Un breve recuerdo: se nos está muriendo mucha gente amiga. Para Daniel Alvarado (El Negrito Fullero) y para Cosme Finol, expresidente de Fegalago por la muerte de su querida esposa Yajaira.

 

 

Oswaldo Álvarez Paz

@osalpaz

En homenaje a mis tres padres

Posted on: junio 22nd, 2020 by Laura Espinoza No Comments

Escribo en domingo, Día del Padre. Los tres fallecieron hace ya algún tiempo, pero dejaron huellas imborrables en mi personalidad, de esas que nos guían en los contradictorios senderos que debemos transitar.

 

 

El primero y principal fue mi padre biológico. Ángel María Álvarez Domínguez. Natural de Camaguán, Estado Guárico, pero compartió buena parte de su familia en San Fernando de Apure. Llanero de pura cepa. Dedicó buena parte de su vida al telégrafo donde estuvo treinta y cinco años, Se inició como repartidor de telegramas en San Fernando, a los ocho años de edad. Terminó como director general de Telégrafos y Teléfonos de Venezuela, para el occidente del país, con sede en Maracaibo. En el camino recorrió buena parte del país. Dejó huellas en Ciudad Bolívar, en Barcelona, en Trujillo y paremos de contar.

 

 

 

Las principales líneas telegráficas del Zulia se construyeron bajo su dirección. Fue separado de sus labores a raíz del 18 de octubre de 1945. Es bueno recordar que en ese entonces los telegrafistas eran de mucha confianza de los gobiernos. Se había casado con Hilda Altagracia Paz Galarraga, natural de Los Puertos de Altagracia. Tenían dos hijos pequeños y se dedicó entonces a varias actividades comerciales, al igual que mi madre.

 

 

En 1948 rechazó una oferta hecha por el para entonces coronel Llóvera Páez para un cargo similar al que tenía cuando fue sustituido, pero a nivel nacional La rechazó. Papá me sembró la pasión por la historia de Venezuela. Me hizo paecista hasta el día de hoy. Nos enseñó a montar a caballo, a enlazar con soga y con mecates y, en mi caso particular, he compartido mi condición de zuliano con la de llanero espiritual. Lo acompañé varias veces a Camaguán y a San Fernando en pedagógicas visitas. Historia del Telégrafo en Venezuela es un libro editado por el Ministerio correspondiente. Allí se sintetiza, en varias páginas, el paso de Papa.

 

 

Murió de un infarto a los 64 años de edad. Yo estudiaba el último año de Derecho y era presidente de la Federación de Centros Universitarios del Zulia. No me vio graduado, pero sus enseñanzas y su ejemplo me han guiado en la vida.

 

 

El segundo padre fue mi tío Jesús Ángel Paz Galarraga. Con poco tiempo de graduado tuve que mudarme a Caracas. Él era Secretario General Nacional de AD y yo Secretario Juvenil Nacional de Copei. Salí de su casa cuando dos años después me casé y monté la mía. Ejemplo de vida y de constancia. Consejero severo en cosas de la vida. Su familia y la mía, la misma cosa, vivieron bajo el mismo techo en sus largos años de prisión. Sus hijos son unos primos más hermanos que primos. No hay espacio para más, por ahora. Ya habrá tiempo.

 

 

El tercero fue mi suegro, el padre de Cuchy. Tulio Espinosa Unda. Para mí también lo fue. Por falta de espacio, sólo diré que en un día como hoy su recuerdo y enseñanzas no se borran de mi mente. Esto continuará.

 

Oswaldo Álvarez Paz

oalvarezpaz@gmail.com
@osalpaz

Venezuela se desintegra

Posted on: mayo 26th, 2020 by Laura Espinoza No Comments

Trataré de no repetir las condiciones de existencia en este tiempo trágico. Sólo diré que son prácticamente inexistentes. Por si fuera poco lo que estábamos padeciendo antes de la pandemia del coronavirus, ahora se agrava todo sin que podamos tener cifras confiables o, al menos, información segura y creíble sobre la evolución del problema.

