El grupo yihadista Estado Islámico (EI) mató en 2020 a 988 personas en Siria, en su mayoría militares y milicianos leales al presidente, Bachar al Asad, en una demostración de fuerza casi dos años después de su derrota militar en el país, informó este martes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, alertó en un comunicado de que en los últimos doce meses la formación terrorista acabó con la vida de 780 miembros de las tropas sirias y sus milicias aliadas en el desierto del centro del país.
Entre las bajas infligidas por el EI con sus emboscadas y ataques en esta vasta área, el Observatorio contabilizó 108 extranjeros afiliados a milicias proiraníes, mientras que el grupo yihadista perdió a 507 combatientes en choques, operaciones y bombardeos de las aviaciones siria y rusa, aliada del Gobierno de Al Asad.
El 23 de marzo de 2019, el Estado Islámico fue derrotado territorialmente en su último reducto en el este de Siria, unos cinco años después de la expansión del «califato», aunque todavía mantiene algunas posiciones en zonas del desierto sirio y en puntos de varias provincias del país.
EFE