Una decisión del cártel de no bajar su producción en noviembre, provocó una caída de hasta 60% de los precios del barril
Los países petroleros del Golfo Pérsico, con Arabia Saudí a la cabeza, se resistirán a cualquier reducción de la producción durante la próxima reunión de la Opep en junio, según expertos.
Una decisión del cártel de no bajar su producción en noviembre, provocó una caída de hasta 60% de los precios del barril, que sólo se han recuperado durante las últimas semanas.
Varios miembros de la Opep protegen sus partes de mercado a pesar de una superproducción debida a la explotación de petróleo de esquisto.
«Preservar la cuota de mercado es una prioridad para los países del Golfo», subrayó el economista saudí Abdelwahab Abu Dahesh.
«Inclusive están animados por su estrategia de noviembre, que provocó un descenso de la producción estadounidense de petróleo de esquisto y del número de pozos» explotados, declaró Abu Dahesh a la AFP.
A causa de la fuerte baja de los ingresos por la venta de crudo, varios miembros de la Opep, en particular Venezuela e Irán, llamaron públicamente a bajar la producción para mantener los precios.
«No creo que se produzca un cambio durante la reunión de la OPEP. Los países del Golfo continuarán defendiendo sus partes del mercado», consideró por su parte Musa Marafi, exmiembro del Consejo supremo del petróleo de Kuwait.
«No van a aceptar reducir su producción, salvo en caso de acuerdo con los productores ‘no Opep», lo que nunca ha ocurrido, declaró a la AFP
Cualquier probable reducción tendría que ser propuesta por los países del Golfo miembros de la Opep -Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos y Catar- cuya producción ha aumentado en 3,5 millones de barriles diarios (mbd) desde 2011.
En su conjunto, bombean 16,8 mbd y exportan 12,5 mbd, o sea, casi 2/3 de las exportaciones de la Opep.
Fuerte competencia
El responsable de márketing de la Kuwait Petroleum Corp. (KPC), Jamal al Lughani, declaró antes de un coloquio la semana pasada que un cambio en el mapa mundial de la energía ha hecho de las cuotas de mercado una cuestión muy delicada.
Según éste, el aumento de la producción estadounidense a 9,4 mbd permitió a Washington dejar de importar crudo liviano desde África.
Washington también redujo las importaciones de crudo pesado procedente de América Latina, reemplazándolo por el petróleo de arenas bituminosas de Canadá.
«Esto pone bajo presión a los miembros de la Opep, en particular a los del Golfo, que deben cooperar para mantener sus partes de mercado e inclusive contar con nuevos compradores para cantidades suplementarias en el futuro», dijo.
Una mejora de los precios y un descenso de la producción de petróleo de esquisto en Estados Unidos podrían fortalecer a los países de la Opep en su estrategia.
Según el Departamento estadounidense de Energía, la producción del país cayó en 112.000 barriles por día para ubicarse en 9,26 mbd a comienzos de mayo.
«Los precios están mejorando, el abastecimiento fuera de la OPEP -en particular de petróleo de esquisto- es más débil que antes y la demanda se recupera», declaró la representante de Kuwait en la Opep, Nawal al Fuzai, la semana pasada.
Durante las últimas semanas, los precios aumentaron alrededor de 40%, pero se mantienen aún muy por debajo de su nivel de junio de 2014, que era de más de 100 dólares el barril.
Según Fuzai, la superproducción cayó de 2 mbd el año pasado a entre 1 y 1,2 mbd actualmente.
No obstante, el Commerzbank advirtió a comienzos de mayo que «el mercado del petróleo continuará siendo excedentario hasta que la Opep reduzca considerablemente su producción».
La Agencia Internacional de Energía (AIE) y la Opep estimaron que el aumento de los precios se apoya sobre bases frágiles.
Según la AIE, la superproducción no se va a evaporar puesto que otros países aumentaron la suya, mientras que la OPEP alcanzó a los 31,21 mbd, su nivel más bajo desde setiembre de 2012.
«Sería prematuro decir que la Opep ha ganado la batalla del mercado, dado que ésta apenas acaba de comenzar», según estimó la AIE.