El estallido de un nuevo artefacto explosivo durante la madrugada del jueves en un barrio del centro de Santiago dejó como saldo a un joven muerto, quien presuntamente manipulaba la bomba de fabricación casera, informó la fiscalía de Chile.
«Un hombre joven habría estado manipulando un artefacto explosivo de fabricación casera. En esas circunstancias le habría estallado, provocándole lesiones que, en definitiva, le provocaron la muerte», dijo a medios locales el fiscal Claudio Orellana.
La bomba causó una fuerte explosión que alarmó a los vecinos del céntrico barrio Yungay de la capital chilena, quienes vieron a la víctima, un joven de entre 20 y 25 años, envuelto en llamas y aún con vida, según explicó Orellana.
La policía y equipos médicos llegaron al lugar del incidente socorriendo al joven, quien murió posteriormente cuando era atendido en un centro médico.
El hecho ocurre dos días después de la presentación oficial de cargos contra dos sospechosos de haber cometido dos atentados con bombas en el metro, uno de ellos hace dos semanas que dejó 14 heridos, y otros dos contra dependencias de la Policía. Los acusados se encuentran actualmente en prisión preventiva mientras se realizan los procedimientos judiciales.
Además, otro hombre está imputado de porte y tenencia de artefactos explosivos, pero permanece en arresto domiciliaria y con prohibición de salir del país hasta que concluyan las investigaciones.
Los ataques al metro de Santiago fueron reivindicados en un comunicado por el grupo anarquista ‘Conspiración de las células del fuego’ (CCF), que afirmó que sus acciones no están dirigidas contra la población sino contra las «estructuras de poder».
Más de un centenar de artefactos artesanales han estallado en los últimos cinco años en cajeros automáticos, bancos, gimnasios, embajadas o restaurantes del país. Estos actos, por los que hasta el momento nadie ha sido condenado, han sido reivindicados por grupos que se identifican como anarquistas.
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