El Presidente de EEUU intentará acercar posiciones con los monarcas de Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Catar.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama se dio cita el jueves en Riad, en un clima de desconfianza, con los monarcas del Golfo Pérsico con la esperanza de conseguir que se impliquen más en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Obama tratará de acercar posiciones con sus aliados sunitas (Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Catar), molestos por la apertura de Estados Unidos hacia el rival chiita iraní y sus declaraciones sobre la necesidad de «compartir» su vecindad con Teherán.
La apertura de esta cumbre en el palacio de Diriyah, que sigue a un encuentro parecido celebrado en Camp David hace un año, no fue retransmitido en directo por las cadenas de televisión saudíes. El miércoles, tampoco la llegada de Obama a Riad fue difundida en directo y el rey Salmán no se desplazó al aeropuerto.
Reforzado por los progresos registrados estos últimos meses contra el EI en Irak y en Siria, gracias al apoyo de los bombardeos dirigidos por la coalición internacional liderada por Estados Unidos, Obama quiere acelerar el ritmo frente los yihadistas «a la defensiva».
Estados Unidos acaba de anunciar el despliegue de cerca de 220 soldados suplementarios y de helicópteros de ataque para apoyar a las fuerzas iraquíes, principalmente en la reconquista de Mosul, segunda ciudad del país, en manos del grupo EI desde junio de 2014.
Además, Washington tratará con los monarcas sobre la necesaria reconstrucción de ciudades retomadas de manos de los yihadistas.
Fuente: AFP