Los cuerpos de los 15 migrantes venezolanos que murieron en el accidente de La Cucamonga, Nicaragua, fueron entregados por el Instituto de Medicina Legal a una delegación integrada por el embajador de Venezuela, José Francisco Javier Arrué de Pablo, y autoridades de la Cancillería de Nicaragua, la Alcaldía de Managua y la Policía Nacional.
“No me queda más que agradecer al gobierno nicaragüense, al comandante Daniel Ortega y a la compañera Rosario Murillo, a todos ustedes como instituciones de este país, que han estado dispuestos al servicio de una situación trágica, triste pero obligada”, dijo el diplomático venezolano en declaraciones citadas por La Prensa de Nicaragua.
Por su parte, el director del Instituto de Medicina Legal, Julio Espinoza Castro, explicó a la delegación, el procedimiento realizado desde el momento que ingresaron los fallecidos y la alta disposición del gobierno desde que se conoció la tragedia.
“Los esfuerzos que su gobierno ha realizado con el nuestro han dado resultados, pues estamos logando terminar el trabajo que desde el primer día hemos hecho en conjunto con la Policía Nacional, Cancillería y el Ministerio de Gobernación”, agregó el doctor.
Según indicaron los familiares al medio local, los funcionarios de la Embajada de Venezuela en Managua afirmaron a quienes han realizado trámites para enviar a sus parientes, que los trasladarán embalsamados, sin embargo, en Venezuela empleados del Ministerio de Relaciones Exteriores señalaron que dicho proceso es muy complicado, por lo que llegarán cremados.
El primero migrantes venezolano que solicitó la repatriación de una de las víctimas fue Jesús Alberto Cortez, quien el pasado viernes 29 de julio se trasladó junto con sus dos hijos al Instituto de Medicina Legal en Managua, para identificar el cadáver de su esposa, Dalia Elena Soler, de 37 años.
Cortez solicitó ante la Embajada de Venezuela que la cremaran y enviaran sus cenizas al estado de Zulia, donde sus hermanas y otros familiares los esperaban. Sin embargo, los funcionarios de la sede diplomática le explicaron que ese servicio no estaba a disposición y que la enviarían embalsamada.
Se esperaba que la repartición de cuerpos ocurriera hace una semana atrás, pero a dos semanas del accidente, todavía no existe fecha para el traslado de los cuerpos.
Por su parte, a Marisol Castellanos le confirmaron que todavía no hay una posible fecha para la repatriación de los cuerpos de sus familiares, debido a que de los 15 fallecidos solo han completado los trámites de nueve y que mientras no obtengan las autorizaciones de los familiares de los seis restantes no se puede planear el viaje.
El pasado 27 de julio un autobús que cubría la ruta Managua-Jalapa con unos noventa pasajeros a bordo, se precipitó a un abismo en la cuesta La Cucamonga. Los viajeros en su gran mayoría eran migrantes que se trasladaban a Jalapa, Nueva Segovia, para allí cruzar la frontera para entrar a Honduras y continuar la travesía rumbo a Estados Unidos. En el accidente perdieron la vida 16 personas, 15 venezolanos y un nicaragüense.
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