logo azul

Ola de ofertas y descuentos: ¿Por qué se desaceleran precios en dólares en Venezuela?

Categorías

Opinión

Ola de ofertas y descuentos: ¿Por qué se desaceleran precios en dólares en Venezuela?

Al menos en la capital del país comienza a verse con frecuencia descuentos en el precio de productos y servicios en grandes cadenas de supermercados, farmacias, tiendas de ropa y demás rubros del sector comercial.

 

 

 

 

 

 

Ecoanalítica reportó un aumento del 6.9% en los precios denominados en dólares en lo que va de 2023, lo que implica una disminución del ritmo de crecimiento si se le compara con el mismo período en 2022 cuando hubo un aumento del 32.2%.

 

 

 

 

 

 

 

¿Cómo es posible una ralentización de precios en dólares en una economía inflacionaria como la de Venezuela? Los economistas tienen una respuesta para ello: una maniobra de adaptación de las empresas ante la caída del consumo y las ventas por la devaluación del salario mínimo y, por lo tanto, la depresión del poder adquisitivo de los consumidores.

 

 

 

 

 

 

 

El Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), reportó que para principios de este año las ventas cayeron entre 25% y 35% en comparación con enero de 2022.

 

 

 

 

 

 

 

Sacrificar márgenes de ganancia para ajustar precios e incentivar el consumo es la forma en la que las empresas están maniobrando para enfrentar el nuevo frenazo económico en el que la oferta supera la demanda por el limitado poder adquisitivo de los ciudadanos ante la estrepitosa caída del salario mínimo y la bonificación del ingreso que, en todo caso, no está indexada al dólar como prometió el Ejecutivo nacional el 1 de mayo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El economista Luis Oliveros aseguró en entrevista para Banca y Negocios que hacia allá debe ir la economía, hacia la sana competencia entre empresas en medio de un entorno macroeconómico complicado.

 

 

 

 

 

 

“Las empresas ven cómo salir del inventario. Vemos ofertas muy fuertes en productos, pero es sano para una economía que haya competencia de precios. El entorno es difícil, pero si no trabajas en ser competitivo vas a desaparecer del mercado o al menos perder market share. Si te quedas solo en la queja, vas a cerrar”, puntualizó el especialista.

 

 

 

 

 

 

El economista y director del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), Óscar Meza, define este escenario como una economía de supervivencia.

 

 

 

 

 

 

“Llamaríamos una guerra de precios cuando tienes una demanda que puede escoger productos y servicios, pero una demanda deprimida, como la que existe en el país, no tiene capacidad de poder decidir sino sobre lo esencial lo que puede costear, y ahí simplemente podemos comprar a las empresas que se dedican a las grandes mayorías, como los negocios asiáticos.”, señaló Meza.

 

 

 

 

 

El director del Cendas-FVM insiste en que es necesario activar la demanda agregada, pero eso solo se logra con un aumento del poder adquisitivo de los venezolanos – que no se alcanzó el 1 de mayo -, el incremento de la producción y productividad.

 

 

 

 

 

“Lo que vemos ahorita es la depresión social por la frustración de expectativas del aumento del poder adquisitivo aun cuando fuera nominal el primero de mayo. En ese contexto se ubica la guerra de precios, que más allá de eso es economía de supervivencia, los comerciantes entendieron que hay problemas para vender”, dijo el especialista.

 

 

 

 

 

 

Foco en ventas mínimas y no en grandes ganancias

Hever Castro, analista económico, enunció vía redes sociales que en este tipo de ciclos, las empresas para sobrevivir deben enfocarse en obtener las ventas necesarias para cubrir los gastos operativos y no verse obligados a cerrar.

 

 

 

 

 

 

“Hay que reconocer el problema y actuar en consecuencia, también vale quejarse (todos lo hacemos), pero este problema a nivel macro lamentablemente escapa de nuestras manos”, dijo.

 

 

 

 

 

 

“Enfócate en tener stock de productos que tengan más rotación y sean inelásticos. Es decir, esos de los que la gente, por más que los retrase, no pueda prescindir totalmente. Allí mantén un margen de ganancia mínimo para competir y no estar por arriba del precio medio del mercado”, agregó.

 

 

 

 

 

 

Castro señaló que procurar tener variedad de productos y no cantidad les dará ventaja a las empresas en este momento. “No hay nada más placentero para un consumidor que conseguir todo lo que busca en un solo lugar y a buen precio”, dijo.

 

 

 

 

 

 

Salarios que alcanzan solo para comer, a medias

Según Cendas, se necesitan 18 dólares diarios para costear una canasta alimentaria que para abril costaba 526 dólares. Con un salario mínimo de 130 bolívares la mayoría de la población no puede costear el 1% de la canasta, ni gastar el dinero en algo que no sea alimentos y medicinas.

 

 

 

 

 

Con el aumento del Cestaticket (40 dólares) y el Bono de Guerra Económica – que no reciben todos los ciudadanos – (30 dólares), el ingreso mínimo llegó a un aproximado de 75 dólares en mayo. Con ese monto – que excluye a los jubilados -, se puede costear poco más del 10% de la canasta alimentaria, suponiendo que las promesas de indexación se harán realidad en algún momento.

 

 

 

 

 

 

La crisis económica golpea de forma diferenciada a las regiones. Por ejemplo, en localidades como Ciudad Bolívar y Puerto Ordaz, en el estado Bolívar, el costo de la canasta alimentaria supera el promedio nacional estimado por el Cendas en 4.5% y 2% respectivamente, según el último balance de la Unidad de Análisis Económico de Fedecámaras Bolívar.

 

 

 

 

 

 

En Ciudad Bolívar, comprar la canasta alimentaria es 24,16 dólares (4.5%) más costoso que en el resto del país. Para abril de este año, su costo se ubicó en 535.04 dólares.

 

 

 

 

 

En Puerto Ordaz, por otro lado, el costo de la canasta alimentaria hasta abril fue de 521.64 dólares. Una familia de esta localidad, por ejemplo, necesita contar con 11 dólares adicionales para costear la canasta si se compara su precio con el promedio nacional.

 

 

 

 

 

 

La Encuesta de Bienestar Social desarrollada por la UCAB Guayana reveló que, en el estado Bolívar, la mayoría de las personas consultadas gasta sus ingresos mayoritariamente en alimentación (99.10%) y productos de higiene y aseo personal (48.19%), los ingresos mensuales no alcanzan para mucho más.

 

 

 

 

 

 

Apenas el 8.37% de los ingresos se destina en medicinas y atención médica y sólo 0,59% de los encuestados invierten parte del dinero que ganan en entretenimiento.

 

 

 

 

 

 

“Esto también ha desatado una guerra de precios en la mayoría de los comercios para buscar que los pocos consumidores que tienen capacidad de compra vayan, y compren los productos. Estamos viendo precios que no veíamos desde el año pasado en algunos rubros. Esa es una realidad que hay que saber interpretar”, manifestó Austerio González, presidente de Fedecámaras Bolívar en una rueda de prensa ofrecida a finales de mayo.

 

 

 

 

 

 

 

En este contexto, las empresas se adaptan.

 

 

 

 

 

 

Globovisión

Comparte esta noticia:

Contáctanos

Envíe sus comentarios, informaciones, preguntas, dudas y síguenos en nuestras redes sociales

Publicidad

Si desea obtener información acerca de
cómo publicar con nosotros puedes Escríbirnos

Nuestro Boletín de noticias

Suscríbase a nuestro boletín y le enviaremos por correo electrónico las últimas publicaciones.