La Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) en La Paz afirmó hoy que Bolivia tiene la «obligación» de presentar «lo más pronto posible» a la comunidad internacional un estudio sobre la demanda legal de la hoja de coca en el país, que lleva varios años realizándose.
«Bolivia tiene que decir a la comunidad internacional qué cantidad (de coca) necesita para satisfacer las necesidades legales nacionales: el masticado, el consumo medicinal, el tradicional. Esas son obligaciones que tiene con la comunidad internacional», declaró el representante de la UNODC, el italiano Antonino De Leo.
El funcionario de la ONU se refirió al asunto tras un acto en el que el Gobierno boliviano presentó el «Plan de reducción de la demanda de drogas en Bolivia 2013-2017», que necesita una financiación de casi 50 millones de dólares para ese período.
De Leo agregó que ojalá el estudio sea presentado en octubre próximo, como funcionarios del Ministerio de Gobierno anunciaron después de haber aplazado varias veces su difusión.
El funcionario antidroga de la ONU también subrayó que las obligaciones de Bolivia están en el marco de su retorno este año a la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961 de la ONU, con una salvedad planteada sobre el masticado de la hoja de coca.
La Unión Europea (UE) financió en 2008, 2009 y 2010 con 900.000 euros (1,2 millones de dólares al cambio de hoy) ocho estudios sobre el consumo legal de coca, pero el Gobierno no ha difundido sus resultados con el argumento de que hacía falta complementarlos con más investigaciones.
El Ejecutivo ha anunciado que los estudios fueron ampliados a otras áreas, entre ellas, el consumo de coca en las fronteras del país y los proyectos de industrialización con esa planta.
La coca tiene en Bolivia usos culturales, medicinales, rituales e industriales, pero también es utilizada por el narcotráfico para la fabricación de la cocaína.
De Leo destacó que en 2010, 2011 y 2012 Bolivia ha logrado reducir un 19 % de la superficie cultivada de la planta, pero también recordó que las plantaciones duplican las hectáreas que permite la ley.
La ley permite en Bolivia 12.000 hectáreas plantadas de coca, pero hay alrededor de 27.200 según la última medición hecha en 2012.
El Gobierno del presidente Evo Morales, que sigue siendo dirigente de los cocaleros de la zona del Chapare, se ha planteado aumentar ese límite legal a 20.000 hectáreas.
Morales también se ha propuesto exportar hojas de coca, pero De Leo recordó que la planta aún es parte de la lista de sustancias controladas de la ONU, por lo que su comercio a ese nivel es ilegal.
Cualquier propuesta de cambio debe plantearse en marzo del próximo año en la Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas y después cumplir pasos hasta la asamblea de la ONU de 2016, en la que se plantearán reformas en varias áreas, según explicó De Leo.
Fuente: Agencias