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Camarada, lo están engañando

Posted on: julio 13th, 2019 by Laura Espinoza No Comments

Siempre que inicia un proceso de diálogo las críticas llueven a cántaros en donde es posible hacerlas: en los sectores democráticos. Hay quienes, con razón, cuestionan que el régimen utilice cada proceso de conversaciones para ganar tiempo y transar con los presos políticos. No se equivocan afirmando tal cosa, pues en veinte años es precisamente eso lo que ha pasado. Esas son discusiones que se dan en la oposición, sin que haya procesos inquisitorios, al menos no patrocinados por el liderazgo, sin que nadie sea perseguido por expresarse. La gente exige explicaciones y cada vez más la dirigencia política se ve obligada a ofrecerlas, como cada vez más la gente exige transparencia y los lideres lo han entendido.

 

 

El escenario es otro entre los partidarios de la dictadura, allí no solo la crítica está prohibida, sino que quien se atreve a pronunciarla es duramente castigado. En el cementerio de los chavistas críticos son varios los cuerpos que responsan. Altos “revolucionarios” que ni siquiera fue que se les metió el espíritu de una dama cafetalera y se convirtieron en los más férreos opositores de la dictadura, algunos apenas pronunciaron con voz temblorosa tímidas autocríticas sobre el manejo del partido y eso les costó el destierro del chavismo.

 

 

Para el chavista llano la situación es peor. Ellos no se juegan la presencia en las filas de la mal llamada “revolución”, sino que se juegan su casa, su cargo político y hasta la comida, pues dependen del sistema de chantaje y manipulación llamado CLAP. Por eso el hecho que usted no los escuche quejarse no quiere decir que estén contentos. Las contradicciones en ellos son mayores, puesto quien es obligado a seguir una línea partidista y propagandística que repite las 24 horas del día y los siete días de la semana que la oposición es “diabólica, asesina y apátrida” no entiende cómo sus representantes pueden sentarse en una misma mesa con la gente que viven condenando día y noche.

 

 

Mi mensaje es para ti, que con hambre y sin empleo te resteas con el chavismo. Te están engañando, te utilizan cuando quieren radicalizarse y cuando les interesa mostrarse ante al mundo como ejemplos de amplitud, te echan a un lado, te apartan y no te dan explicaciones. Camarada, si usted se estimaría un poquito, al menos exigiera explicaciones, pero la estima y la dignidad son dos palabras que no marchan juntas con el chavismo. Te tocará adaptarte a este tira y encoge, porque si algo ha demostrado la dictadura es que tiene de coherencia lo que tiene de democrática.

 

 

@BrianFincheltub

Sadismo del siglo XXI

Posted on: julio 8th, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

 

La tortura rima con dictadura y no es casualidad. Esta práctica cruel e inhumana está profundamente liada a la historia de los regímenes militares más sanguinarios de  Latinoamérica. Hoy, cuando las dictaduras en nuestra región son parte del pasado, Venezuela marcha en el sentido contrario, convirtiéndose en Estado forajido en el que la tortura, las desapariciones forzadas y las ejecuciones extrajudiciales son la regla. Para desdicha de los venezolanos, esto no es algo nuevo, es lo que ha sido denunciado durante años por las organizaciones defensoras de los derechos humanos y finalmente esta semana, confirmado por las Naciones Unidas en voz de la alta comisionada de los derechos humanos, Michelle Bachelet.

 

 

El chavismo tiene veinte años torturando, desapareciendo y matando, solo que antes el mundo guardaba silencio porque la diplomacia petrolera tenía el poder de nublar los ojos de algunos ex presidentes quienes, frente a la tragedia nacional, preferían mantenerse al margen, poniendo como excusa el famoso cuento del “respeto a los asuntos internos de Venezuela”. Lo que vivimos en la actualidad es quizás la consecuencia directa de tanta complicidad, el régimen chavista se sintió inmune y avanzó hasta los niveles de hoy en día, cuando lanzan a presos políticos de edificios, les aplican descargas eléctricas, los aíslan en celdas llamadas La Tumba, los cuelgan durante días de sus brazos, los golpean hasta reventarles los órganos, los vulneran sexualmente sin distinción entre hombres y mujeres. Es la única fábrica que funciona en manos del Estado: la fábrica de la bestialidad.

