La crisis de Venezuela comenzará a salir de la somnolencia el 13 de agosto, fecha en la que las delegaciones de Juan Guaidó y de Nicolás Maduro ocuparán sus puestos en la mesa de negociación que se establecerá en México. Luego del fracaso del diálogo en Barbados, las partes se encontrarán, una vez más, pero ahora en un escenario de aparente reconocimiento y sin la presión que ejerció el expresidente estadounidense Donald Trump.
Keith Mines, director del programa de América Latina del Instituto de Paz de Estados Unidos, y Steve Hege, subdirector de ese mismo programa, dijeron a El Nacional que el gobierno de Joe Biden tiene un concepto realista de cómo se debe desarrollar el proceso y que entiende que Venezuela atraviesa una crisis muy profunda, surgida luego de dos décadas de conflicto, y que tomará tiempo superar.
“Me parece un avance enorme que haya una declaración de principios. Resaltamos la importancia de arrancar el proceso basados en principios muy claros, de lo que se va a construir, y tengo entendido que esos principios van en una línea alejada del paradigma de exclusión mutua y de compromiso a construir un horizonte de futuro común y convivencia política. Pero esto es lo que sabemos, que será mucho más pragmático que en los últimos años, que ha sido un poco el desplazamiento del poder por otro”, manifestó Hege.
“Una comprensión más realista”
Lo que se está planteando, agregó, es cómo puede haber un proceso que termine en una convivencia política en la que todos los actores quepan de alguna forma a través de procesos electorales, pero también entendiendo que puede ir más allá de los resultados.