Desde temprano hubo un bullicio distinto. No era el acatamiento habitual a la cola y la hilaridad que se bronceaba al calor de una fritanga y de la espera prolongada.
Por ejemplo, a las 8:50 de la mañana, una turba se hallaba en la puerta. Y adentro, en La Fuente de Villa Brasil, estaba el origen: un camión cargado con pollo. Las preguntas surgieron: cuántos son, cuántos por persona, por qué no los venden de tal o cual forma.
El preámbulo fue así. Sobre lo que vino después, los mismos testigos no tienen certezas. O prefieren no tenerlas. Un riña en plena cola. Unos policías estadales molestos porque su autoridad no se imponía. Unos disparos al aire. Una mujer herida en una mano.
“Todo fue así. Lo que pasa es que la gente se molestó porque ahí lo que hay es una corrupción. Van pasando a los conocidos y después quedan los demás por fuera. Yo tengo desde las 5:00 de la mañana aquí y no he avanzado mucho en la cola”, contó una de las compradoras.
Repetición constante
Las protestas, los tiroteos y las denuncias en las colas han sido constantes durante las últimas semanas en Ciudad Guayana. Algo así ocurrió este miércoles. Al final, la aglomeración fue por leche en polvo. Entre las 9:00 y las 10:00 de la mañana se suscitó la riña que dejó herida con arma blanca a la mujer, que fue trasladada al Hospital Militar Doctor Siverio Castillo, de Ferrominera Orinoco.
La cola se militarizó con la llegada de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana al establecimiento y, desde ese momento, hubo cierto sosiego entre los presentes.
La mujer herida fue dada de alta hacia las 3:00 de la tarde, según informaron en el hospital.
La jornada culminó. Fue otro día de la cotidianidad de estos tiempos. El hambre tiene sus manifestaciones en Venezuela. Las colas son una de ellas.
Fuente: Correo del caroní
