Continúa la búsqueda en el Océano Indico mientras los familiares de sus 239 ocupantes temen que acabe pronto sin hallar el avión
Cuando va a cumplirse un año de la desaparición del vuelo MH370 de Malasia, aún no se ha hallado ni rastro para desesperación de los familiares de sus 239 ocupantes. El sábado 8 de marzo del año pasado, este avión de Malaysia Airlines, un Boeing 777-200ER, despegó del aeropuerto de Kuala Lumpur con destino a Pekín a las 00:40 (siete horas menos en la España peninsular). Pero, por causas aún desconocidas, cortó sus comunicaciones con la torre de control y desapareció misteriosamente del radar cuando llevaba unos cuarenta minutos de vuelo, mientras se aproximaba al sur de Vietnam, donde el golfo de Tailandia confluye con el Mar del Sur de China. «Buenas noches, Malasia 370», fueron las últimas palabras pronunciadas desde su cabina, ya que el avión se perdió en el radar a las 01:21 (hora local).
Según descubrieron los satélites espaciales Inmarsat tras dos semanas de investigaciones, el aparato siguió un rumbo totalmente distinto y, en lugar de dirigirse al noreste, giró hacia el suroeste, atravesó de nuevo Malasia y estuvo volando siete horas más hasta que, al quedarse sin combustible, cayó en algún punto del Océano Indico al oeste de Australia. Desde entonces, allí lo buscan cuatro barcos que ya han rastreado 26.000 kilómetros cuadrados del lecho marino, el 40 por ciento de la zona donde se sospecha que se hundió el avión, que tiene unos diez kilómetros de profundidad. Consofisticados equipos de sonar, dichos buques han hallado «objetos que pueden ser fabricados por el hombre, pero los análisis de los expertos sobre estas imágenes indican que ninguno de ellos se parece a los restos de un avión», señala el último comunicado del dispositivo de búsqueda dirigido por Australia, y en el que también colaboran Malasia y China porque la mayoría de los pasajeros eran de estos dos países. Al ritmo que van, trabajando doce horas al día y resistiendo ciclones en alta mar, los responsables de la búsqueda están convencidos de que el avión se halla en la zona rastreada, que habrán terminado de inspeccionar en mayo.
Ni un solo resto aparecido
Como aún no ha aparecido ni un solo resto del avión, los investigadores mantienen abiertas todas las hipótesis: desde un secuestro que salió mal hasta el suicidio de alguno de los dos pilotos pasando por un incendio que asfixió a los ocupantes del aparato, que siguió volando en modo automático hasta que se quedó sin combustible. Alimentadas por la imaginación, otros teorías conspiparanoicas apuntan a que el aparato pudo haber sido robado por Rusia o incluso abducido por los extraterrestres.
A medida que han pasado todos estos meses, crecía la frustración de las familias de los pasajeros, sobre todo al conocerse nuevos y dolorosos detalles sobre la investigación. En un caso plagado de errores, Malasia no ordenó la búsqueda del MH370 hasta cuatro horas después de su desaparición. Durante este tiempo, uno de sus propios radares militares detectó al avión fuera de su ruta, pero no dio la alerta porque era una «vuelo amigo».
El mes pasado, el Departamento de Aviación Civil de Malasia decretó oficialmente que el MH370 había sufrido un accidente y que lo más probable es que todos sus ocupantes hubieran muerto, abriendo así los trámites para que la aerolínea pague las indemnizaciones. Pero dicho anuncio no ha hecho sino airar aún más a los familiares de los pasajeros, que exigen saber dónde está el avión y temen que la búsqueda acabe pronto sin éxito, como han sugerido durante las últimas semanas las autoridades de Australia.
«A pesar de esta completa falta de restos o de evidencias físicas de una catástrofe, el Gobierno de Malasia ha declarado oficialmente que el avión se estrelló sin dejar supervivientes, por lo que ha concluido la fase de rescate. No aceptamos estas conclusiones y no renunciaremos a la esperanza hasta que tengamos pruebas definitivas de lo que le ocurrió al MH370», reclama en un comunicado un grupo de familiares que ha formado la asociación Voice370.
Avance de 50.000 dólares
Además, las familias denuncian que «ni Malaysia Airlines ni su compañía aseguradora les han ofrecido más indemnizaciones que un avance de 50.000 dólares» y que, para cobrar, tendrán que probar su pérdida de acuerdo con la legislación de sus países. A su juicio, «este plan contrasta con el trato a otras familias en recientes accidentes, incluyendo por ejemplo el del vuelo de TransAsia 222, en el que la aerolínea ha pagado 500.000 dólares a cada familia y no ha requerido que tengan que pasar por los dolorosos trámites de probar su perdida emocional y financiera mientras se desarrolla la investigación».
Para recordar a sus seres queridos, los familiares celebrarán este domingo un homenaje en Kuala Lumpur, pero no en Pekín por las habituales restricciones del autoritario régimen chino a las movilizaciones ciudadanas. Además de honrar a los pasajeros del vuelo MH370, las familias tendrán en su mente a las otras víctimas de un año que ha sido nefasto para la aviación, especialmente en Asia. En menos de doce meses, dos aerolíneas de Malasia y una de Taiwán han sufrido cinco accidentes que se han cobrado más de 750 vidas.
Rompiendo todas las normas de la probabilidad, Malaysia Airlines perdió, además de este misterioso vuelo, el MH17, que fue derribado sobre la zona en guerra de Ucrania, supuestamente por un misil disparado por los rebeldes pro-rusos, mientras volaba de Ámsterdam a Kuala Lumpur con 298 ocupantes. Para evitar la quiebra, la compañía tuvo que ser intervenida por el Gobierno.
Un año después de evaporarse del radar, los familiares de los pasajeros aún siguen esperando que aparezca el vuelo MH370 de Malasia.
Fuente: ABC.es