 

 

La responsabilidad es exclusiva y excluyente de Nicolás Maduro y del cada día más reducido grupo de cabecillas del régimen. No pueden darse el lujo de abandonar el poder. Viven en incertidumbre creciente sobre el futuro que les espera a ellos, a sus familias y a los mal habidos bienes y recursos dispersos por el mundo entero. Para ellos todo vale para retener el poder. Esta es la única explicación medianamente razonable para explicar lo que está sucediendo.

 

 

Pero esto es sólo una parte de la situación. Lo demás también es conocido. Los problemas internos en los partidos de la oposición democrática más los existentes entre ellos y el silencio de asociaciones y gremios que no tienen tiempo de ocuparse de algo distinto a la propia problemática del área de cada uno de ellos, son factores que contribuyen al mantenimiento de la situación actual.

 

 

Lo cierto es que mientras este régimen exista y Maduro conserve el poder que aún tiene, no hay solución posible. El país seguirá caminando rumbo a lo peor. El mundo continuará asombrado por el deterioro venezolano a pesar de tener riquezas naturales enormes y un proceso de desarrollo que venía cumpliéndose durante décadas anteriores.

 

 

De acuerdo a las cifras de las instituciones mundiales, Venezuela es hoy el cuarto país del mundo con mayor índice de pobreza. La migración de más de cinco millones de personas es la más alta en la historia del continente americano, una de las mayores del planeta. Pero eso no es todo. La presencia activa del crimen organizado con sus tentáculos en todos los centros importantes de decisión, el narcotráfico específicamente y núcleos vinculados al terrorismo de variado signo, son factores que nos obligan a no abandonar la ruta originalmente trazada por la legítima Asamblea Nacional. Ahora más que nunca se necesita emplearnos a fondo para lograr el “cese a la usurpación”. Lo demás vendría por añadidura.

 

 

Lamentablemente el objetivo no se logrará por las buenas. Tienen razón quienes han dicho que será imposible realizar elecciones honestas, parlamentarias y presidenciales, con Maduro como cabeza del régimen. Esto NO es una democracia. Es una dictadura. No se cansarán de continuar montando capítulos insólitos para distraer a la opinión nacional e internacional. La “invasión” de los mercenarios de la Operación Gedeón, la telenovela armada con motivo de la llegada de los buques iraníes con gasolina, serán detalles para lo que tratarán de montar.

 

 

 

Oswaldo Álvarez Paz

oalvarezpaz@gmail.com

@osalpaz

La unidad familiar

Posted on: mayo 18th, 2020 by Laura Espinoza No Comments

La verdad es que del coronavirus ya estamos hasta la coronilla. Sin embargo hay que seguir las instrucciones que los especialistas trasmiten para enfrentar y superar la pandemia, pero sin exagerar. Gobiernos incompetentes, animados por desviaciones ideologizadas y altamente corrompidos, pueden utilizar esta coyuntura para trancar el juego político y social característico de cualquier democracia por imperfecta que sea. Es el caso de Venezuela. Todo está a la vista. Las responsabilidades de cuanto ocurre en las desviaciones calculadas de la acción oficialista están plenamente identificadas.

 

 

Algo muy útil ha tenido esta prolongada crisis. Me refiero a la unidad familiar derivada del confinamiento. Esto ha sido una realidad independientemente de la ubicación física, dentro o fuera del país, de los integrantes de cada familia. La comunicación ha sido permanente. En algunos casos el reencuentro sobrepasa las dificultades y nos hace sentir que no estamos, ni estaremos solos sean cuales fueren las circunstancias.

