El sacerdote Floriano Ceferino Vargas, de la diócesis de Bluefields en el Caribe sur de Nicaragua, fue expulsado de su país tras ser detenido por la Policía Nacional en medio de la creciente represión de la dictadura de Daniel Ortega contra representantes de la Iglesia católica, según denunció este martes la organización Monitoreo Azul y Blanco.
“El sacerdote Floriano Ceferino Vargas fue desterrado y enviado a Panamá”, indicó la ONG que se define como un equipo interdisciplinario que registra y consolida denuncias de violaciones a derechos humanos vinculados al contexto político que vive Nicaragua desde abril de 2018.
El sacerdote, que está a cargo de la parroquia San Martín de Porres, en el municipio de Nueva Guinea, de la Región Autónoma del Caribe Sur, fue detenido después de oficiar una misa la tarde del domingo 1 de diciembre.
“El destierro es un crimen de lesa humanidad”, señaló, por su lado, en X el dirigente campesino desnacionalizado Medardo Mairena, quien confirmó que el sacerdote, que dirige una parroquia de donde él es originario, fue desterrado a Panamá.
De momento, ni el régimen de Nicaragua ni la Policía Nacional han ofrecido sus versiones sobre la denuncia de esa detención y posterior expulsión, y generalmente no suelen pronunciarse.