El número dos, que regresaba después de 34 días sin competir, sufre otro pinchazo en la zona que se dañó en Australia y se ausenta de un evento por tercera vez este año
Rafael Nadal, en el puerto de Acapulco. JOSÉ MÉNDEZ EFE
Rafael Nadal no disputará el torneo de Acapulco. El número dos del mundo se ha resentido de la lesión que sufrió el mes pasado en el Open de Australia y no podrá regresar a la pista esta semana, después de 34 días sin competir. Una lesión en el psoas ilíaco de la pierna derecha (grado I) le obligó a abandonar en los cuartos de Melbourne y el lunes, durante un entrenamiento, volvió a notar dolor. Consecuencia, una nueva renuncia, la tercera esta temporada, y la duda sobre si podrá participar o no en la siguiente cita, en Indian Wells.
“Se habían dado todos los pasos adecuados para llegar bien preparado a este torneo, que era mi objetivo y mi ilusión”, comenzó explicando Nadal, de 31 años, “pero desgraciadamente ayer, en el último entrenamiento, en un movimiento volví a notar un pinchazo en la misma zona en la que tuve el problema en Australia. Hoy por la mañana me he hecho una resonancia y no puedo decir qué tengo específicamente, porque aún no lo sé, pero está en una línea similar a lo que ocurrió en Australia, aunque en una situación un poquito menor, menos grave que lo de ahí”, explicó el de Manacor.
Nadal, que teóricamente iba a debutar este martes contra Feliciano López, aterrizó hace 10 días en Cozumel para ir readaptándose y ganando tiempo, y se había entrenado con normalidad. Sin embargo, su cuerpo vuelve a ponerle freno en este arranque de 2018. “Hay líquido en la zona y hasta que no se baje ese líquido y podamos hacer las pruebas pertinentes no se podrá diagnosticar al cien por cien qué es. Lo que sé es que los médicos me han dicho que es imposible jugar, aparte de que me duele y no podría podría competir en condiciones”.
“Hay un riesgo importante de aumentar la lesión”, prosiguió el mallorquín, “y desgraciadamente no tengo elección. Siempre soy de los de forzar y de intentarlo hasta el último momento, pero en esta ocasión no tengo esa opción. Lo siento por mí, porque soy el más afectado, pero también por el torneo, los aficionados y la organización”.
De esta forma, Nadal renuncia a un evento por tercera vez en este curso. Sin apenas preparación, no pudo participar en la exhibición de Abu Dabi ni en el torneo de Brisbane, y ahora tampoco en Acapulco. A ello hay que sumarle el abandono de Australia, por lo que su comienzo de año está siendo mucho más complicado de lo esperado. En los próximos días se someterá a más pruebas y evaluará si puede llegar a Indian Wells, el primer Masters 1000, que arranca el próximo 8 de marzo.
EL PAÍS
ALEJANDRO CIRIZA