 

 

No me cansaré de insistir en el tema de la familia. Así como hemos dicho que la Madre es su nervio y motor, eje insustituible de la misma, afirmamos que la familia es la estructura fundamental para el desarrollo de la nación. Todos los factores protagónicos de la actividad nacional, más allá de las diferencias políticas, sociales o económicas, deben actuar en función de hacer posible lo señalado. Sobre todo quienes tienen en sus manos el poder, en cualquier tiempo y circunstancias, tienen la obligación de actuar en esa dirección.

 

 

Nada puede superar la importancia de la familia en la formación integral de sus miembros. Especialmente en materia de educación básica. Los valores sembrados desde la infancia, normalmente acompañan a lo largo de toda la vida. Incluso condicionan el largo proceso existencial. Como en todo, hay excepciones, pero esto es válido para el deber ser.

 

 

En esta etapa tan difícil y complicada, debemos defender a la familia mediante el ejercicio y la defensa de todos nuestros derechos. En la situación venezolana, los probados enemigos de los valores en los cuales creemos, tratan de mantener un clima de miedo mediante el uso arbitrario de la fuerza física e institucional. No podemos dejarnos abatir, ni caer en el peligroso pesimismo que mata la esperanza convirtiéndola en resignación.

 

 

En tiempos de graves dificultades debemos aferrarnos a los principios fundamentales que nos han orientado a lo largo de la vida. Una fe tranquila, pero decidida en pensamiento y acción, es la mejor arma para triunfar y salir adelante. Cualquier signo de debilidad impulsa la violencia. Invita a más violencia. El único camino cierto para proteger a nuestras familias y a nuestro pueblo en general, es en base a la unidad alrededor de lo fundamental y orientar acciones definitivas para la liberación nacional.

 

 
Oswaldo Álvarez Paz

@osalpaz

¿Quién es el enemigo?

Posted on: mayo 6th, 2020 by Laura Espinoza No Comments

 

Hay que ponerle punto final a esta situación creada por un régimen basado en  el disimulo, la mentira, la corrupción y la incompetencia generalizada. Ya basta de desviar la responsabilidad de la trágica situación que vive la nación venezolana. Hay que hablar con claridad y ratificar las convicciones existentes sobre este desastre.

 

 

Para el mundo entero Venezuela está convertida en un verdadero narcoestado. A eso no se llega por casualidad. Tampoco por influencia o acciones externas de terceros, salvo las complicidades existentes con estructuras del crimen organizado en el planeta y de aquellos gobiernos con influencia determinante sobre el régimen venezolano. Todo está a la vista. No hay secretos ocultos que puedan mantenerse indefinidamente. Más tarde o más temprano todo se sabe. El tiempo se agota y la capacidad operativa del régimen también.

 

 

Los más calificados voceros del régimen profundizan en declaraciones y pronunciamientos públicos, la línea de responsabilizar a Estados Unidos y a Colombia de todo lo negativo. Tratan de destruir el inmenso respeto y admiración del ciudadano común de nuestro país con relación a ambas naciones. Estados Unidos no es el responsable de la falta de gasolina, de alimentos y medicinas, entre otras carencias básicas. Es una falacia decir que quieren apoderarse de nuestro petróleo y de otras riquezas básicas, cuando lo que está quedando es entregado a conocidas estructuras narcoterroristas con soporte abierto o encubierto de socios del régimen. Por otra parte, desde una posición exclusivamente personal, Colombia y Venezuela somos una misma nación aunque contenida en dos repúblicas. Los vecinos tampoco son el enemigo.

 

 

Estados Unidos es un país muy rico y autosuficiente. No necesita de nuestro petróleo gracias a sus enormes reservas operativas y alta productividad diaria. Por otra parte, Colombia produce mucho más que Venezuela en este tiempo de abierta caída en todos los renglones de crudo y de gas en nuestro territorio.

 

 

También hay que ponerle punto final a la fábula creada sobre conspiraciones y atentados utilizados para justificar y aumentar la represión y la violencia física e institucional contra el pueblo.

