El presidente de la Cámara Venezolana del Calzado (Cavecal), Tony Di Benedetto, explicó que, en principio, 400 o 500 millones de dólares en créditos para el sector significarían un gran impulso para el crecimiento de esta industria, pero estas necesidades equivalen a prácticamente 100% del total de préstamos de la Banca venezolana.
Benedetto destacó que participar en el Plan Colegial que promueve el Gobierno Nacional para entregar uniformes y zapatos escolares a 5 millones de alumnos, aproximadamente, afecta al sector porque no es un programa que incluya financiamiento.
“Cuando nos han llamado, hemos tratado de colaborar lo más que se pueda, pero realmente, creo que se llega a la mitad o menos de la mitad de la demanda; es decir, a 2 o 2 millones y medio de estudiantes. Nos exigen, despáchame y vemos cómo pagamos… sin financiamiento se nos hace bastante cuesta arriba participar bajo las condiciones en las que ellos nos llaman para la colaboración”, señaló el dirigente gremial.
Explicó que en general el sector se encuentra en “franca” recuperación y que la eliminación de la exoneración de aranceles para productos importados impactó de forma positiva en las ventas, las cuales aumentaron 50%, y en la utilización de capacidad instalada.
“Para este momento estamos en alrededor de un 35% de capacidad instalada activa, y en función a como veníamos, eso representan un incremento de más de 50%”, precisó Tony Di Benedetto.
A pesar de estos datos que reflejan un crecimiento en la industria del calzado, el titular de Cavecal alertó que, en estos últimos meses del año, es cuando se registra un mayor movimiento y se deben elevar los niveles de producción, pero con la falta de crédito bancario el panorama es “bastante comprometedor”.
“El año pasado algunos se defendieron con los inventarios que les quedaban. Todavía tenemos cuentas por cobrar de años anteriores porque a raíz de la pandemia el sector calzado fue uno de los más afectados (…) cuando llega la demanda colegial, que son cifras bastantes representativas. La adquisición de materia prima, el compromiso de mano es obra resultan muy onerosos, y no tenemos la fuente de financiamiento”
Ante este panorama el sector es optimista y proyecta un cierre de año con buenos números, que permitan cubrir parte de la demanda general que se ubica entre los 65 y 70 millones de pares de zapatos.
“Nosotros estimamos que este año deberíamos estar cercanos a una producción de 20 millones de pares de zapatos. La manufactura nacional siempre surtía el 80% de la demanda, y las importaciones el 20% restante, pero, a raíz de todo lo que ha pasado con la libre importación, el producto nacional abastece ahora 20% y el producto importado representa un 80%. Este año, nuestra meta es recuperar esa cuota de mercado y llegar a los niveles que siempre se han manejado como producto nacional”, apuntó el presidente del gremio de fabricantes de calzado.
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