El enviado de las Naciones Unidas para Siria, Geir Pedersen, arribó este domingo a Siria para colaborar en la formación de un gobierno de transición. Esta sería su primera visita al país desde la caída de Basha al Assad.
Según DW, Pedersen llegó a Damasco procedente de Jordania, donde el sábado obtuvo un apoyo a su trabajo en Siria de parte de los jefes de la diplomacias de Estados Unidos, Francia, Turquía y de la Unión Europea, y sus homólogos de ocho países árabes durante una reunión en la ciudad jordana de Aqaba.
En declaraciones a su llegada, el funcionario internacional no reveló con quién se reunirá en Damasco, pero destacó que mantiene contactos «con todos» los grupos políticos sirios, y que «Siria goza de apoyo unánime en la comunidad internacional».
Sostuvo que la ONU busca apoyar la formación de “un gobierno inclusivo desde el principio» en el que deben estar representados «todos» los grupos políticos y confesiones sirias, y también en el restablecimiento de la seguridad y los servicios”.
Pedersen subrayó la importancia de que en la nueva Siria haya «una justicia creíble», que «no haya venganzas» y que se inicie un proceso «creíble» para que los responsables de los crímenes cometidos durante los 24 años del Gobierno de Al Asad, en especial desde las revueltas populares de 2011, «rindan cuentas».
«Sabemos que Siria vive una crisis humanitaria grande y debe recibir ayuda humanitaria urgente para los sirios y todos los refugiados (…) después llega el asunto de la recuperación económica (…) habrá que hacer todo esto rápido», apuntó. En este contexto, Pedersen se manifestó esperanzado en que «se levanten las sanciones sobre Siria», y recordó que éstas «no habían sido impuestas por Naciones Unidas, sino por Estados Unidos y Europa».
Hasta ahora, se sabe que Mohammed al Bashir tomó el control de Siria como primer ministro interino, con el apoyo de los rebeldes que derrocaron a Bashar al Assad. Figurará como Primer Ministro provisional hasta el 1 de marzo con el respaldo de los antiguos rebeldes que derrocaron al presidente Bashar al Assad.