 

 

Ningún oficialista da explicación sobre la matanza de presos y heridos en la cárcel de Guanare. De las masacres en puntos concretos del país y de la capital y, por supuesto de las múltiples protestas de la gente en medio de una lucha desesperada por la supervivencia. No exageramos al decir que el verdadero enemigo, el responsable de cuanto sucede, es este régimen penetrado y controlado por el crimen organizado con orientación narcoterrorista.

 

 

Desde que el régimen expulsó a la DEA del país, creo que en 2005, y le quitó a gobernadores y alcaldes el control de puertos, aeropuertos, vialidad interurbana y otras competencias alcanzadas gracias a las luchas por la descentralización y autonomía de estados y municipios, se fueron concretando las sospechas sobre su verdadera naturaleza. Ya basta.

 

 

 

 Oswaldo Álvarez Paz 

oalvarezpaz@gmail.com

@osalpaz

Peligrosa incertidumbre

Posted on: abril 27th, 2020 by Laura Espinoza No Comments

 

 

Esta cuarentena se convierte en una rara experiencia existencial. Nunca me ha costado tanto escribir como en este domingo. Quizás el exceso de reflexión sobre el pasado, presente y eventual futuro del país nos llena la cabeza de muchas cosas al mismo tiempo. No es fácil ponerlas en orden cuando la incertidumbre penetra progresivamente en la mente. Ese sentimiento va y viene, aparece, desaparece y pronto reaparece haciendo difícil la visión integral de cuanto sucede.

 

 

Este es un pueblo pacífico y bueno, pero la historia está llena de coyunturas que han hecho explotar la violencia en contra de los factores protagónicos y responsables de la tragedia cuando se apodera de la vida común. Algunos focos aparecen en distintas zonas de Venezuela, producto de la lucha que puede extenderse por la sobrevivencia de las personas naturales y jurídicas, es decir, de las familias y las empresas, de la libertad de trabajo en su sentido más amplio.

 

 

El recogimiento obligatorio proyecta una imagen de falsa paz. Aunque no hay una “guerra” declarada, tampoco existe la serenidad indispensable para que la vida transcurra con normalidad. Aquí puede pasar cualquier cosa, más allá de lo que ya está pasando. Debemos estar preparados y dispuestos a sumar todo lo que podamos a la tarea del cambio de régimen, indispensable para salir adelante. Ha sido dicho que cuando el destino habla calla todas las demás voces. Está sucediendo.

 

 

Nicolás Maduro y los más altos personeros del régimen, tienen que entender la inutilidad de sus pretensiones continuistas. Lo ven y lo sienten, pero no quieren aceptarlo. La incertidumbre con relación al futuro inmediato también se apodera de ellos. Aferrarse al poder por todos los medios a su alcance es la única respuesta que se les ocurre. Están cerrando todas las posibilidades de una solución civilizada, por las buenas. Peor para ellos. El caso de Maduro es patético. Con la nave hundiéndose, parece un náufrago delirando bajo el calor del sol. Esa es la imagen que proyecta en sus abusivas presentaciones en cadena. Enloqueció como el mismo Hugo Chávez de quien alguna vez dijimos que llegó a creerse el disfraz de cada día. Maduro hoy ya no sabe si es él o sus ropajes.

 

 

La construcción de la nueva Venezuela es perfectamente posible en un relativo corto plazo. Pero necesitamos de la unidad bien entendida, encabezada por hombres justos y honrados que, por el sólo hecho de estar le den trascendencia histórica y seriedad a lo que está por hacerse.

 

 

Por parte de la oposición, en cualquiera de sus expresiones, hay unas cuantas asignaturas pendientes relativas a la práctica política, a la razón de ser y funcionamiento de los partidos y con relación a los fines mismos de la democracia.