 

 

Lo peor es que los torturadores de estos tiempos son los mismos que en en el pasado recorrían las salas de redacción de los periódicos buscando que le dieran un espacio para denunciar violaciones de los derechos humanos. Los torturadores de hoy son los mismos que crecieron restregándole a un país que su padre había sido asesinado en los calabozos de la policía política y que la sociedad venezolana estaba en deuda con ellos, una deuda que al parecer se cobran con sangre y venganza. No hay nada más vomitivo que traicionar tus orígenes, que la gente te haya conocido por ser “humanista” durante toda tu vida para que termines siendo un encubridor de asesinados. No hay nada más absurdo que haber denunciado durante años ser víctima de la represión del Estado y sentir placer por dejar huérfanos y viudas a hijos y esposas de militares que el único delito que han cometido es tratar de rescatar la institucionalidad en nuestro país.

 

 

Véanse al espejo, vean sus rostros y recuerden lo que una vez decían ser. No son más que lo que una vez dijeron condenar. Es más, superaron cualquier exceso que pudo haberse cometido durante la democracia venezolana. Ustedes no solo torturan y matan, sino que disfrutan haciéndolo. Llegaron al poder con un solo propósito: sacar lo peor de ustedes. Quizás siempre fueron así y siempre engañaron a la gente. Son ustedes los padres de la desvergüenza, los máximos representantes del sadismo del siglo XXI.

 

 

@BrianFincheltub

El ejemplo de Simonovis

Posted on: julio 1st, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

 

De los presos políticos de la dictadura, el comisario Simonovis era la joya de la corona. El preso político más antiguo del régimen, parte del verdadero “legado de Chávez” que recibió su heredero político con la voluntad expresa de dejarlo preso hasta que se “pudriera en la cárcel”. A Simonovis le cobraron ser un funcionario competente, de esos cuya preparación era motivo de orgullo para sus instituciones. Chávez, quien era al final de cuentas un gran resentido, no pudo soportar que gracias a la intervención de Simonovis se evitara una masacre mayor el 11 de abril de 2002.

 

 

 

Cuando alguien pierde su libertad y es condenado a morir encerrado por sus secuestradores, ese alguien tendría muchas razones para rendirse, para no encontrar fuerzas para seguir adelante. Pero las razones de Simonovis para continuar eran mayores: su familia y recobrar su libertad. Es evidente que en la cárcel se tienen altos y bajos, más si no estamos hablando de cinco días. Eso sin contar que un preso político debe enfrentarse a la mayor de las condenas: el olvido. En fin, son un conjunto de situaciones que hacen más dura la tarea de mantener la moral intacta, sin agacharse a quienes no solo esperan verte derrotado, sino humillado. Pero gracias a su perseverancia y el apoyo que siempre tuvo de su familia, Simonovis lo logró.

 

 

Venezuela también está secuestrada, son veinte largos años que parecieran eternos. Veinte años humillados por un grupito que se hace llamar gobierno y que no son más que nuestros captores. En este proceso ha habido días buenos y días malos, en los que pareciera que no vemos ninguna salida a nuestro drama. Es precisamente en esos días cuando debemos sacar voluntad para ponernos de pie, no porque sea bonito decirlo, sino porque de eso depende nuestra supervivencia. Venezuela volverá a ver la luz del sol, volverá a abrazar a sus hijos, a respirar aires de la libertad. Ese día llegará tarde o temprano, el momento en el que unidos rompamos los grilletes que nos atan al castrismo y sonemos las campanas de la libertad. Gracias Simonovis por servir de inspiración a todo un país, gracias por demostrar que el ser humano nació para ser libre. El bien siempre vence sobre el mal.

