El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, comenzó su Gobierno dando señales de continuidad al ratificar en sus cargos a varios de los pesos pesados del chavismo, pero en materia económica envió un mensaje de cambio con la designación de un nuevo ministro de Finanzas.
De un total de 33 ministerios, Maduro mantuvo a 16 ministros en sus cargos, destacando la continuidad del titular de Exteriores, Elías Jaua, y de su par de Petróleo, Rafael Ramírez, dos puestos clave dentro de la estructura de poder del Gobierno.
El nuevo gabinete incluye además 10 caras nuevas y a 4 exministros que vuelven al Gobierno.
Entre los cambios, destacó la salida del ministro de Finanzas, Jorge Giordani, que queda como ministro y vicepresidente de Planificación, y su reemplazo por el hasta ahora presidente del Banco Central, Nelson Merentes.
Según analistas económicos, con el nombramiento de Merentes, Maduro busca dar oxígeno a una economía que amenaza con ser el mayor dolor de cabeza de su gestión.
«Es un maquillaje a la situación para tratar de oxigenar, de ganar tiempo para arreglar una economía en una situación muy delicada», dijo a Efe el economista José Guerra, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
En línea con la estrategia para revitalizar la economía, Maduro creó además una vicepresidencia económica, que quedó también a cargo de Merentes, quien ya había ocupado la cartera de Finanzas entre fines de 2004 e inicios de 2007.
Descrito por los analistas como más pragmático que su antecesor, Merentes, de 58 años, deberá cargar sobre sus espaldas con una de las tasas de inflación más altas de América Latina, problemas crónicos de abastecimiento y una escasez de divisas que crea serios trastornos para las empresas.
«Merentes ha demostrado tener efectividad, cuando él era ministro el riesgo-país estaba en mínimos históricos y la brecha entre el dólar oficial y el paralelo también era baja», señaló el economista de Ecoanalítica José Luis Saboin.
El nombramiento de Merentes desplazó al Ministerio de Planificación a Giordani, un economista de orientación marxista muy cuestionado por los inversores.
En su discurso de juramentación, Maduro se refirió en varios pasajes al estado de la economía y llamó a reducir la burocracia con el lanzamiento de una misión que denominó «Eficiencia o Nada».
Para el analista Oscar Schemel, responsable de la encuestadora Hinterlaces, el nombramiento de Merentes y la salida de Giordani, arquitecto del control de cambios que rige en Venezuela desde hace una década, refleja el interés de Maduro en apuntalar la economía, que a su entender muestra señales aceleradas de deterioro.
«Él (Merentes) es visto como más flexible, menos ideologizado que Giordani. El Gobierno ha entendido que necesita ampliar su base de apoyo y que la casi derrota de las elecciones se debió al malestar por la economía, por el alto costo de la vida», dijo Schemel.
Maduro presentó ambiciosas promesas durante su campaña electoral, como un alza del 45 % del salario mínimo y grandes obras de infraestructura, y para poder cumplir sus planes deberá reactivar una economía que, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), crecerá apenas un 0,1 % este año, muy por debajo del promedio regional.
«El deterioro de los indicadores es notorio y está claro que se necesita un ajuste del modelo. El ala pragmática está tomando mayor peso como resultado de que el Gobierno entiende que hay que mejorar la economía y la gestión», dijo Saboin.
Fuente: Agencias