 

Oswaldo Álvarez Paz

@osalpaz

 

 

Maduro debe renunciar

Posted on: abril 22nd, 2020 by Laura Espinoza No Comments

 

Hay situaciones que están a la vista, conocidas por todo el mundo. Venezuela jamás había estado peor. Me refiero a todos los aspectos de la vida nacional. Públicos y privados. Una tragedia de tal naturaleza que llevó al padre Luis Ugalde S.J. en su último artículo, a escribir entre otras importantes cosas: “…que es urgente la renuncia de Maduro y un cambio a fondo del desastroso proceso…” Lo demás es fácil de imaginar. Pero lo importante es la línea coincidente con relación a este objetivo primario. Sin alcanzarlo será imposible la construcción de un nuevo país sobre la base de la libertad, el progreso y los principios fundamentales de una verdadera democracia.

 

 

A pesar del indignante fastidio que provocan, escuchamos atentamente todas las alocuciones de Maduro, de Cabello, de los hermanos Rodríguez. Y de unos cuantos más, especialmente gobernadores, o “protectores” de algunos Estados y no encontramos nada de fondo. Ni una palabra con relación a la tragedia. Y mucho menos diseño de alguna política destinada a resolverla con ánimo de superación definitiva.

 

 

No se trata de un capricho. Tampoco de politiquería de quincalla baratera. Es un grave problema de fondo que nos afecta a todos y está unificando a los compatriotas por la base. Demócratas opositores, la mayoría de los chavistas originarios y muchos que hasta ahora por razones de supervivencia han estado al margen de las polémicas propias de la política, están de acuerdo en que esto no puede ni debe continuar. La consecuencia es evidente. La base de sustentación del régimen está muy deteriorada. Sólo puede aferrarse, como hasta ahora, a la mentira y al disimulo, a la violencia física e institucional, al abuso ante la incertidumbre de lo que les depara un futuro que ya empezó. ¿Qué harán y adonde irán con recursos mal habidos bastante ubicados por el mundo entero?

 

 

Para refirmar lo que estamos afirmando basta con recordar que más de cinco millones de compatriotas están en el exterior. Se trata de un récord para Latinoamérica y buena parte del mundo. Regresan unos pocos y el régimen especula como si vinieran de nuevo al paraíso terrenal que los obligó a irse. Pura farsa mentirosa. La vida de la inmensa mayoría de los venezolanos que están en el exterior es triste. Muy pocos se adaptan plenamente a la vida marginal que como refugiados encuentran, pero están plenamente conscientes de las dificultades que los obligaron a partir.

 

 

Por desgracia adicional la pandemia originada por el coronavirus muestra en toda su magnitud la tragedia. La represión para imponer un obligado silencio a la población y las mentiras, le están generando al régimen resultados distintos a los que buscan. Esto es un socialismo-comunistoide probadamente fracasado en el mundo entero.

 

 

Oswaldo Álvarez Paz

@osalpaz

oalvarezpaz@gmail.com

El valor de la libertad

Posted on: abril 6th, 2020 by Laura Espinoza No Comments

La libertad es el valor fundamental de cualquier nación que se respete a sí misma. También se trata de una condición fundamental para la existencia de cualquier ser humano. Por supuesto, en ambos casos nos referimos a una libertad responsable, ejercida dentro de un orden constitucional y legal que   existencia del respeto entre los ciudadanos, las instituciones y las relaciones entre unos y otros.

 

 

Mucho se ha escrito y dicho con relación a la libertad. En la Venezuela de hoy resulta indispensable discutir sobre el tema. Progresivamente la libertad ha sido reducida a su más mínima expresión. La cantidad de presos, de enjuiciados, de exilados y asilados, de perseguidos, de acosados sistemática u ocasionalmente por el régimen, de violaciones al ordenamiento jurídico y constitucional y, entre otros elementos, la tendencia evidente hacia la mentira y el disimulo que afecta a todos los sectores políticos, sociales y empresariales nos obligan a tomar decisiones fijando posición irreversible a favor de la lucha existente por la liberación de Venezuela. Tendrá como primera consecuencia la reivindicación del valor de la libertad en su sentido más amplio.

