Los quinientos migrantes que durante varios días estuvieron la deriva en el Mediterráneo central y de los que se había perdido su rastro fueron devueltos a Libia, según informó hoy el portavoz para el Mediterráneo del Organismo de las Naciones Unidas para la Migración (OIM), Flavio di Giacomo.
«La zona SAR (búsqueda y rescate, en inglés) establece la obligación de salvar vidas, no un derecho exclusivo de intervención. Son aguas internacionales, no libias. Cabe destacar que un área Sar también requiere un puerto de desembarco seguro y Libia no lo es», denunció Di Giacomo en sus redes sociales.
El barco de rescate Life Support de la ONG italiana Emergency llevaba dos días buscando la barcaza que se encontraba en la zona de búsqueda y salvamento de Malta por lo que también determinó que con seguridad «estas personas fueron llevadas de vuelta a Libia, aunque las autoridades libias lo han negado hasta ahora».
Algunas ONG de rescate de migrantes habían informado de que los quinientos migrantes podían haber sido rescatados por un petrolero que se encontraba en la zona que después los devolvió a Libia.
Al menos 24.000 personas, recuerda la ONG, «fueron devueltas a Libia contra su voluntad en 2022 y más de 5.000 en 2023» y en Libia, según los últimos informes de la ONU, «los migrantes son víctimas de crímenes contra la humanidad. Los náufragos rescatados por Emergency, una vez a bordo, denuncian haber sufrido detenciones arbitrarias, violencia sexual y torturas perpetradas a diario en las cárceles oficiales y no oficiales de Libia».
En el momento en el que fueron localizados, el 23 de mayo, la embarcación llevaba 500 personas a bordo, entre ellas 56 niños, incluido un bebé que había nacido en el barco, y 45 mujeres, entre ellas varias embarazadas.
EFE