Nadal se gana otra final

Nadal se gana otra final

El número uno aspira a revalidar título en Madrid después de una intensa pelea contra un orgulloso Bautista (6-4 y 6-3)

 

Rafael Nadal se asegura otro domingo en la Caja Mágica, finalista del Mutua Madrid Open después de superar con exigencia a Roberto Bautista (6-4 y 6-3). Con más oficio que brillo, y a trompicones, el número uno confirmó que su tendencia en Madrid es la correcta y su trabajo obtiene premio. El domingo, a las 19.00 horas (Antena 3), luchará por revalidar su corona ante el ganador del duelo entre David Ferrer y Kei Nishikori.

 

No fue el partido más atractivo, una pelea más intensa que bonita sin un guión para entenderla. Sobre la pista, dos estilos completamente distintos, encendida la Caja Mágica por el exceso de españolía en la penúltima ronda del torneo madrileño. Pase lo que pase, nadie será más querido que Nadal, impulsado en el arranque por el calor de la gente.

 

El balear rompió a Bautista para empezar y consolidó de inmediato, generando el primer murmullo en la grada porque se imaginó un encuentro sin oposición. Pero Bautista se negó al monólogo y ofreció resistencia en la primera manga, aliviado una vez le dio vida a ese tremendo brazo que tiene.

 

El castellonense es un español diferente, un jugador que se gusta en la tierra aunque emplea golpes mucho más planos que la mayoría. Abre la empuñadura y le pega fuerte a la bola, tenista de tardío despertar cuya evolución es evidente. En sus primeras semifinales en un Masters 1.000, el ahora 45 del mundo se subió al tren y buscó remedios para frenar a Nadal. Entre palo y palo, una tormenta de dejadas siempre que no le interesaba mantener el intercambio, truco que gastó de tanto usarlo.

 

No fue el mejor día de Nadal y tampoco lo necesitó, pero mantuvo la seriedad necesaria que reclaman estas tardes. Inmediatamente después de perder el saque en el sexto juego, quebró con un punto de nivel y mantuvo ya esa ventaja hasta el final de la primera manga. Pocos puños y pocos festejos, pero bastaba con eso para poner tierra de por medio y compensar sus errores. [Narración y estadísticas]

 

Nadal pareció escaparse definitivamente al inicio de la segunda manga, relajado e incluso con bola de break para ponerse 5-0. Bautista, sin embargo, luchó con dignidad e invirtió la situación para acercarse hasta el 4-3, lección de orgullo para presentarse a los ojos de la gente. Le pegó con rabia y dio un recital con la derecha, aunque no fue suficiente como para alargar la semifinal.

 

Nadal, entre luces y sombras, alcanzó su final 39 en un Masters 1.000, otra oportunidad para seguir agrandando la leyenda. Ya tiene 26 títulos de esta categoría y el domingo aspira al 27. En Madrid hay paz para Nadal después de los agobios. Se desquita a base de victorias de las dudas que cargaba por los tropezones de Montecarlo y Barcelona y ya está donde quería estar, autoritario de nuevo en la tierra en un momento decisivo de la temporada. Este es su territorio y Madrid es su casa. Nadal busca su cuarta corona.

 

«Cada día he ido jugando mejor, me faltaba ritmo y me he ido encontrando bien en Madrid», comentó Nadal a pie de pista. «Lo importante es estar en la final, la forma no lo es tanto. Mil gracias a Madrid y a todo el público», añadió.

 

Fuente: ABC

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