1 Exponerse largo tiempo: La radiación puede traspasar el 40% de las nubes. “Incluso en días nublados hay que tomar con precaución el sol, evitando las horas de mayor radiación (11 am a 3 pm) y la exposición prolongada y sin protección. De acuerdo con el tipo de piel se debe dosificar la toma de sol. Exponerse 20 minutos, por ejemplo, en momentos de baja radiación no hace daño”, explica Juan Guillermo Pabón, médico dermatólogo de la Clínica de Marly.
2 Exfoliar la piel: No es necesario hacerlo antes de tomar el sol, es un mito. “La piel puede tomar color, no solo por el estímulo del sol, sobre los melanocitos estimulando la producción de melanina. Adicionalmente hay alimentos que pueden dar color en dosis altas. Además depende del tipo de piel. Más que el bronceo, lo importante es tener en cuenta que puede haber daño celular en la piel expuesta al sol de manera indiscriminada”, dice el dermatólogo Pabón.
3. Usar aceleradores de bronceado: La alimentación es clave para lograr una piel de calidad que esté preparada para recibir los rayos de sol. Frutas y verduras con alto contenido de betacaroteno; con vitamina E y con vitamina C, entre otros, sirven para ello. NO se debe aplicar limón ni ningún acelerador del bronceado sobre la piel. El limón mancha y puede causar severos daños a la epidermis.
4 Hacerse tratamientos con láser o peelings: No se haga tratamientos antes de irse de vacaciones. “El bronceado puede disminuir el efecto de ciertos láseres en la depilación, igualmente si se va a exponer el sol, es importante evitar sustancias que puedan irritar o reaccionar con la luz del sol, de manera que el usar aclarantes se debe hacer con precaución. Con las ceras es importante evitar quemaduras o inflamación”, agrega el dermatólogo Pabón.
5 Aplicar bloqueador una vez: El uso de protectores solares se debe hacer con anticipación, mínimo 30 minutos antes, para que se fije, y se debe aplicar de manera generosa para que proteja. “Se debe aplicar mínimo tres veces al día, y si hay inmersión en agua, dependiendo del protector, se requiere de una nueva aplicación inmediata, o a los 40 u 80 minutos, dependiendo de la resistencia al agua del protector.
6 Usar cámaras bronceadoras: “La exposición a los rayos Ultravioleta puede producir cáncer de piel, y las cámaras de bronceo son de radiación UV. Se debe tener cuidado, más que el bronceo importa evitar el cáncer de piel. En una balanza son mayores los riesgos, ya que incrementan el cáncer de piel. Por eso hay países donde se está regulando el uso de estas cámaras de manera estricta”, explica el dermatólogo .
7 No hidratarse: Si durante un día normal, sin exposición al sol, se recomienda tomar 2 litros de agua, aproximadamente, cuando usted se expone al sol aumenta la sudoración, pierde más líquido y por ende debe aumentar la hidratación. Tome agua o jugos de fruta (preferiblemente sin azúcar) con mayor frecuencia para evitar una deshidratación.
8 No cuidar el cuero cabelludo: No todas las partes del cuerpo requieren un cuidado igual. Sin embargo, siempre nos olvidamos del cuero cabelludo. Éste también se quema. Se recomienda el uso de sombreros y gorras de protección. “Hay medios físicos de protección solar que se deben tener en cuenta”. La zona de los ojos, las manos y los pies también requieren cuidado especial. Hay que aplicar buena cantidad de bloqueador.
9. Elegir mal el protector: “Si la idea es broncearse debe usarse un protector 30. El protector debe ser factor de protección mayor a 30 y puede llegar hasta 110. Esto no significa que no deba reaplicarse, lo diferencia es que el tiempo de exposición es un poco mayor. El protector debe reaplicarse cada 2 o 3 horas dependiendo si hay agua o sudor debe ser más frecuente”, explica Fuentes, de Assul Medical Spa.
Fuente: EE