logo azul

Obama pide a la UE y Londres evitar “un divorcio largo y conflictivo”

Categorías

Opinión

Obama pide a la UE y Londres evitar “un divorcio largo y conflictivo”

Decir que “el edificio entero de la seguridad y la prosperidad europea se está desmoronando” por el voto del Reino Unido a favor de abandonar laUnión Europea “es una hipérbole” equivocada, aseguró ayer en VarsoviaBarack Obama, presidente de Estados Unidos, inquieto no obstante por las consecuencias de la ruptura del club y la actitud con que el resto de los países puede abordar el proceso de divorcio.

 

 

“Nadie está interesado en unas negociaciones conflictivas y largas. A todos les interesa minimizar los problemas y evitar sobresaltos en la forja de la nueva relación”, defendió Obama tras entrevistarse con Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, y Jean-Claude Jun­cker, presidente de la Comisión Europea, en la capital polaca, horas antes del comienzo de la cumbre de la Alianza Atlántica. Obama, que hizo campaña por la permanencia del Reino Unido en el club comunitario, había discutido ya la situación por teléfono con el primer ministro británico, David Cameron, y con la que se perfila como su futura interlocutora de referencia en Europa, Angela Merkel, la canciller alemana. “Por nuestras conversaciones, confío en que el Reino Unido y la Unión Europea trabajarán juntos para que haya una transición suave y ordenada”.

 

 

Juncker, uno de los líderes europeos que con más dureza se hna expresado sobre las razones y las consecuencias del Brexit, recordó ante Obama la posición de la UE de que Londres no podrá acceder al mercado único si no acepta el principio de la libre circulación de personas y recalcó que está en manos de Londres iniciar formalmente las negociaciones. Pero “habrá que negociar y yo no lo voy a hacer con hostilidad”, concedió. Tusk, que poco antes del referéndum vaticinó que el Brexit supondría “el final de la civilización occidental”, trató, como Obama, de rebajar la tensión. “Las consecuencias geopolíticas pueden ser muy graves”, pero, “por muy significativas que sean, es sólo un incidente y no el inicio de un proceso”, aseguró. “No van a ver en sus pantallas la palabra continuará”.

 

 

La ruptura del club obligará a Washington a prestar más atención de la prevista a Europa. “A Estados Unidos le interesa una Europa unida y democrática”, recordó Obama, que llamó a sus países a no caer en el desánimo. “La integración europea es uno de los mayores logros políticos y económicos de la historia moderna y debe ser preservado”, dijo, tratando de infundir ánimos a los europeos. A ambos lados del Atlántico, las sociedades se enfrentan a los mismos desafíos, señaló Obama: la frustración de muchos ciudadanos por haberse quedado atrás por la globalización, la falta de crecimiento económico, la sensación de inseguridad… Son factores que alentaron el Brexit, dijo. El contexto, no hizo falta destacarlo, no es muy diferente en Estados Unidos, donde el populista Donald Trump se ha convertido en candidato republicano a la Casa Blanca. “Nuestros gobiernos no pueden ser instituciones remotas, deben responder con más rapidez y menos trabas burocráticas y trabajar por el crecimiento económico”, reclamó.

 

 

Los líderes de ambos bloques discutieron sobre la marcha de las negociaciones para firmar un acuerdo comercial y de inversiones transatlántico (el TTIP, en sus siglas inglesas). A la creciente oposición a la iniciativa en Alemania y Francia se suman ahora la posible desconexión del Reino Unido, uno de los mayores defensores del polémico tratado. Obama se declaró “consciente de los retos”, pero defendió su relevancia y abogó por continuar. Juncker propuso llegar a un acuerdo sobre los grandes bloques antes de finales de año,es decir, antes de que Obama deje la Casa Blanca. El relevo presidencial en Estados Unidos y el calendario electoral europeo apuntan a que la negociación podría quedar desde entonces discretamente en suspenso.

 

 

Los efectos del Brexit para la seguridad europea y transatlántica marcaron el comienzo de la cumbre de la OTAN. Sin el Reino Unido, las operaciones europeas en materia de defensa y gestión de crisis se resentirán sin duda por la partida de su mayor ejército y cunde el temor en los círculos de la Alianza a que la crisis económica que se avecina lleve al país a reducir su papel en el mundo.

 

 

Cameron aseguró que su país no dará la espalda a la seguridad europea. “Los hechos valen más que las palabras y el Reino Unido está orgulloso de asumir un papel de liderazgo desplegando tropas en el Este de Europa”, afirmó. Londres enviará 500 soldados al batallón que la Alianza desplegará en enero en Estonia y una compañía de 150 militares a Polonia y ha prometido aportar 3.000 a la fuerza de reacción rápida aliada.

 

 

La Vanguardia

Comparte esta noticia:

Contáctanos

Envíe sus comentarios, informaciones, preguntas, dudas y síguenos en nuestras redes sociales

Publicidad

Si desea obtener información acerca de
cómo publicar con nosotros puedes Escríbirnos

Nuestro Boletín de noticias

Suscríbase a nuestro boletín y le enviaremos por correo electrónico las últimas publicaciones.