El exministro de Petróleo, Rafael Ramírez, señaló que en medio de la cuarentena “impuesta por el Gobierno nacional como consecuencia de la expansión del COVID-19 a nivel mundial, la crisis de combustibles en Venezuela golpea fuertemente a la población“.
En ese sentido, indicó a través de su Podcast que los ciudadanos “están confinados a juro en sus hogares padeciendo la precariedad de los servicios públicos y el descalabro de la economía“.
Sostuvo que el Gobierno “no tiene la capacidad de abastecer el mercado interno y recurre a la importación de combustibles, lo cual no representa una solución ante la grave situación que se vive en Venezuela”.
Destacó que “Venezuela no ha presentando los números de contaminados por COVID-19, porque nadie va al país, Venezuela no, porque está aislado. Maduro ha utilizado todo esto para establecer un estado de sitio, ha impedido el movimiento de la gente porque no hay como movilizarla. Este es otro mecanismo de control social”.
“Si la gente estuviese en la calle buscando gasolina o gas, sencillamente se descubriría que el país tiene un caos antes del coronavirus, antes de las sanciones norteamericana. El país ha estado muy mal conducido por Nicolás Maduro“, resaltó.
Manifestó que Maduro “esta produciendo 120 mil barriles por día de gasolina” en comparación al 1.127.000 barriles diarios que se producían entre 2013 y 2014. “maduro debe asumir su responsabilidad, el desastre de Quevedo y ahora se están sintiendo las consecuencias. Acabaron con el sistema de refinación venezolana”.
Denunció que con la importación de gasolina, “se están haciendo millonarios una cantidad de amigos de Maduro, porque los que traen el combustible son unos señores aventureros, Ruperti y su grupo, se están haciendo millonarios”.
“No es culpa de las sanciones norteamericanas, es culpa de la destrucción que ha hecho Maduro a las refinerías“, agregó al tiempo que apuntó que “Maduro prefiere seguir enriqueciendo a su grupo económico con la exportación de petróleo, quiere vender las refinerías, pero no hay nadie que las compre. Con Maduro no hay nadie que haga negocios”.
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