Venezuela es un país secuestrado por una mafia vinculada al narcotráfico, a la guerrilla, al paramilitarismo, al terrorismo internacional, a dictadores que tienen a sus pueblos oprimidos.
La nación venezolana ha luchado para salir de esta grave situación. Todos sabemos todo lo que hemos hecho. Con aciertos, pero también con errores. En la vida, no importa cuántas veces caigamos, sino cuantas veces nos levantemos.
Cuando vemos todo nublado y creemos que nuestras oportunidades se agotan, que no tenemos futuro… debemos asumir el optimismo y cambiar de actitud, saber que nadie dijo que sería fácil, pensar en que caer ayuda a ser más fuerte, a mirar la vida de otra manera, a querer luchar, a levantarnos y a pelear por nuestros sueños… Eso es más importante. Porque querer es poder.
Entre 1811 y 1823, época de la Guerra de Independencia de Venezuela, se libraron 80 batallas (algunas en territorio colombiano). 50 fueron ganadas por los patriotas.
Hoy se cumplen 200 años de la batalla de Carabobo, una de las principales acciones de la Guerra de Independencia de Venezuela. En esa acción destaca el valor, el coraje, la entrega, el amor por la libertad de Pedro Camejo, el Negro Primero. ¡Aprendamos de esa gesta!
Muchos, como él, en este momento grave de la historia venezolana, han tenido el arrojo de entregar su vida por nuestra libertad. Millones han salido del país forzados por las circunstancias. Centenares de civiles y militares están presos porque han dicho o hecho lo adecuado. Otros tantos son perseguidos. Nunca abandonemos ese legado. Seamos consecuentes con las razones de esa lucha.
Ya basta de engaños, fantasías y mesías de parcelas que secuestran o destruyen la vision colectiva de nación.
Ningún partido puede solo, ni la unidad de todos los partidos puede sola. Ningún sindicato puede solo, ninguna universidad, ningún gremio, ninguna ciudad, ningún estado del país puede salvarse solo.
Es la lucha de una nación entera, con el acompañamiento de nuestros aliados internacionales, la que puede lograr el objetivo de expulsar a esa mafia y recuperar nuestra democracia y nuestra libertad.
Es la hora de la prudencia, de la sabia toma de decisiones, de mantener claro cuál es nuestro objetivo. Y lo repito para que no haya dudas: Nuestro objetivo es sacar a Maduro y a sus cómplices de la presidencia que usurpan e iniciar un proceso de reconstrucción y transformación nacional. Primero Justicia, que es el partido en el que militamos, lo ha dicho y lo ha decidido en todas sus instancias: Nuestra lucha es para lograr condiciones y un cronograma electoral que incluya la presidencia de la República que es donde está el centro de la destrucción de nuestro ser como nación. Esa política no se puede relajar.
Estamos hablando de condiciones. El mensaje es muy claro: Queremos participar, pero tenemos que dar la pelea para que todos los ciudadanos vayamos a votar con la convicción de que nuestro voto será respetado. A nuestro partido le instamos a que seamos consecuentes con nuestros principios, postulados, estrategias y objetivos.
A todos los partidos democráticos, a los trabajadores, a los empresarios, a toda la sociedad civil, a los militares: Es la hora de pensar en Venezuela antes que en nosotros mismos. No normalicemos lo que es absolutamente anormal. Todos los que nos consideramos Ciudadanos debemos actuar. Impidamos que nos mueva el miedo, el poder, el dinero, la desesperación o la resignación. Son horas decisivas para la resistencia activa.
Construyamos nuestra nueva batalla de Carabobo. La batalla definitiva de la libertad. Porque esta lucha solamente termina cuando tengamos libertad y Democracia. Lo logramos hace 200 años. ¡Lo lograremos hoy!
Solamente juntos, solamente unidos somos una fuerza poderosa y liberadora.
¡Nadie se salva solo! En Venezuela nos liberaremos entre todos. ¡Juntos!
Desde el Zulia afirmamos que Venezuela triunfará!
¡Es la hora de la resistencia! ¡Viva Venezuela Libre!
