A pesar de la liberación de 99 personas durante la Nochebuena, más de 900 detenidos —incluidos menores y enfermos críticos— permanecen en un limbo judicial. Las organizaciones de derechos humanos critican la «selectividad revictimizante» del Gobierno venezolano.
El goteo de la libertad: entre el alivio y la incertidumbre
Las 99 excarcelaciones anunciadas por el Gobierno venezolano durante la Nochebuena no han sido el alivio masivo que las familias esperaban. A cuentagotas, abogados y allegados reconstruyen listados para confirmar quiénes han cruzado realmente la puerta del penal. Esta práctica, recurrente en el chavismo para distender la presión internacional o negociar con Estados Unidos, deja un saldo amargo: 911 personas continúan tras las rejas por motivos políticos en 90 cárceles del país.
Entre los que siguen detenidos figuran 174 militares, defensores de derechos humanos, líderes opositores y casos de extrema vulnerabilidad. Según la ONG Justicia, Encuentro y Perdón, la falta de criterios claros convierte el derecho a la libertad en una lotería: “La recuperación de la libertad parece depender del azar y no del reconocimiento de un derecho fundamental”, denunció la organización.
La crisis humanitaria tras las rejas
La situación médica es el punto más crítico de la denuncia. Al menos 91 presos políticos padecen enfermedades graves y enfrentan un «deterioro físico progresivo» debido a la insalubridad y la falta de medicinas.
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Cáncer en prisión: Hay al menos ocho detenidos con cáncer avanzado que no fueron incluidos en el beneficio navideño.
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Justicia por WhatsApp: Entre los pocos liberados esta semana se encontraban personas arrestadas tras las elecciones de 2024, como la médica Marggie Orozco, quien había sido condenada a 30 años solo por enviar un audio de WhatsApp.
Rostros emblemáticos: la deuda de la justicia
Amnistía Internacional y otras organizaciones han vuelto a poner el foco sobre figuras cuyo proceso judicial parece congelado en el tiempo:
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Javier Tarazona: El director de Fundaredes cumple cuatro años y medio en El Helicoide. Fue detenido tras denunciar vínculos entre el Gobierno y la guerrilla en la frontera.
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Rocío San Miguel: La experta en seguridad militar cumplió casi un año detenida. Su caso dio la vuelta al mundo tras denuncias de desaparición forzada y la posterior expulsión de los representantes de la ONU en Caracas.
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Enrique Márquez: El ex candidato presidencial y antiguo rector del CNE, detenido en enero de 2024 tras exigir la transparencia de los resultados electorales. Su esposa, Sonia Lugo, advierte: «La libertad no debe ser una ficha de negociación».
El ensañamiento contra la disidencia
El informe de Foro Penal destaca que la represión no distingue género ni edad. Actualmente, 120 mujeres permanecen presas por motivos políticos. El caso más dramático es el de Gabriel Rodríguez, de 17 años, condenado a 10 años de prisión por «terrorismo» tras protestar contra la toma de posesión de Nicolás Maduro el pasado 9 de enero.
Por su parte, el partido Vente Venezuela, liderado por María Corina Machado, encabeza la lista de persecución con 140 dirigentes tras las rejas, incluyendo a figuras como Juan Pablo Guanipa y Freddy Superlano, cuyos familiares denuncian aislamiento y falta de atención médica para condiciones crónicas como la hipertensión.
¿Libertad o control social?
María Corina Machado, recientemente galardonada con el Premio Nobel de la Paz, advirtió que estas medidas no son «liberaciones plenas», ya que la mayoría de los excarcelados quedan sujetos a medidas cautelares y procesos judiciales abiertos.
Las ONG coinciden en que el gobierno de Maduro mantiene activa la “puerta giratoria”: mientras se liberan a unas decenas para calmar la opinión pública, se detienen a otros nuevos, manteniendo el censo de prisioneros políticos como una herramienta de canje político permanente.