 

 

Una de las motivaciones que me impulsan a escribir estas elementales reflexiones para cualquier demócrata, es que el domingo se cumplieron tres años de la estancia del Presidente del Partido Socialcristiano COPEI y Vicepresidente de la Organización Demócrata Cristiana de América –ODCA- en la embajada de Chile en Venezuela. Me refiero al compañero Roberto Enríquez.  Asilado, exilado, huésped de aquel gobierno, queda por la libre la calificación que queramos darle a su insólita situación. Lo hago a conciencia de que no es el único que atraviesa por difíciles circunstancias. Hay otros que han estado o están mucho peor. Muertos, asesinados, injustamente detenidos, presos con juicio o sin él. En fin, el inventario es enorme, el mensaje es para todos ellos y sus familias.

 

 

Sin embargo, para estos comentarios nos ocupamos fundamentalmente de Roberto, además de las consideraciones de amistad personal, por la enorme representación que su nombre tiene a los efectos de COPEI y de los Demócrata Cristianos del continente y del mundo entero.  Ha sido ejemplo para todos los que luchan por libertad en Venezuela y el resto del continente. Le enviamos el abrazo fraterno de quienes no descansaremos ni un día en el esfuerzo mayor por la liberación de nuestro país.

 

 

Hay muchos temas importantes sobre los cuales reflexionar en estos días de obligado recogimiento. Hay que seguirlos de cerca. Siento que están próximos acontecimientos definitivos que harán parte importante de la historia contemporánea. No tengo detalles ni información privilegiada sobre lo que ocurre o pueda ocurrir. Se trata de algo instintivo, pero profundo.

 

 

Lunes, 6 de abril de 2020

 

Oswaldo Álvarez Paz

oalvarezpaz@gmail.com

@oalvarezpaz

Hacia la nueva Venezuela

Posted on: marzo 30th, 2020 by Laura Espinoza No Comments

 

 

Ojalá y estos días raros a los que no estamos acostumbrados, permitan a quienes tenemos responsabilidades, grandes o pequeñas, en la dirección política del país pensar sobre lo que debe venir después que se normalice la situación actual. Cuando muchos me preguntan lo que va a pasar, respondo sin vacilaciones que lo peor que puede pasar es que no pase nada y sigamos como veníamos antes del virus chino.

 

 

Ratifico mi convicción de que el ciudadano común, la gente en términos generales, es superior a sus dirigentes. Quizás esto se debe a que es allí donde se sufren con mayor intensidad los problemas existentes, sin respuestas capaces de señalar un camino que motive para mantener viva la fe y la esperanza en un mañana mejor.

 

 

Lo que han hecho quienes han tenido en sus manos las mayores responsabilidades no tiene perdón de Dios ni de los seres humanos. La ideologización comunistoide ha alimentado ineficiencia y niveles de corrupción desconocidos hasta ahora en esta parte del mundo. Han sido dos etapas insólitas. La primera bajo la absoluta responsabilidad de Hugo Chávez y luego la profundización, bajo la dirección de Nicolás Maduro y su combo.

 

 

En un proceso progresivo y bien calculado, los tentáculos del narcotráfico y la creciente presencia de factores vinculados al terrorismo internacional, se han convertido en elementos fundamentales que nos permiten afirmar, sin dudas, que hemos estado en manos del crimen organizado. Esto ha sido probado ante instancias internacionales que finalmente empiezan a asumir las responsabilidades que le corresponden.

 

 

Conviene señalar que en ningún momento el gobierno de los Estados Unidos ha impedido el libre comercio en materia de medicinas o alimentos. No es de su responsabilidad que esta gente no tenga dinero para hacerlo, que hayan perdido el crédito y la confianza del mundo entero o que los proveedores no quieran mezclarse de ninguna forma con quienes se han convertido en clara amenaza para el mundo libre y democrático. Si a esto sumamos la destrucción integral del aparato productivo del país, de la ciudad y del campo, entenderemos mejor la verdadera naturaleza del problema.