 

 

 

Brian Fincheltub

@Brianfincheltub

Los milagros de Bachelet

Posted on: junio 24th, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

Hay quien no cree en milagros, pero después de esta semana le aseguro que más de un venezolano está convencido que existen. El mayor logro durante la visita de la alta comisionada de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, a Venezuela fue que un régimen tiránico y criminal fingiera por unas horas ser un gobierno establecido y respetuoso de los derechos humanos y eso, eso sin duda es un milagro.

 

La puesta en escena comenzó en la Casa Amarilla, casa que lo único que les faltó fue pintar de rosado para que aquel show fuese más digno que Disney. Cada esbirro de la dictadura con sus mejores pintas decididos a darle la mejor impresión a la alta comisionada. Dejaron sus disfraces militares en el closet bien guardados, no era tiempo de utilizarlos, pues ellos los usan cuando amenazan y ordenan reprimir en cadena nacional y ese no era el momento. Quién lo diría, hasta a Nestor Reverol le pusieron un flux apretado, quizás fue una decisión de última hora y no le dio tiempo de comprar uno de etiqueta, como los que usa quien se hace llamar fiscal general.

 

 

La otra reunión que fue digna de una puesta en escena hollywoodense fue esa que sostuvo Bachelet con el expresidiario Maikel Moreno, este último le obsequio un libro, no sabemos si fue una Constitución para que Bachelet sepa todos los artículos que incumple la dictadura venezolana o fue un libro resumen con las más de 97 sentencias que ha fabricado el TSJ de Nicolás Maduro contra la legítima Asamblea Nacional. Tal vez Moreno le comentó a Bachelet que tras andar conspirando para ser presidente le tocó demostrar que es más madurista que Maduro y le levantó, de manera inconstitucional, la inmunidad parlamentaria a 23 diputados opositores.

 

 

Otro milagro de la semana fue ver al siempre detestable Diosdado Cabello en traje de engaño y sin lanzar odio como lo hace cada semana en su bodrio televisivo, sentado como el propio cordero al lado de Bachelet. Demostró tanta “amplitud” que hasta se reunió en la Casa Amarilla en lugar de la AN. Durante esas horas quedaron atrás los asaltos al Parlamento, el secuestro de diputados y el maltrato a periodistas que deben saltar rejas y bayonetas para hacer su trabajo.

 

 

En Miraflores por su parte la escena era calcada de Buckingham. Todo aquel protocolo, hasta Cilia hizo rol de primera dama y no de “primera combatiente” como generalmente la llaman. Lo más sorprendente, sin duda: Nicolás Maduro se paró temprano. Si Bachelet fuese una marciana recién llegada a la Tierra quizás se habría creído todo aquel aparataje encartonado y hediondo a pintura fresca. La alta comisionada se fue de Venezuela confirmando lo que el mundo sabe: Venezuela vive una crisis humanitaria sin precedentes y los venezolanos son oprimidos, encarcelados, torturados y asesinados por una dictadura criminal. Pero como dos cosas no se pueden ocultar: la tos y las mentiras, cuando salga lo que debe salir en el informe de la alta comisionada los veremos quitándose la piel de ovejas y mostrándose tal cual como son. Por el momento, toca seguir rezando, no para que Bachelet siga haciendo milagros, sino para su informe diga la verdad de Venezuela.

 

 

 

@BrianFincheltub

Cansancio país

Posted on: junio 16th, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

Los venezolanos estamos agotados y no es para menos. Han sido más de veinte años de lucha interminable en la que todos sin excepción hemos tenido que pagar un precio. Desde el más humilde que por marchar fue detenido, al empresario que por oponerse a la tiranía terminó robado, perdiendo todo su patrimonio. Es absolutamente natural que sintamos cansancio, sobre todo cuando miramos atrás y vemos que lo hemos intentado todo o casi todo, sin que nada haya logrado el desenlace que anhelamos. Veinte años se dicen fáciles pero es una eternidad para cualquier nación y estos años se hacen más largos cuando no los vives, sino que los padeces. Cuando sufres en un régimen que te robó prácticamente toda tu vida productiva, cuando lloras los tuyos que has visto morir asesinados, por falta de medicinas. Son años que los padeces incluso estando a miles de kilómetros de Venezuela, cuando la frustración se apodera de ti viendo cada oportunidad de reencuentro desvanecerse.

