A partir de hoy Naciones Unidas ya no distribuye comida en Gaza. El viernes, la Agencia para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo de esa organización internacional decidió suspender indefinidamente el programa de entrega de alimentos en la Franja, después de una serie de protestas y una violenta manifestación en la que cientos de palestinos amenazaron a sus empleados. El detonante de esas quejas fue la terminación de otro programa de entrega de dinero a familias necesitadas, provocada por el déficit presupuestario de esa Agencia.
Dependen de la ayuda alimentaria de la Agencia (UNRWA, por sus siglas en inglés) 815.000 gazatíes, aproximadamente la mitad de la población de la Franja. Cada día, hasta ayer, los trabajadores de la ONU entregaban a 25.000 personas cada día paquetes de ayuda válidos para tres meses con harina, azúcar, aceite, arroz y otros alimentos básicos similares. UNRWA se creó en 1949 para atender a los cinco millones de refugiados palestinos. En un 97% la Agencia depende de donaciones voluntarias. Su déficit presupuestario, en este momento, es de 51,6 millones de euros.
Las manifestaciones contra UNRWA en Gaza comenzaron el lunes, después de que sus gerentes anunciaran que ponían fin a un programa de entrega de dinero del que se beneficiaban 100.000 gazatíes. A estos se les daba 10 dólares (7.7 euros al cambio actual) cada tres meses. El coste anual para la ONU era de tres millones de euros anuales. Fuentes de UNRWA dijeron a este diario que se le ofreció a los beneficiarios otro programa, por el cual se les garantizaba un puesto de trabajo durante tres meses, en el que recibirían al menos el doble de dinero. La gran mayoría lo rechazó.
El jueves, la Organización para la Liberación de Palestina convocó en la ciudad de Gaza una manifestación de rechazo contra el final del programa de entrega de dinero. A ella acudieron unas 100 personas. Algunas irrumpieron en la sede central de UNRWA y amenazaron a sus empleados, extranjeros y locales. “Esta es una amenaza seria y grave a las vidas de esos empleados. No podemos aceptar que se amenace y se agreda a los empleados de la Agencia en sus propias oficinas”, dijo a este diario Adnan Abu Hasna, portavoz de UNRWA en Gaza. “Esperamos que la suspensión del programa de alimentos sea temporal, pero eso depende del tono de esas protestas, que son legítimas, pero que deberían ser pacíficas”, añadió.
UNRWA dispone de 200 instalaciones en Gaza, donde emplea a unas 11.000 personas. Gestiona ocho campos de refugiados y ofrece educación a 218.000 alumnos en 243 escuelas. Éstas, junto a dos centros de formación profesional y 21 ambulatorios, siguen funcionando con normalidad. “Estas manifestaciones dañan nuestras posibilidades de ofrecer servicios altamente necesitados a los refugiados palestinos en Gaza, y, como atacaron nuestros edificios centrales, dañan también nuestras operaciones en Cisjordania, Jordania, Líbano y Siria”, dijo Robert Turner, director de operaciones de UNRWA en Gaza, en un comunicado difundido el viernes.
El grupo islamista Hamás –acrónimo de Movimiento de Resistencia Islámico–, que gobierna Gaza, ha exigido a la ONU que restablezca el programa de entrega de alimentos lo antes posible. Diversos oficiales han dicho que enviaron a agentes de las fuerzas de seguridad para proteger a los empleados de UNRWA el jueves, y que no hubo heridos en los altercados. “Pedimos a UNRWA que reconsidere su postura y que no reaccione de forma exagerada a las protestas de los residentes”, dijo el portavoz de Hamás Sami Abu Zuhri a través de la agencia palestina de noticias Ma’an. Hamas ha invitado a UNRWA a un diálogo para facilitar la reanudación de la entrega de alimentos.
En marzo UNRWA se vio obligada a cancelar una maratón que iba a tener lugar el miércoles, y convocada con fines humanitarios, por la negativa de Hamás a permitir que en ella participaran mujeres, palestinas o extranjeras, con velo o sin él. En la carrera que tuvo lugar en 2012 se recaudaron 750.000 euros, invertidos en programas de asistencia a los refugiados. El lunes, el grupo islamista forzó por ley la segregación por sexos de las escuelas de Gaza, algo que afecta ya a los centros educativos de UNRWA en la Franja.//AGM
Fuente: ElPaís