Foto: Europa Press
Un nuevo río de lava comenzó a descender la noche de este sábado (09.10.2021) desde Cumbre Vieja, luego que el flanco norte del volcán colapsara y sembrara más destrucción en la isla de La Palma, donde más de 1.000 edificios han sido engullidos o dañados por las corrientes de roca fundida.
El colapso parcial del cono volcánico durante la noche dio lugar a una nueva corriente de lava que comenzó a avanzar hacia la costa occidental de la isla con rumbo al océano.
El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcán) informó que el derrumbe del flanco norte del volcán arrojó «grandes trozos de material que se unieron a la colada principal, provocando un desvío de su cauce y nuevos desastres a su paso”, informó el diario local ABC.
Las nuevas coladas avanzan en nuevas direcciones sepultando una carretera y cubriendo a su paso naves de un polígono industrial de Los Llanos y más viviendas, agregó el rotativo español.
En total son tres coladas de lava las que se han producido con la ruptura del cono volcánico, dos de ellas de menor peligro, ya que tienen poca fuerza, y una tercera que es la que ha asolado más casas.
La separación parcial del cono provocó además la expulsión de grandes bloques de material volcánico y no se puede descartar que surjan nuevos centros de emisión en torno al cráter, de acuerdo a las últimas valoraciones de los vulcanólogos.
Riesgo de derrumbe del delta lávico
A los científicos preocupa también el terreno ganado por la lava al mar, el llamado delta lávico («fajana»), que corre el riesgo de derrumbarse, si continúa su avance a profundidades mayores en el océano, lo que iría acompañado de la liberación brusca de gases, con explosiones y olas.
Sin embargo, esas olas no superarían los cinco metros en el entorno de la ruptura e irían disminuyendo de altura con la distancia, en opinión de los expertos.
Los especialistas señalaron hoy que la calidad del aire, que está siendo monitorizada constantemente para evitar la intoxicación por los gases y cenizas que expele el volcán, es «razonablemente buena» y previsiblemente mañana será aún mejor, pero en cualquier caso en ningún momento se han superado los umbrales de calidad con los que trabajan.
Sin previsión de que el volcán se apague
Por contra, los movimientos sísmicos aumentaron en las últimas horas, con el movimiento de mayor intensidad fijado en magnitud 4,1, pero los terremotos se siguen localizando a gran profundidad, del entorno de los 25 kilómetros, por lo que la posibilidad de un nuevo centro eruptivo alejado del cono principal es de momento «escasísima», a juicio de los vulcanólogos.
Desde hace unos días, la erupción del volcán, situado en la zona conocida como Cumbre Vieja, está en una fase estable o «valle», aunque los científicos auguran que su actividad continuará durante un largo de tiempo.
La Cumbre Vieja es uno de los complejos volcánicos más activos de Canarias. En ella se han producido dos de las tres últimas erupciones registradas en las islas, el volcán San Juan, en 1949, y el Teneguía, en 1971.
EFE/DW