 

 

Ser venezolano hace mucho dejo de ser un gentilicio para convertirse en el dolor compartido de millones dentro y fuera de Venezuela. Esta es una tragedia que no tiene fronteras y que se vive, con sus contrastes y diferencias, en todo el mundo. Hemos hecho que nuestro drama también se convierta en un desafío para los gobiernos de la región, que deben aprovechar las bondades de la migración masiva, pero hacer frente a los problemas que esta también trae consigo. En la mayor parte de los países hemos sido bienvenidos, pero la la hospitalidad como la paciencia tienen un límite y en muchos casos hemos comenzado a traspasar la línea de tolerancia. Vivir afuera, aunque lo tengas todo, es como dormir en colchón ajeno, aunque sea el mejor colchón del mundo no habrá jamás uno en el que puedas dormir mejor que el tuyo.

 

Por eso entiendo a cada venezolano que dentro y fuera del país reclama y expresa estar cansado. En muchos leo desesperación, esa de quien se sabe que se juega su supervivencia y no puede darse el lujo de esperar. Lo que si no entendería es que ese cansancio, a veces con mucha rabia reprimida, nos lleve a rendirnos, resignarnos o perder la esperanza. No se trata de vivir engañados o convertirme acá en un motivador barato, se trata de seguir de pie, retando a quien te quiere de rodillas. Eso sí, exigiéndole a quien haya que exigirle las rectificaciones necesarias para triunfar. Hoy, el triunfo del gobierno de transición es el triunfo de Venezuela, si la dictadura vuelve a imponerse no pierde Juan Guaidó, perdemos todos. Aunque las decisiones de los líderes marcan una ruta a seguir, nuestro rol como ciudadanos es fundamental no solo para acompañar el camino hacia la libertad, sino para enderezarlo cuando sea necesario. Cansarse está permitido, rendirse jamás.

 

 

Brian Fincheltub
Fincheltubbrian@gmail.com
@Brianfincheltub

 

El museo de frases célebres del chavismo

Posted on: junio 9th, 2019 by Laura Espinoza No Comments

El museo de las frases célebres del chavismo no le cabe un despropósito más, allí se exponen desde el “no importa que andemos desnudos, no importa que no tengamos para comer, aquí se trata de salvar la revolución” del difunto Hugo Chávez al “no vamos a sacar a la gente de la pobreza y llevarla a la clase media para que después se vuelvan escuálidos” de Héctor Rodríguez. Pero la colección no se detiene y sigue creciendo, esta vez le tocó el turno a la flamante alcaldesa de Caracas, la señorita Erika Farías, quien en un ataque de sinceridad dijo que ellos no habían venido a hacer un buen gobierno, sino a hacer “revolución”.

 

 

Nunca estuve más de acuerdo con un chavista en mi vida, ellos no vinieron a hacer buen gobierno, vinieron a destruir un país y decidieron llamar a ese proceso de destrucción “revolución”. De allí que jamás les haya importado hacer las cosas bien, su objetivo estaba establecido desde que intentaron entrar a Miraflores con un tanque de guerra: había que arrasar con todo. Yo antes me preguntaba cómo era posible que a un proyecto político le interesara fracasar de manera tan estrepitosa como la ha hecho el chavismo, pero hace mucho no me hago esa pregunta, para ellos la devastación de Venezuela no es un fracaso, es el mayor de sus éxitos, representa la materialización del plan castrista de destruir Venezuela y saquear nuestros recursos. Un plan que fue contenido militarmente durante 40 años pero que por obra de los propios venezolanos, la mayoría sin saberlo, triunfó finalmente en 1998.

