Noboa afirma que 300 presos peligrosos fueron enviados a la nueva cárcel de máxima seguridad en Ecuador

Noboa afirma que 300 presos peligrosos fueron enviados a la nueva cárcel de máxima seguridad en Ecuador

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, aseguró este lunes que 300 de los presos «más peligrosos» del país fueron trasladados a la nueva prisión de máxima seguridad un día después de que 31 prisioneros fueran asesinados en la cárcel de la ciudad de Machala, fronteriza con Perú.

«El crimen quiso desafiar al Ecuador y empezar su campaña. Hoy, el Ecuador le respondió con hechos», escribió el presidente en su cuenta de la red social X, en la que también publicó fotografías de reclusos vestidos de naranja, con el pelo cortado, sentados en el piso uno a lado del otro, con la cabeza agachada y rodeados de militares.

Minutos después, publicó otro mensaje en el que señaló: «Ya empezarán con la quejadera», junto a una fotografía en la que se veía cabello cortado en el piso.

Los traslados de los presos de varias prisiones iniciaron esta mañana, después de que este domingo fueran asesinados 31 reclusos de la cárcel de Machala, de la provincia de El Oro, fronteriza con Perú.

La masacre fue atribuida por el Gobierno a estos movimientos carcelarios que, según dijo el ministro del Interior, John Reimberg, los presos querían evitar.

La nueva prisión de máxima seguridad, denominada por el Gobierno como la ‘Cárcel del Encuentro’, en referencia al lema usado por la Administración del expresidente Guillermo Lasso (2021-2023), al que reemplazó Noboa, empezó a construirse en junio de 2024 con un presupuesto de 52 millones de dólares y está previsto que albergue a unos 800 presos.

Crisis de violencia en prisiones ecuatorianas

La construcción se alzó como respuesta a la crisis de violencia que azota a las prisiones ecuatorianas, debido a la que han sido asesinados más de 500 reclusos desde 2021, la mayoría en enfrentamientos entre bandas rivales.

La ‘Cárcel del Encuentro’ está ubicada en la provincia costera de Santa Elena, un paraje de difícil acceso, rodeado de comunas ancestrales que han protestado por la instalación.

Reimberg aseguró esta mañana que la cárcel tiene «todas las medidas tecnológicas» para que «no pueda ingresar ningún artefacto ajeno a lo que debe existir dentro de este centro carcelario».

Y agregó que también está equipada con «todo lo necesario para la atención médica», para que los presos no tengan que salir hacia hospitales o utilicen ese mecanismo para evitar cumplir su pena en prisión.

El Gobierno tiene previsto contratar a policías y a militares retirados para que se encarguen de la seguridad de la nueva cárcel y quitarle esa labor a los guardias penitenciarios del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), la agencia del Estado que administra las prisiones.

Sin embargo, es una propuesta que aún no se concreta y el Gobierno no ha detallado en manos de qué fuerza de seguridad quedará a cargo este centro penitenciario.

Fotografía tomada de la cuenta en X del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, del exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas Espinel (i) a su llegada este lunes, a la cárcel del Encuentro, en Santa Elena (Ecuador). EFE/ @DanielNoboaok

El exvicepresidente Jorge Glas, entre los 300 reos trasladados

El exvicepresidente correísta Jorge Glas figura entre los primeros 300 presos trasladados a la cárcel de máxima seguridad de Ecuador, construida a iniciativa del presidente Daniel Noboa con el objetivo de que sea el emblema de su política de seguridad contra líderes del crimen organizado, a similitud del modelo carcelario puesto en marcha por Nayib Bukele en El Salvador contra los pandilleros.

«Bienvenido al nuevo hogar. Pronto llegarán otros criminales», escribió Noboa en redes sociales junto a unas fotografías de un desaliñado Glas al llegar a las instalaciones de la denominada Cárcel del Encuentro y dentro de su nueva celda, con la vestimenta naranja que el Gobierno impone a los presos de sus cárceles.

Glas, que se encontraba recluido en La Roca, la cárcel hasta el momento de mayor seguridad del país, fue trasladado pese a las últimas medidas cautelares dictadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), que requirió al Estado ecuatoriano que garantice su salud física y mental, con el fin de «asegurar sus derechos a la salud, integridad personal y vida.

El exvicepresidente, sobre el que pesan tres condenas por delitos de corrupción, fue recapturado el año pasado en el asalto ordenado por Noboa a la Embajada de México en Quito después de que el Gobierno mexicano lo considerara un perseguido político ante los procesos judiciales que acumula en la Justicia ecuatoriana.

Antes de su detención dentro de la embajada mexicana, el que fuera una figura clave en el Gobierno de Rafael Correa (2007-2017) tenía pendiente de terminar de cumplir una una pena de ocho años por dos condenas de corrupción.

El pasado mes de junio, Glas fue nuevamente condenado a 13 años de prisión por un delito de peculado (malversación de fondos públicos) durante el proceso de reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto de 2016.

El pasado mes de junio, Glas fue nuevamente condenado a 13 años de prisión por un delito de peculado (malversación de fondos públicos) durante el proceso de reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto de 2016.

Además, el que fuera una figura clave en el Gobierno de Rafael Correa, ya cumplía una pena de ocho años por dos condenas de corrupción y, tras ser liberado en 2022 y solicitar asilo político en la Embajada de México, fue nuevamente capturado y recluido en la prisión de La Roca. EFE

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