Ha Yuan es un joven chino a quien le pusieron un dedo del pie en una mano ya que sólo tenía cuatro falanges tras un accidente cuando era un niño y decidió sacrificar una falange de uno de sus pies para «normalizar» su mano.
Un grupo de cirujanos de la provincia de Hunan tomó el desafío de amputar el pie e injertar el dedo en la mano, que apenas se nota por la forma y el tamaño de la uña.
El objetivo fue alcanzado en cuanto al aspecto de su mano, aunque tendrá dificultades para usar calzado de verano. En tres meses, el dedo será totalmente funcional.
Se trata de un caso que tiene algunos antecedentes parecidos en el campo de la cirugía reconstructiva.
Fuente: elintransigente