 

 

Si de frases de se trata, el chavismo debería saber que existen otras muy famosas, como “todo tiene su final”. Aunque veinte años han resultado una eternidad, su final está cerca y fueron ustedes los que se encargaron que así fuera. Los peronistas por ejemplo se han ido del poder y han vuelto, hay ejemplos de otros movimientos políticos en Latinoamérica que han logrado lo mismo cuando parecía imposible. Ustedes se han encargado de sepultar toda esperanza de regreso una vez recuperemos la democracia, porque se impusieron creyendo que jamás se enfrentarían al día en que tuvieran que rendir cuentas. Ese día llegará y aunque las puertas a quienes quieran rectificar estarán abiertas, la posibilidades para que el movimiento que destruyó Venezuela vuelva al poder las veo difícil, sobre todo si nos encargamos que quienes vivieron esta tragedia no olviden y quienes no la vivieron la estudien para no repetirla.

 

 

@BrianFincheltub

Carta a Delcy Rodríguez

Posted on: mayo 27th, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

 

 

Aunque nadie debería dedicarle ni una sola frase porque usted no la merece, lo hago  por todos aquellos que usted ha humillado, ofendido y maltratado con sus mentiras y que no tienen los medios para responderle. Estoy claro que lo que aquí escriba no la hará cambiar de posición o reflexionar, tanto usted como su hermano fueron alimentados durante años por el resentimiento, sentimientos que incluso les hicieron pensar que todo un país era responsable de la muerte de su padre y que la única forma de hacerle justicia era a través de la venganza.

 

 

 

Más allá de lo que usted crea déjeme decirle que los más de 30 millones de habitantes de este país no tienen responsabilidad alguna de que su padre haya caído preso por secuestro y que haya muerto en la cárcel. Fue un hecho lamentable su asesinato, porque hasta el peor delincuente tiene derecho a la vida, pero eso no nos hace a todos los venezolanos culpables de este suceso. De hecho, los responsables fueron castigados en la mal llamada “Cuarta República”, no los nombraron ministros o jueces, como pasa con los asesinos y torturadores de hoy en día. Pero al parecer eso no fue suficiente para ustedes, era preciso infringir sufrimiento a millones de venezolanos para sentirse resarcidos, lo que los convierte no en unos vengadores sino en unos sádicos.

 

 

De allí que cada declaración suya sea un monumento al descaro, como cuando dijo que nosotros estábamos en capacidad de “alimentar 3 países de la América Latina” o cuando negó toda crisis humanitaria en Venezuela. Lo dijo sabiendo que mientras usted mentía miles de venezolanos deambulaban buscando alimentos y otros miles medicamentos. Lo dijo sabiendo que miles de pacientes de enfermedades crónicas mueren cada día, que millones escapan a pie por las fronteras, no solo persiguiendo mejores condiciones de vida, sino atención médica, que hay embarazadas que llegan a dar a luz a Colombia sin haberse hecho un solo control en nueve meses, que hay mujeres que llegan con los senos pudriéndose y con metástasis rogando auxilio. Lea bien, que hay niños que les lloran todos los días a sus padres diciéndoles que no se quieren morir pero que no pueden ser trasplantados porque su prioridad es invertir millones de dólares en metralletas, uniformes militares y fábricas de teléfonos Huawei.

 

 

Nada de eso les importa a ustedes, quizás les genere una profunda satisfacción, como a todo psicópata. Lo que sí sabemos es que disfrutan mintiendo, durante 20 largos años le han echado la culpa al imperio de cuanto pasaba en Venezuela, ahora como los miserables que son, pretenden llevar un conteo macabro de niños muertos esperando trasplantes y decir que es culpa del bloqueo de los Estados Unidos. Hay que ser bien inmoral para burlarse de esa manera del dolor de las víctimas. Si algo les importaran nuestros niños, con tan solo vender uno de sus Rolex de sus colecciones  bastaría para salvarle la vida a unos cuantos. Pero a ustedes no les interesa nada más que mantenerse en el poder, así tengan que bailar sobre una pila de cadáveres. Disfrútenlo mientras puedan Delcy, porque esto terminará y llegará la hora de la justicia.

