José Antonio Álvarez Castillo, de 24 años de edad, falleció luego ser haber sido trasladado al un hospital de Araure, estado Portuguesa, por desnutrición severa y síndrome diarreico.
Álvarez, quien se encontraba recluido en los calabozos del Destacamento desde mayo, fue trasladado el fin de semana junto a otros 3 reclusos, todos con el mismo cuadro clínico.
Juan Antonio Álvarez, padre del fallecido, denunció que su hijo desde su reclusión fue sometido a tratos crueles.
“En la Guardia no permiten visitas, sólo que se le lleve comida y agua, y el domingo cuando fuimos nos informaron que lo habían trasladado al hospital, al llegar allí, nos enteramos que no lo querían atender los médicos, pero finalmente comenzaron a colocarle soluciones, pero mi hijo ya estaba muy mal”.
Aunque reveló que desde entonces estuvieron pendientes de su salud, “los funcionarios que estaban allí no permitían que ni siquiera su mamá lo visitara, porque estaba prohibido. En un momento de conciencia que tuvo mi hijo, nos dijo que la comida y el agua no se la pasaban, y que siempre los estaban amenazando”, agregó.
Juan Antonio confesó que “durante estos días que estuvimos en el hospital con mi hijo, observamos como los mismos funcionarios lo estuvieron amenazando, de hecho él se asustaba cuando los veía».
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