Cientos de mujeres venezolanas, representantes de organizaciones sociales, gremios, partidos políticos y defensoras de derechos humanos, marcharon este lunes 25 de noviembre desde Plaza Venezuela hasta Plaza Brion de Chacaíto en conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
La manifestación, inspirada en el legado de las hermanas Mirabal, se convirtió en un clamor unísono por justicia, libertad y el cese de la violencia de género.
Con consignas como «Juntas, juntas por la democracia» y «No más estudiantes ni madres presas», las manifestantes denunciaron el aumento de los femicidios, la situación de las 243 presas políticas y la falta de políticas públicas efectivas para prevenir y sancionar la violencia hacia las mujeres.
Representantes, de la ONG Alianza de Mujeres Políticas, resaltaron la urgencia de implementar medidas que garanticen el acceso a la justicia y promuevan la igualdad de género.
La marcha se desarrolló en un contexto de creciente temor y represión, tras las recientes elecciones.
Testimonios de las participantes revelaron que muchas mujeres han sido amenazadas y presionadas para limitar su participación en actividades políticas y sociales. Según estudios, el 73% de las mujeres políticas venezolanas ha optado por reducir su visibilidad pública por miedo a represalias.
«Esta lucha se ha vuelto aún más desafiante en un clima de terror generalizado», afirmó Jeisi Blanco miembro de la Alianza de Mujeres Políticas.
«Las mujeres estamos siendo obligadas a evaluar constantemente los riesgos que enfrentamos al ejercer nuestros derechos», dijo la activista.
La marcha de las mariposas se convirtió en un símbolo de resistencia y esperanza para miles de venezolanas que exigen un país libre de violencia y discriminación.
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