Palabras del representante alterno, José Hernández
Gracias Señor presidente,
La Misión de Venezuela condena, en los términos más contundentes, los hechos sucedidos en la Cárcel Modelo de Nicaragua que resultaron en el asesinato de Eddy Montes Praslin, preso arbitrariamente desde octubre, y en donde también resultaron heridos otros diecisiete presos políticos.
Presidente, este Consejo Permanente ha aprobado dos resoluciones condenando los repetidos ataques del régimen de Daniel Ortega contra la democracia de su país. Hemos insistido reiteradamente en solicitar al gobierno de Nicaragua, que dice ser un “gobierno de reconciliación”, la liberación de cientos de presos políticos, el revertir el curso antidemocrático en el que ha dirigido a su país, el restituir los derechos humanos de sus ciudadanos y la búsqueda de un diálogo que logre verdaderamente la reconciliación de las fuerzas políticas.
La respuesta de Ortega ha sido: más muertes, más represión, más arrestos por motivos políticos y menos democracia.
Presidente, vemos con especial preocupación la complicidad de Ortega con la dictadura cubana y con el régimen que usurpa el poder en Venezuela, en lo que ha sido descrito como la troika de la tiranía.
Este fin de semana recibimos reportes del uso de armas venezolanas para reprimir a manifestantes nicaragüenses. Con vergüenza y dolor observamos cómo las armas de nuestra República son utilizadas para reprimir las ansias de libertad de los ciudadanos de otros países. Lo cierto es que en Nicaragua vemos una repetición acelerada de la erradicación de la institucionalidad democrática igual a la que sufrió Venezuela a manos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
La resolución presentada por Canadá vuelve a instar al gobierno de Nicaragua a que libere a todos los presos políticos; que garantice la libertad de expresión, prensa y manifestación; cese las detenciones arbitrarias; permita la labor de organizaciones y defensores de derechos humanos y permita el regreso y permanencia seguros y sin represalias, a todas las personas que fueron forzadas a abandonar Nicaragua.
Tomando en cuenta las recientes actuaciones de Daniel Ortega no podemos sino ser escépticos de su disposición a aplicar estas medidas y cumplir con los acuerdos básicos establecidos en los diálogos anteriores. Este fin de semana el gobierno de Daniel Ortega secuestró a la líder estudiantil Zayda Hernández por cuarenta y ocho horas para dejarla con las manos atadas fuera de la Catedral de Managua.
Ante estos atropellos por parte del régimen orteguista nos vemos en la obligación a reiterar nuestro llamado a aplicar la Carta Democrática Interamericana contra el tirano nicaragüense y reiterar nuestro fraterno y solidario respaldo a la lucha del pueblo de Nicaragua para restablecer su democracia. Fieles a esta postura entendemos la decisión de la Alianza Cívica por la Justicia y la democracia de retirarse de las negociaciones con el Régimen de Ortega hasta que este cumpla con los compromisos firmados el 27 de marzo y nos unimos al coro de voces exigiendo la pronta liberación de todos los presos políticos nicaragüenses.
Celebramos la liberación de 100 presos políticos, pero debemos recordar que el usurpador Maduro, libera un preso, aquí y encarcela dos presos políticos allá y preguntamos ¿Las democracias se caracterizan por la ausencia de presos políticos o por la cantidad de presos políticos?
Para concluir quiero expresar nuestro deseo de ver, más temprano que tarde, “una Nicaragua digna que deje atrás las dictaduras y las guerras para surgir altiva entre volcanes de libertad y lagos de soberanía”, como de forma elocuente lo planteó la señora Haydee Castillo Flores en la reunión extraordinaria del consejo permanente del 26 de abril de este año.
Muchas Gracias