 

 

Brian Fincheltub

@BrianFincheltub

Code Pink, Go Home

Posted on: mayo 13th, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

Hoy les hablaremos de lo que significa ser socialista a distancia, una “ocupación” muy común en Estados Unidos y Europa, pero que viene expandiéndose a otras partes del mundo. Es como estudiar una carrera universitaria a distancia pero sin leer, tampoco hace falta saber escribir, basta solo repetir cuatro o cinco consignas, ponerte una franela del Che Guevara, manifestar contra el capitalismo y eso sí, para obtener tu diploma, hay una pasantía obligatoria: un fin de semana en Cuba, donde tras unas pocas horas en hotel cinco estrellas y un paseo en autos de lujo por  La Habana estarás en condiciones de considerarte un verdadero socialista.

 

 

A los socialistas a distancia los caracteriza una cosa fundamental: Se creen absolutamente dueños de la verdad. No te atrevas a cuestionarlos, sobre todo si vives en un país socialista y consideras que el socialismo es lo peor que le pudo haber pasado a la humanidad. Si lo haces, te acusarán de estar manipulado por los medios y el “imperialismo”. Además, ellos intentarán “informarte” de lo que “realmente” pasa en TU país. No pierdas tiempo diciéndole que tú experiencia de vida durante veinte años es suficiente para saber que ese modelo que ellos defienden es un fracaso, te dirán que estás equivocado y que sus países están peor que el tuyo.

 

 

Un ejemplo de lo que significa ser socialista a distancia son las “activistas”, por no decir otra cosa, del denominado grupo Code Pink, quienes desde Estados Unidos se han convertido en el brazo defensor de la dictadura venezolana. Son un ejemplo clásico de lo que significa ser socialista de Starbucks, se levantan, no estoy seguro si se cepillan y se bañan, toman su Uber y se van al Starbucks más cercano a criticar por las redes sociales, creadas en Silicon Valley, al capitalismo. Mientras se toman su latte espresso insultan a un venezolano que tras levantarse sin agua y sin luz debe tomar una perrera para llegar a trabajar por escasos 6 dólares al mes. Sí, al mes. Lo mismo que paga un socialista a distancia por su café en la mañana.

 

 

Esta gente de Code Pink no solo defiende al régimen asesino de Nicolás Maduro, sino que, violando el derecho internacional, han invadido una instalación diplomática en Washington del legítimo gobierno de Venezuela, trasgrediendo lo establecido en la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas. Acción que ha generado un profundo malestar en la comunidad venezolana. Las invasoras dicen seguir “resistiendo”, pero los venezolanos no daremos nuestro brazo a torcer. Los activos de la república serán protegidos y tarde o temprano tendrán que salir, como también saldrá la dictadura y ese día se abrirán las puertas de nuestras embajadas y consulados para que miles comencemos a tramitar nuestro regreso a casa, una Venezuela democrática y libre.

 

 

 

Fincheltubbrian@gmail.com

@Brianfincheltub

¿Nervios de acero?

Posted on: mayo 4th, 2019 by Laura Espinoza No Comments

 

Lo que se vive hoy dentro de la dictadura venezolana no es diferente a lo que se ha vivido en la etapa final de todo régimen militar autocrático: el dictador no tiene en quién confiar. Es una etapa crítica en toda dictadura agonizante, el círculo íntimo del dictador se reduce cada vez más, desconfía hasta de su propia sombra, sus noches se hacen cada vez más largas, no prueba bocado sin que alguien lo haga antes que él, se levanta con pesadillas, imagina lo inevitable. Es el drama del cazador cazado, ese que persiguió, mató y bailó en sus momentos de fortaleza y que apenas logra dormir en la debilidad.

