Este Miércoles de Ceniza, la población de Naiguatá, en el estado Vargas, cumple el tradicional Entierro de la Sardina, una expresión cultural con años de antigüedad que marca la despedida del Carnaval en la entidad del litoral central venezolano.
Es una fiesta popular caracterizada por el buen humor y el ingenio, y para la cual este lunes se efectuó como preámbulo la elección de la reina entre candidatos disfrazados de mujer.
Esta tradición se caracteriza por la realización de una procesión que va, con una peculiar urna en hombros, desde el Club de Amigos hasta la playa, no sin antes dar varias vueltas por el pueblo.
Los pescadores creen que enterrar la sardina es sinónimo de buenas pescas y prosperidad para el pueblo.
La tradición data de tiempos coloniales y, según la óptica con la que se vea, simboliza el arrepentimiento de todos los pecados –compendiados en la sardina– cometidos durante el Carnaval o la forma de expiar culpas antes de la cuaresma.
Se calcula que unas 100.000 personas visiten Naiguatá para presenciar esta manifestación cultural, llena de disfraces, ocurrencias y hasta de un cura falso que encabeza la procesión.
AVN