La oficina de auditoría de Nueva York, informó que la Asociación de Tenis de EEUU, (USTA por sus siglas en inglés), le debe a la ciudad más de 300.000 dólares por la celebración del Abierto de Tenis, tras conocerse que reportó menos beneficios de los obtenidos en realidad con el torneo desde 2014 a 2017.
Según un documento publicado por la entidad, la USTA dijo que había generado en el Centro de Tenis Nacional Billie Jean King, donde se realiza el evento Grand Slam, 31 millones menos de beneficios, por lo que le debe a la ciudad de Nueva York más de 300.000 dólares en concepto de alquiler de las instalaciones.
El informe, publicado por el contralor Scott Stringer a pocos días del inicio del torneo de tenis, también encontró una discrepancia de otros 8 millones de dólares, que podría suponer otros 82.000 dólares de pagos no recibidos por parte de USTA.
La USTA firmó en 1993 un contrato de alquiler de 99 años para operar el Centro de Tenis Nacional Billie Jean King, en Flushing Meadows, en el distrito neoyorquino de Queens.
Según los medios locales, el inquilino admitió en una respuesta escrita que le debía a Nueva York más de 143.000 dólares en concepto de alquiler, pero niega los otros 167.000, citando «deficiencias en el informe de conclusiones de la auditoría».
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