El profesor universitario y constitucionalista Nelson Chitty La Roche se pronunció enérgicamente en contra de la reciente decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, que convalidó los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que Nicolás Maduro fue declarado ganador. Esta decisión ha sido objeto de controversia y cuestionamientos por parte de la oposición venezolana.
La Sala Electoral del TSJ asumió el caso tras un recurso interpuesto por Maduro y ordenó un peritaje del proceso electoral. En una sentencia leída por la presidenta del TSJ y de la Sala Electoral, Caryslia Rodríguez, se certificó «de forma inobjetable» el material electoral peritado y se convalidaron los resultados emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), proclamando a Nicolás Maduro Moros como presidente electo para el período constitucional 2025-2031.
Chitty La Roche calificó esta decisión como un «fraude continuo», señalando que es vergonzosa, especialmente porque el relevo del CNE recae en el TSJ. “Es una decisión que no se soporta en elementos que podríamos llamar de suficiencia probatoria. Por el contrario, manejan supuestos que carecen de un racional sostén”, afirmó.
El constitucionalista comparó las experiencias electorales en otros países, como los casos de Gerald Ford y George Bush en Estados Unidos o Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonaro en Brasil. Explicó Chitty La Roche, que en esos casos existían elementos fehacientes y actas que permitían determinar los resultados, lo cual no ocurre en Venezuela.
Además, cuestionó las afirmaciones sobre un supuesto ataque o hackeo internacional al proceso electoral, demandando pruebas concretas para tales acusaciones. “El CNE, como ente competente, no fue capaz de cumplir con los extremos que sus atribuciones legales y constitucionales le asignaban”, agregó.
Finalmente, Chitty La Roche sentenció que Venezuela atraviesa una grave crisis institucional: “La República, la Constitución y la Ley viven una hora menguada”. Citando a Anatole France, concluyó: “Hay de aquellos pueblos cuyos jueces merecen ser juzgados”.
Por Iraima Gómez Ramírez