Sin brillo pero con cumpliendo, los Denver Nuggets de Nikola Jokic se impusieron a unos Brooklyn Nets en los que no jugaron James Harden, Kevin Durant y Kyrie Irving (118-124).
Nikola Jokic (26 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias), Austin Rivers (25 puntos con 7 de 10 en triples) y Will Barton (21 puntos y 10 rebotes) lideraron a unos Nuggets que no pudieron cerrar el partido hasta los últimos minutos pese a las importantes ausencias de sus rivales.
El argentino Facundo Campazzo jugó 20 minutos en los que consiguió 2 puntos, 6 asistencias y un robo.
DeMarcus Cousins, que firmó la semana pasada un contrato de 10 días con los Nuggets, dejó luces y sombras: logró 13 puntos y 6 rebotes en 13 minutos pero fue expulsado por dos técnicas.
Los Nuggets empezaron el martes una gira de seis partidos a domicilio y por ahora han ganado sus dos primeros encuentros.
En cambio, los Nets han perdido sus últimos tres partidos, solo han ganado cuatro encuentros de sus últimos diez, y hoy cayeron a la cuarta posición del Este ya que les adelantaron los Cleveland Cavaliers.
Cam Thomas (25 puntos), Patty Mills (21 puntos y 6 asistencias) y LaMarcus Aldridge (18 puntos y 8 rebotes) destacaron en unos Nets en los que, al margen de las bajas conocidas de Durant (lesionado en la rodilla desde mediados de mes) y Irving (no vacunado de coronavirus), tampoco jugó Harden por molestias en los isquiotibiales.
Este fue el primer partido de esta temporada sin ninguno de los miembros del trío estelar de los de Brooklyn.
Alternativas ante los altibajos
Los Denver Nuggets salieron en tromba con un Will Barton especialmente activo desde el perímetro y un Nikola Jokic luciendo su versatilidad (4-15 con 7.08 por jugarse).
No parecía un panorama prometedor para unos Nets con tantas ausencias, pero los de Brooklyn supieron rehacerse.
Los veteranos LaMarcus Aldridge y Patty Mills pusieron orden y los Nets se aprovecharon de que Jokic se fue al banquillo con dos faltas para dejar el partido abierto tras el primer cuarto (28-29).
Con los titulares descansando en ambos equipos, el segundo parcial vivió un duelo muy interesante entre dos pívots estrella de hace unos años: DeMarcus Cousins y Blake Griffin.
El primer asalto fue para Cousins, que apuntaló con firmeza la segunda unidad de los de Denver con 11 puntos en 10 minutos (42-44 con 7.06 para el descanso).
La respuesta local llegó de la mano de un Aldridge con muchas ganas y un Cam Thomas que enchufó dos triples seguidos para disparar a los Nets (57-52 con 2.45 por jugarse).
Con muchos vaivenes, cambios de dinámica y tramos para ambos equipos, la primera mitad terminó sin embargo con la peor versión de los Nuggets, muy desconcentrados en defensa y que pusieron la alfombra roja para que los Nets se marcharan al vestuario con su mayor diferencia hasta entonces (65-54).
Los Nuggets despiertan
Los Nuggets tenían muchos pecados por redimir y comenzaron con una mejor circulación de balón y un baloncesto más generoso, dos aspectos que brillaron en un parcial de 3-12 que asustó a los Nets (73-70 a falta de 8.32).
Jokic y Barton se pusieron de nuevo al volante de los Nuggets, mucho más contundentes en ambos lados de la pista.
Pero fue Jeff Green, incombustible a sus 35 años, el que culminó la remontada (79-81 con 4.09 por jugarse).
En esos momentos delicados y de dudas, los de Brooklyn parecieron echar de menos la magia de Durant o Harden para resolver por la vía rápida.
En cambio, estos huérfanos Nets sufrieron además el incandescente talento de Austin Rivers, que con 11 puntos en ese cuarto puso el colofón a un gran tercer parcial de los visitantes (91-96 tras un 26-42 en esos doce minutos).
La expulsión de Cousins pareció dar alas a unos Nets que llegaron a empatar el partido en el comienzo del último cuarto, pero poco les duró la alegría ya que Jokic y Rivers sofocaron rápidamente su rebelión (99-103 con 9.21 para el final).
Los Nuggets intentaron finiquitar el partido a lomos de un Rivers excepcional, pero Mills mantuvo a los Nets a tiro de piedra (111-116 con 5.39 por disputarse).
Sin embargo, los Nets se hundieron en una triste sequía anotadora (7 puntos en los últimos seis minutos), un bache que los Nuggets, con un Jokic sólido desde la línea de personal, aprovecharon para certificar la victoria.
Fuente: 2001