La producción de crudo de Venezuela cayó a 2,37 millones de barriles por día (bpd) en mayo, según datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) publicados el lunes.
La caída cercana a 5% a partir de abril y de casi 11% desde 2015, se añade a los males del país que depende de sus exportaciones petroleras y que ya se ha visto fuertemente afectado por la caída de los precios.
La merma también podría contribuir a erosionar el exceso de oferta mundial que ha pesado sobre los precios en los mercados internacionales.
En medio de la crisis de liquidez, los campos petroleros están sufriendo de escasez de repuestos, por la salida de compañías de servicios por acumulación de facturas pendientes, los problemas de mantenimiento, y el crimen, según trabajadores, dirigentes sindicales, ejecutivos y expertos.
Además, los salarios de la industria pierden poder rápidamente.
«El ánimo de los trabajadores está por el suelo», dijo Francisco Luna, dirigente sindical y técnico que trabaja en la zona productora de petróleo del Lago de Maracaibo. «Cada día es peor. Falta mantenimiento, falta equipo».
Las largas filas de los supermercados y el desabastecimiento significan que las vidas de muchos venezolanos ahora giran en torno a la búsqueda de alimentos y eso ha producido un aumento en el absentismo laboral, de acuerdo con dirigentes y ejecutivos extranjeros.
Wall Street también está siguiendo de cerca la caída de la producción petrolera del país, para medir los riesgos de un incumplimiento de la deuda externa.
«En el corto plazo, la caída anulará parte del reciente incremento de los precios y hará los pagos de deuda a finales de 2016 y 2017 más difíciles, aunque no necesariamente imposibles», dijo un inversionista de una firma basada en Estados Unidos.
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