Los avances en el rubro de la medicina permite que hoy las mujeres tengamos la opción de decidir el momento en el que queremos convertirnos en madres gracias a todas las opciones de métodos anticonceptivos que se ofrecen en el mercado.
Pero nuestros antepasados no tenían la misma suerte y tenían que valerse de distintas técnicas, mezclas y objetos para evitar un embarazo no deseado. A continuación entérate de algunos de ellos.
1. Estiércol de cocodrilo y miel
Hay documentos que describen el uso que las mujeres egipcias hacían de sustancias que insertaban en su vagina antes del sexo para que funcionen como espermicidas. Uno de ellos era una combinación de las heces de estos animales que tiene un componente alcalino parecido al de los espermicidas actuales.
2. Testículos de comadreja
En la época medieval se creía que las mujeres que se amarraban los testículos de una comadreja a la parte interior de sus muslos no serían capaces de concebir.
3. Té de castor con alcohol
Durante el siglo XVI, las mujeres en Canadá creían que la mejor forma de impedir un embarazo era beber una mezcla de testículos de castor pulverizados con licor. Incluso los hombres también tomaban esta bebida pero hecha con los órganos de caballos y mulas.
4. Mercurio
Sabemos que ingerir mercurio puede ser lo más peligroso que podamos hacer pero antiguamente en China se creía que beber unos sorbos de este químico después de tener sexo podía prevenir el embarazo.
5. Dedales
Si el estiércol de cocodrilo no te parecía una buena idea, esta tampoco te gustará. En el siglo XIX en Europa, los dedales funcionaban como los DIU modernos impidiendo el paso de los espermatozoides hasta el útero.
6. Tripas de animales
Antes de la aparición de los condones de látex, las parejas usaban intestinos de animales como cerdos para crear una especie de protección, los cuales remojaban en leche para hacerlos más suaves y flexibles.
7. Agua de herrero
En la antigua Grecia, las mujeres bebían el agua que los herreros utilizaban para enfriar el metal mientras trabajaban y así evitaban el embarazo. Este líquido lleno de plomo es tóxico y causaba daños en sus organismos, incluso la muerte.
8. Gaseosas
En los años 60 y 70, las mujeres pensaban que las bebidas carbonatadas eran perfectas para prevenir el embarazo al usarlas para darse una ducha vaginal después del sexo.
9. Un pedazo de limón
Al igual que lo dedales, durante el siglo XVII y XVIII las mujeres introducían medio limón en sus vaginas creyendo que lo cítrico de esta fruta mataría a los espermatozoides. No se sabe si en realidad los mata pero el ácido sí causa daño en los tejidos vaginales.
El Comercio de Perú/GDA