Un estudio reciente revela que incluso si las mujeres jóvenes con sobrepeso u obesas pierden peso, más adelante el daño cardiaco relacionado con la obesidad podría persistir durante décadas.
«Es importante mantener un peso saludable durante toda la adultez como forma de minimizar el riesgo de muerte cardiaca súbita», señaló en un comunicado de prensa de la revista JACC: Clinical Electrophysiology la autora líder del estudio, Stephanie Chiuve, profesora asistente de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.
En su investigación, el equipo de Chiuve siguió los resultados de más de 72,000 mujeres estadounidenses sanas entre 1980 y 2012. Las mujeres proveyeron información sobre su peso y estatura cuando tenían 18 años. Entonces, su índice de masa corporal (el IMC, un cálculo de la grasa corporal basado en el peso y la estatura) se revisó cada dos años durante el periodo del estudio.
Durante esos 32 años, hubo 445 muertes cardiacas súbitas, casi 1,300 muertes por enfermedad cardiaca, y casi 2,300 ataques cardiacos no letales, apuntaron los investigadores.
En comparación con las mujeres con un peso saludable en la adultez, el riesgo de muerte cardiaca súbito en los dos años siguientes era 1.5 veces más alto en las que tenían sobrepeso y 2 veces más alto en las obesas.
Y las mujeres que tenían sobrepeso o eran obesas a los 18 años o al inicio del estudio tuvieron un mayor riesgo de muerte cardiaca súbita durante todos los 32 años del estudio, independientemente de si habían perdido el peso excesivo o no.
Apuntó que «casi tres cuartas partes de todas las muertes cardiacas súbitas ocurren en pacientes que no se consideran de alto riesgo según nuestras directrices actuales».
Dos expertos dijeron que más estadounidenses deben prestar atención a las advertencias que vinculan a la obesidad con los problemas del corazón.
«Los efectos de la obesidad sobre el corazón incluyen su influencia en el fomento de la diabetes, la hipertensión, la enfermedad de la arteria coronaria y las arritmias, además de la apnea obstructiva del sueño», señaló el Dr. Kevin Marzo, jefe de cardiología del Hospital de la Universidad de Winthrop en Mineola, Nueva York.
«La pérdida de peso sigue siendo la piedra angular de la reducción del riesgo», dijo.
El Dr. Mitchell Roslin es jefe de cirugía para la obesidad del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York. Se mostró de acuerdo en que el impacto de la obesidad «es multidimensional y afecta a todo el cuerpo».
«Los resultados de este estudio son alarmantes y de verdad significan que se debe enfatizar la pérdida de peso y la buena condición física», apuntó.
Fuente: Globovision