 

 

Las medidas tomadas en Estados Unidos no dependen del gobierno. Están ubicadas en el área judicial en un país verdaderamente democrático con clara separación de los poderes y plena vigencia del ordenamiento jurídico basado en la única Constitución que ha tenido en toda su historia, más las enmiendas hechas para actualizar progresivamente algunas de sus normas originales.

 

 

Para el día de hoy, a esta hora y más allá del Coronavirus, Nicolás Maduro y las cabezas del régimen, constituyen un problema real y cierto para el mundo libre y para el vecindario. Mientras tanto, a pesar del recogimiento derivado de la pandemia, los acontecimientos están en pleno desarrollo.

 

 

Oswaldo Álvarez Paz

@osalpaz

Atención urgente a los presos

Posted on: marzo 24th, 2020 by Laura Espinoza No Comments

Es indudable que el virus chino, coronavirus en el lenguaje originario, ha provocado una conmoción mundial de características desconocidas para nuestra generación, por cierto, bastante avanzada en edad. Todos los países afectados o no están poniendo lo mejor de sí para enfrentar la pandemia reduciendo sus efectos, o para prevenirla en los pocos casos aún vírgenes con relación al tema.

 

 

Una de las cosas más importantes que debe caracterizar a quienes tienen la responsabilidad de dirigir las acciones es decir siempre la verdad. Evitar los juegos de palabras e imágenes superficiales que simplifiquen la situación y mucho menos mentir. En el caso de Venezuela la nación entera está pendiente de la evolución del tema.

 

 

La incertidumbre crece aceleradamente como producto de la desconfianza y de algunas decisiones extrañas que no parecieran las más acertadas, como la designación de la vicepresidenta ejecutiva al frente del también improvisado equipo de burócratas para atender una crisis que nos amenaza a todos. Los especialistas en materia de salud pública y dirigentes de instituciones sanitarias que se atreven a decir públicamente el drama que están viviendo son detenidos, amenazados o sancionados.

 

 

Según informaciones recibidas llegaron a Venezuela más de cien médicos cubanos a ocuparse del asunto. Increíble, pero no me extrañaría que fuera cierto. La entrega es total, como está también sucediendo en el caso de Pdvsa y el problema energético globalmente considerado.

 

 

Lo señalado es apenas una parte de lo que nos obliga a repetir que mientras este régimen exista y Maduro conserve el poder concentrado que tiene, no habrá ninguna posibilidad de resolver ni estos ni ninguno de los problemas existentes. ¿Por qué? Porque son el problema y no la solución. Esto hay que resolverlo lo más pronto posible, sin desatender las obligaciones generadas por el virus chino que silenciosamente avanza en el país.

 

 

Hemos sido constantes expresando nuestras preocupaciones por la situación de los presos, tanto políticos como los llamados “comunes”.

 

 

A los primeros hay que liberarlos totalmente, sin limitaciones. Esto incluye a quienes han sido condenados por jueces al servicio del régimen por razones políticas y, por supuesto, a los que lo son por las arbitrariedades y circunstanciales cálculos del régimen. Inaceptable la demora. Estar preso en esas condiciones es malo, muy malo. Lo digo por experiencia propia. Lo mío fue hace diez años por corto tiempo en el Helicoide, pero aún están allí compatriotas como los comisarios Guevara, entre otros que deberían ya estar en libertad plena. Civiles y militares que la nación necesita en la calle.

 

 

También debo repetir lo tantas veces dicho con relación a los llamados presos comunes. Motines, conflictos internos, serias confrontaciones con las autoridades de los centros penitenciaros penales y policiales, se multiplican a diario, incluidos casos de fugas masivas con muchos muertos y heridos como consecuencia. ¿Hasta cuándo? Las fuerzas armadas nos deben una explicación sobre esto.

 

Oswaldo Álvarez Paz

oalvarezpaz@gmail.com
@osalpaz

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