 

 

No es poca cosa, imagínense  la angustia, el miedo y la incertidumbre para el dictador enterarse que sus tres hombres de mayor confianza negociaban a sus espaldas su cabeza. Para que tengan una idea, el jefe de Casa Militar, Iván Hernández Dala, es considerado como el militar de mayor “lealtad” por Nicolás Maduro. No debe sentirse muy tranquilo sabiendo que el hombre que vigila sus sueños estuvo en conversaciones con Estados Unidos, con el  propio “imperio” pues. Ni hablar del golpe que debe haber significado para él enterarse que Vladimir Padrino, el que controla el monopolio de las armas de la República, también lo traicionó.

 

 

Es un dilema muy grande para el tirano, si inicia una purga interna le da la razón a sus enemigos. Pero si deja todo como está se expone a que le lleguen al precio a su entorno. Lo peor es que eso no es todo, se expone a que otros de sus enemigos internos, Diosdado Cabello, lo cerque y le imponga sus condiciones para un gobierno compartido. Quién sabe si es muy tarde y ya lo comenzó a hacer. No es de gratis que haya vuelto al Sebin uno de sus cuadros que tiempo atrás había sido destituido por participar nada más y nada menos que en un operativo irregular contra la caravana presidencial, hablamos de Gustavo González López.

 

 

El 30 de abril marca un punto de no retorno en el proceso de liberación de Venezuela, un acontecimiento que debe llenarnos aún más de fuerza y esperanza para seguir haciendo lo que nos corresponde como ciudadanos. Quedó demostrado que la Fuerza Armada Nacional es leal hasta que deja de serlo y que el profundo descontento en los cuarteles no es más que el reflejo país de la determinación de todo un pueblo de ser libres para siempre.

 

 

 

Brian Fincheltub

@BrianFincheltub

Fincheltubbrian@gmail.com

Hiperinflación dolarizada

Posted on: mayo 1st, 2019 by Laura Espinoza No Comments

Para nadie es un secreto que cada vez más venezolanos sobreviven gracias a las remesas que sus familiares les envían en el exterior. De hecho, muchos de quienes están afuera se vieron obligados a irse precisamente por instinto de supervivencia. Sencillamente no era posible seguir en el país, tenían que sopesar entre separarse de sus seres queridos o morir de hambre unidos y no hay exageración alguna en las opciones. La respuesta es clara, es por eso que la única opción para millones de venezolanos ha sido cruzar las fronteras.

 

 

Si bien salir representa un logro de entrada en un país donde comprar un pasaje al exterior es prácticamente imposible, estar afuera no garantiza nada. La vida del migrante es una vida de sacrificios, de una profunda nostalgia y de medias verdades. El que se va miente para que el que se queda no sufra y viceversa. Encontrar trabajo en países donde los venezolanos han llegado por cientos de miles y cuando encuentras la propia demanda hace que se produzcan situaciones muchas veces de abuso. Aún así cada mes son miles de venezolanos los que envían lo que pueden a los suyos en Venezuela. Según la firma Ecoanalítica, se estima que este año la cifra por concepto de remesas pudiera alcanzar cuatro mil millones de dólares. Una cifra que sigue incrementado y no se extrañen que sin cambio político inmediato pueda incluso superar los ingresos petroleros.

 

 

Aunque este dinero significa para millones un salvavidas frente a la hambruna socialista, lo cierto es que la propia hiperinflación y su crecimiento voraz han hecho que las remesas comiencen a rendir cada vez menos, al punto que vivir en Venezuela en dólares se vuelve mucho más caro de lo que pudiera ser vivir en cualquier otra ciudad latinoamericana. A ese nivel de destrucción nos ha llevado la mafia chavista. Todo es tan absolutamente absurdo qué hay comercios que ya no aceptan billetes de un dólar.

 

 

La hiperinflación avanza a pasos de “vencedores” como diría el difunto presidente y en lugar de frenarla el usurpador decreta otro aumento de salario, que en medio de esta tragedia sencillamente es echarle gasolina al fuego. Quizá todo sea parte del plan de destrucción total del país y en lugar de pensar que se equivocan, siguen a la perfección su ruta. Lo cierto es que los próximos meses lucen devastadores para Venezuela si el chavismo no es desalojado definitivamente del poder.

 

 

Brian Fincheltub

@Brianfincheltub

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